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Los 78 años de Federico

Hoy, 5 de junio de 1976, Federico García Lorca cumpliría 78 años. Muchos años después de su muerte, su presencia como valor humano, literario, poético y, social, sigue siendo continua en el contexto de la cultura y la misma sociedad universal. Pero por vez primera, tras la posguerra, el pueblo andaluz reclama su homenaje. Ese pueblo auténtico que hoy podrá reunirse en Fuentevaqueros, donde nació, para rendirle su auténtico homenaje. Porque, por encima de cualquier -ya tardío- reconocimiento oficial, Federico es, siendo y habiendo sido, la auténtica figura, el auténtico símbolo del más amplio frente cultural andaluz. Puntos neurálgicos de ese frente han sido en estos días, Casares y Fuentevaqueros, aunque con distinta suerte y signo cada uno. Y es que Andalucía, la Andalucía de Federico, sigue siendo un imperio espiritual, ilimitado y esparcido, castigado y usurpado, pero siempre suyo, y que ha cargado con una eterna librea de servidumbre, a través de toda la historia oficial de España. Mucha historia de esa conoció la tierra que rodea Granada, y que pisamos cada vez que nos acercamos a su médula. Detrás queda Fuentevaqueros, el pueblo de Federico, y mil caseríos que pintan de blanco el verde limpio de la vega. Blanco y verde, de cortijos sobre césped. Colores que quieren volver a ser bandera de una Andalucía que reúne la síntesis más acabada de todas las aptitudes del pueblo español, cualificadas por la característica especial que imprime el medio andaluz. Pero aquel gran pensador malagueño, Adolfo Reyes, decía, y con razón, qué Andalucía, sin dejar de ser Andalucía, es toda España y siempre España.Y fruto de ese pueblo, granadino y andaluz, que hoy, al fin, quiere honrarle, es Federico. Su juventud, con todo su mundo poético, empieza y acaba con él. Pero lo que no acabó con él es su santo y seña, su rastro, su parentesco espiritual con la joven y actual poesía española, su presencia en nuestro universo cultural y su imperecedero recuerdo y símbolo en nuestro pueblo, que gracias a él y a la fuerza de su símbolo, se considera entero y Ileno de ansias de libertad.

Sin rencor sin histrionismos, sin aspavientos, hemos de recordar hoy esa presencia de Federico en el pueblo español. Ese homénaje popular debe, ser el más vivo poema andaluz a un Federico robado. Un Federico que, en plena juventud convertía cada pensamiento, cada juicio, en inmediata y generosa acción social. Y esto no se olvida. Fuentevaqueros, Granada, Andalucía y España entera, lanzan hoy, de nuevo, su llanto por el poeta muerto, pero vivo. en su memoria. Desde ahora nuestro homenaje será de dolor, pero no de rencor. Será, y debe ser un grito poético que, desde Andalucía llegará sin duda alos confines del mundo.

Pero cuando Fuentevaqueros festeja, Víznar queda triste. Dicen que mataron a Federico a tres de la mañana. Hora de seguiriya gitana. Pero después de muerto, su canto, su, símbolo, nos queda. Por ello recordemos hoy, aniversario de su nacimiento, su obra, fusilada casi a media página, y preparemos, ya, de una vez para siempre, ese homenaje popular que Antonio Machado nos indicó, entre versos mutilados y llenos de tragedia y esperanza:«Labrad, amigos, / de piedra y sueño en la AIhambra,/ un túmulo al poeta, / sobre una fuente donde llore el agua..."

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