Ford pide más créditos para defensa
Decididamente, 1976 será un buen año para los fabricantes de material militar. Porque si en Ginebra se habla del desarme o de la limitación de las armas estratégicas, en la capital de los Estados Unidos se nos informa todas las semanas que la Administración solicita créditos especiales para la defensa.
En efecto, Donald Runisfeld, jefe del Pentágono, declaró a los representantes de los medios informativos que el presidente acababa de pedir a las Cámaras unos 1.174 millones de dólares para la modernización de las fuerzas navales de los Estados Unidos. Hace apenas unos días, durante su campaña en Texas, el presidente había pedido otros 322 millones, destinados a la producción de cohetes Minuteman.
La verdad es que la «modernización» de la Navy se limita a la compra de cuatro fragatas, unos estudios sobre la viabilidad de los aviones utilizados por las fuerzas navales y la construcción de un nuevo portaaviones nuclear, que los expertos desaconsejan, porque lo consideran demasiado vulnerable.
En todo caso, si el Senado y la Cámara de Representantes aceptan las propuestas del jefe de la Casa Blanca, el presupuesto del Pentágono para los años 1976-1977 podría alcanzar la impresionante cifra de 114.000 millones de dólares. El señor Runisfeld aseguró que esa modernización es indispensable si se desea mantener el equilibrio militar con Rusia.
Sin embargo, el consejero de Rumsfeld para las SALT (Conversaciones para Limitación de Armas Estratégicas), James P. Walde, estima que no se ha registrado aumento alguno del potencial naval de la URSS desde la presentación, el pasado mes de enero del nuevo programa de construcción de barcos de guerra estadounidenses.
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