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La propuesta popular contra la tauromaquia empieza un complicado trámite en el Congreso que el PSOE tendrá que resolver

La abogada Cristina Ibáñez defendió la iniciativa en la Comisión de Cultura. Con PP y Vox en contra y la izquierda a favor, la posición de los socialistas será decisiva

Protestas contra las corridas de toros
Sergio C. Fanjul

“Las autonomías y los ayuntamientos ya son mayores de edad para decidir si quieren corridas de toros o no en sus territorios. Queremos desblindar la tauromaquia, devolver las competencias a esos territorios que no pueden decidir”, dijo la abogada Cristina Ibáñez García, representante de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) No Es Mi Cultura en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados.

La ILP No Es Mi Cultura trata de desproteger la tauromaquia y que se deje de considerar Patrimonio Cultural, derogando la Ley 18/2013. De esta manera, las comunidades y municipios tendrían competencia sobre esta materia y podrían prohibir las corridas de toros y otros espectáculos taurinos (que además quedarían fuera del Bono Joven Cultural, según ha declarado el ministro de Cultura Ernest Urtasun). Este martes Ibáñez García defendió el texto ante los diputados de los diferentes grupos, antes del debate que tendrá lugar en el Pleno.

“La evolución de la sociedad nos ha llevado a un descenso del número de festejos con muerte del animal y de la asistencia a los mismos, a pesar de las subvenciones que se dedican a fomentarlos”, dijo la abogada. “La cultura no puede servir de excusa para la violencia, tenemos claro que la cultura no se impone, la cultura se elige”, añadió. Más del 70% de los españoles repudia las corridas de toros y otros espectáculos con maltrato animal, según los datos del estudio Percepción de los animales y la naturaleza de la Fundación BBVA.

Los portavoces de ERC o Sumar mostraron su apoyo a la ILP. “Defendemos una cultura que no huela a sangre, a tortura. La tauromaquia funciona porque existen chiringuitos públicos que las están untando”, dijo Nahuel González, portavoz de Sumar, que puso como ejemplo a seguir el modelo de Colombia, donde se prohíbe la tauromaquia y los espectáculos de maltrato animal, aunque se busquen vías de reconversión laboral para los afectados del sector.

En febrero se entregaron las 715.606 firmas de la ILP, de las que la Junta Electoral Central ha certificado 664.777 como válidas. Los promotores presumen de que se trata de un 32,91% más que las firmas conseguidas por la ILP taurina de 2012 que declaró la tauromaquia como Patrimonio Cultural: lo que se pretende deshacer. Y también aseguran que entre los firmantes, además de encontrarse personas de todos los territorios y de toda edad, hay personas de toda sensibilidad política. “También de PP y de Vox”, dijo Ibáñez.

El debate se centró más en los grandes temas de discusión en torno a la tauromaquia que en lo que propone la ILP: devolver a ayuntamientos y comunidades el poder de decidir. Así, los portavoces de PP y Vox utilizaron el habitual argumento de autoridad cultural: figuras como Lorca, Goya, Alberti, Camarón o Joaquín Sabina retrataron o disfrutaron de los toros, con la reciente adhesión a la lista del cineasta Albert Serra y su polémico documental Tardes de soledad, sobre el torero Andrés Roca Rey.

Para Vox la tauromaquia es un pilar fundamental e irrenunciable de la identidad española. Su portavoz, José Ramírez del Río, alegó que “no tratan de quitarle dinero a los festejos taurinos, sino de prohibirlos: usted ha dicho que la cultura no se impone, se elige; pues hay muchos millones de personas que eligen asistir a festejos taurinos, espectadores que van y pagan su entrada”. Hizo hincapié en el “efecto rebote” que hace que los toros estén ganando seguidores entre los jóvenes. A este respecto, el portavoz de Sumar, Nahuel González, relacionó esa presencia juvenil en las plazas con el auge de la extrema derecha entre los jóvenes varones y también mencionó la curiosidad de que el agitador ultra Alvise Pérez no apoye la tauromaquia.

“¡Esto es una ley de censura!”: más dura fue, curiosamente, María Soledad Cruz-Guzmán, del PP. “Puede que parezca molesta o incluso enfadada, porque lo estoy: esto viene a patear nuestra Constitución, a imponer un tipo de cultura”. La portavoz equiparó la tauromaquia con la cultura y a los que se oponen con la ignorancia. “El valor cultural de la tauromaquia es incontestable: ¿Somos bárbaros los taurinos o somos personas cultas?”. Además de ofrecer otros argumentos habituales, como el buen trato que el toro recibe en la dehesa o la economía que genera. “Y no pongan la excusa del conflicto competencial cuando quieren prohibir la tauromaquia”, añadió, muy jaleada por los compañeros de partido que la rodeaban y que no tuvieron remilgos en reírse de la ponente cuando les discutió el taurinismo de Goya (un tema que también fue objeto de bastante discusión espuria).

Con partidos como PP y Vox en contra, y Sumar, Podemos o ERC a favor, la posición del PSOE será determinante. Su portavoz, Marc Lamuá, mostró una posición equidistante (que le criticaron desde Sumar) y denunció el tono de “batalla cultural” de los intervinientes: “La cultura no es un campo de batalla, sino un ágora de encuentro. Simplificar un hecho cultural como es la tauromaquia a un acto atendido por ‘casposos’ o ‘seres de luz’ es injusto porque distorsiona y polariza antes de que podamos tener un debate sosegado”.

El socialista quiso mostrar su respeto para las personas que han levantado la ILP y las que han firmado: “Hay un grueso de la población que pide que debatamos sobre un tema en concreto, no es de recibo hacer oídos sordos”. Reivindicó tratar la tauromaquia con respeto, por lo que ha significado en la cultura española, pero reconoció que “la cultura no se conserva en formol, algunas tradiciones de la Humanidad ya no están, otras se han recuperado. La democracia no está para conservar como inmutable lo que fuimos, sino para decidir lo que queremos ser”.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.
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