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Premios Goya
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las actuaciones de los Goya: Bisbal fue un máquina, Estopa honró a Los Chichos y ‘Se acabó’ sonó poderosa

La gala homenajea a Raphael, María Jiménez o Concha Velasco y deja un estremecedor dúo entre Sílvia Pérez Cruz y Salvador Sobral

David Bisbal durante su homenaje a Raphael con 'Mi gran noche'.
David Bisbal durante su homenaje a Raphael con 'Mi gran noche'.Jaime Villanueva
Carlos Marcos

Raphael, Los Chichos, María Jiménez, Concha Velasco... Los números musicales de la ceremonia de los Goya, celebrada este sábado en Valladolid con el triunfo de La sociedad de la nieve (12 premios para la película de Juan Antonio Bayona), honraron a la música popular española de feria y fiesta, esa que nos representa y que conviene recordar en toda su riqueza para confrontarla a la siempre tenaz colonización anglosajona.

Las actuaciones de la gala de los premios del cine español son siempre sorpresivas y afortunadamente poco se parece el concepto a otras ceremonias de galardones, ya sean musicales, televisivas o cinematográficas, donde la mayoría de los artistas se limitan a ofrecer su última canción o su gran éxito. Pura y perezosa promoción de uno mismo. Sin embargo, en los Goya se tiene la buena costumbre de interpretar versiones o de realizar colaboraciones casi siempre chocantes y, por lo tanto, interesantes. Así fue en esta edición y que siga, por favor. Este es el balance...

David Bisbal y Amaia, la gran pareja kitsch

Podemos poner mil pegas a la música de David Bisbal, pero lo que no se puede cuestionar es su entrega, su condición de currante y que se ha trabajado una imagen que básicamente consiste en ser Bisbal: ¿cómo están los máquinas? Pues estamos bien, viendo cómo el almeriense afrontó una versión de Mi gran noche, de Raphael, con un sonido ochentero y rodeado de bailarines. Empezó Amaia Romero con un piano juguetón y una sonrisa picarona, demostrando lo bien que se le dan las versiones a una cantante que con solo 25 años ya ha participado en tres ceremonias de estos premios. Y luego invadió (literal) el escenario Bisbal, que como si estuviese en un concierto se dirigió a la audiencia: “¿Cómo suena? ¡No se os oye!”. Había que ver a Sigourney Weaver sonreír y mirar a un lado y a otro para admirar cómo cantaba el público. Bienintencionado y con esa voz impostada, que ya es la voz impostada de Bisbal, se esforzó para que los organizadores no se arrepintiesen de su inclusión en la gala. Y lo consiguió, qué caray. Sin duda uno de los momentos más kitsch de la historia de las galas de los Goya.

Estopa, con zapatillas y por Los Chichos

No se liaron mucho David y José en su primera aparición en los Goya. ¿Quién es su grupo favorito? Pues eso: apostaron por Quiero ser libre, de sus adorados Los Chichos, banda que por cierto afronta este año su gira de despedida. Vaqueros, zapatillas de deporte, camisetas. Así se presentaron los hermanos Muñoz. Todo el mundo con sus mejores galas y ellos apenas una chaqueta. Así son ellos. Los acompañó una banda espectacular, la suya, y los secundó a los coros la fenomenal voz flamenca de Chonchi Heredia. Solo resultó efectiva la versión y David demostró que tiene que poner a punto su voz para la inminente gira del dúo.

El homenaje de Ana Belén a Concha Velasco donde sobraron Los Javis

No podía faltar el homenaje a Concha Velasco, fallecida en diciembre. Se encargaron los presentadores. Comenzó Ana Belén con Chica Ye-Ye y luego la fusionó con Mamá, quiero ser artista, ambos éxitos de Concha Velasco. Estuvo bien la veterana cantante, con algún fallo en el micrófono que pasó desapercibido gracias a su elegancia y esa voz repleta de recursos. Luego salieron Los Javis e intentaron cantar, pero solo gritaron. Es saludable eso de hacer el gamberro sobre el escenario, pero más prudente reservarlo para una fiesta privada. “Hemos cantado medio bien ¿no?”, dijeron más tarde Calvo y Ambrossi en otra fase de la gala, y sonó a disculpa.

El ‘Se acabó’ de María José Llergo, India Martínez y Niña Pastori

Tres cantantes flamencas femeninas, descomunales, homenajeando a la voz y personalidad indomables de María Jiménez, que falleció en septiembre. María José Llergo, India Martínez y Niña Pastori interpretaron Se acabó, ese himno de fuerza femenina ante los desmanes machistas. Empezó la canción espectral, con la embriagadora voz melismática de Llergo, y enseguida se convirtió en una fiesta. Las tres, subidas en unas plataformas y empastando sus voces por rumba. Estuvieron sensacionales. Buena idea el juntarlas para interpretar una canción tan pertinente hoy y siempre.

Precioso ‘In Memoriam’ de Salvador Sobral y Sílvia Pérez Cruz

Ya han colaborado en otras ocasiones Salvador Sobral y Sílvia Pérez Cruz. El vídeo de Em Moro, un tema que comparten en el último disco de la catalana, con los dos cantando sentados en el suelo del estudio y llorando, es absolutamente estremecedor. Voces extremadamente sensibles, dolientes, íntimas. Se pusieron a cantar en la parte final de la gala y se abrió un paréntesis en nuestras vidas. Protagonizaron el In Memoriam con el tema Procuro olvidarte, una pieza de Manuel Alejandro (otra vez el maestro) y Ana Magdalena muchas veces versionado. Entre otros por Hernaldo Zúñiga, Raphael, Rocío Jurado o Alejandro Fernández. Acompañados por una violonchelista, fue la canción más emocionante de la gala.

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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