Los Globos de Oro 2025, la noche dorada de ‘Emilia Pérez’, ‘The Brutalist’ y de ‘Shogun’
El narcomusical de Jacques Audiard logra cuatro premios, aunque no para la española Karla Sofía Gascón. En series, triunfan el drama feudal japonés, así como ‘Hacks’ en comedia y ‘Mi reno de peluche’ como miniserie
Bajo los 22 grados del sol californiano y con una fuerte protección policial se celebró, en la tarde del 5 de enero, la 82ª edición de los Globos de Oro. El hotel Beverly Hilton desplegó su alfombra granate para los más de 1.300 invitados a la cena y fiesta donde se otorgan los primeros grandes premios de la temporada. Esta vez, y al contrario que otros años, los galardones resultaban menos obvios, sobre todo los de cine, lo que dio emoción a la gala. Se repartieron mucho más entre series y películas: cuatro logró Emilia Pérez, y tres The Brutalist, mejores películas de comedia-musical y drama, respectivamente. En series Shogun logró cuatro, Hacks, dos y Mi reno de peluche, otros dos, repitiendo el esquema de los Emmy. Los Globos de Oro demostraron su poderío, ya muy lejos de la polémica de hace cuatro años, cuando un escándalo destapó prebendas y falta de diversidad en la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que los organiza. En 2022 optaron por una ceremonia discreta y de control de daños que no se emitió en televisión. El año pasado recuperaron brío y este 2025, ya con un cuerpo de votantes más amplio (334), una fundación benéfica y comprados por una empresa que tiene en su cartera medios como Rolling Stone, Deadline, The Hollywood Reporter y Variety, su fuerza se hace notar.
Como en toda gran gala hollywoodiense que se precie, todo empezó con una larguísima alfombra roja de más de tres horas de duración cargada de glamour, que no se perdió ni una estrella de Hollywood (o casi, porque Javier Bardem se la saltó, igual que la entrega). La siempre impecable Cate Blanchett, Nicole Kidman y su altísima coleta, Angelina Jolie junto a su hija Zahara, Karla Sofía Gascón con un vestido naranja hecho a medida y a su deseo por Anthony Vaccarello (como explicó al subir a por el galardón a mejor película, “he escogido estos colores porque la luz siempre gana”), Salma Kayek, al grito de “¡Viva México!”, Demi Moore, Nicolas Cage, Diego Luna, Kerry Washington, Kate Winslet, Ariana Grande, las hermanas Elle y Dakota Fanning, Jodie Foster, Andrew Garfield, Sharon Stone, Naomi Watts, Ewan McGregor... Tampoco se la perdieron decenas de agentes de policía que patrullaban por ella: el ataque terrorista del 1 de enero en Nueva Orleans ha reforzado más si cabe los controles de seguridad en Beverly Hills y en todo el condado de Los Ángeles, especialmente en un evento así.
La noche empezó con sonrisas y lágrimas. Las risas las puso Nikki Glasser, la presentadora, con un discurso irónico pero accesible, muy del gusto de los espectadores estadounidenses, amantes de un humor ácido pero más bien blanco. Habitual del formato de roasting, donde se ataca a un personaje, se metió con varios de los presentes, de Selena Gomez a Timothée Chalamet, del que dijo que su nombre parecía salido de un chiste de Adam Sandler, y el propio Sandler le siguió el rollo, claro. Durante la gala, se cambió de ropa innumerables veces (de hecho, en cada una de sus apariciones). Además, los presentadores estuvieron ágiles y divertidos, desde Demi Moore y Margaret Qualley, que aparecieron juntas —en contra de lo que dictaría el guion de su película La sustancia—, a la química entre Michelle Yeoh y Jeff Goldblum o entre Akwafina y Melissa McCarthy.
Las lágrimas llegaron poco después, con el primer premio de la noche, que fue a parar a Zoe Saldaña, mejor actriz de reparto por Emilia Pérez, que partía y triunfó como favorita de la noche. “Mi corazón está lleno de agradecimiento. Gracias a los Globos de Oro por honrar esta película y a las mujeres de Emilia Pérez. Es la primera vez para mí y estoy orgullosa de compartirlo con mis compañeras”, decía, sin parar de llorar, y con esas compañeras también emocionadas en la mesa. “Sois magia, todas sois magia, gracias. Merci beaucoup, monsieur [Jacques] Audiard, eres tan francés, tan chic, tan confiado”, seguía, en agradecimiento a su director, entre las risas del público. A su coprotagonista, Karla Sofía Gascón (quien finalmente no ganó), le decía: “Nadie como tú podría haber interpretado a Emilia Pérez, eres única, reina, reina”. El mejor actor de reparto de drama fue para Kieran Culkin por A real pain, que volvió a traer la carcajada.
En cine, el narcomusical francés de Audiard empezó fuerte gracias a Saldaña, cuya interpretación también le dio el premio a la mejor canción por El mal; además, se llevó los premios a mejor película de habla no inglesa y a comedia-musical: “No tengo hermanas, quizá por eso he hecho una película sobre la hermandad, el mundo iría mejor con ellas”, afirmó su director, Jacques Audiard. En comedia o musical, triunfaron Sebastian Stan (doblemente nominado), por A different man, y Demi Moore, por La sustancia. La intérprete, de 62 años, reconoció en un poderoso discurso que no lo esperaba, y contó emocionada que en toda su carrera este era su primer premio, y que hace unos años pensaba que su carrera estaba acabada. “Celebro esto como un recordatorio de a dónde pertenezco”, afirmaba, entre aplausos. El mejor director fue Brady Corbet, por The Brutalist, que también ganó a mejor película (”¡Tenía un discurso preparado, no dos!”, afirmaba Corbet entre risas) y a mejor actor con Adrien Brody.
Otra gran sorpresa la dio la actriz Fernanda Torres, por Aún estoy aquí, que adelantó por la derecha a nada menos que Angelina Jolie, Nicole Kidman, Kate Winslet, Pamela Anderson y Tilda Swinton como mejor intérprete de drama: “Quiero dedicárselo a mi madre, que estuvo aquí hace 25 años”, afirmaba entre lágrimas la hija de la gran dama de la interpretación brasileña, Fernanda Montenegro.
El mejor guion fue a parar a la estratagema papal de Cónclave, basado en una novela de Robert Harris de 2016. Ante las recientes críticas sobre si se trata de una película contra la religión católica, su guionista, el dramaturgo británico Peter Straughan, afirmaba: “No creo que sea anticatólica, me crie como católico. Creo que el mensaje es el de la iglesia volviendo a buscar la llamada espiritual, porque lidia fuertemente con el poder”. El año pasado se creó el premio de mejor logro de taquilla, que si en 2023 fue a parar al éxito rotundo de Barbie, este ha recaído en Wicked. La mejor banda sonora fue para Rivales.
En televisión, por la parte de drama triunfó Shogun como mejor serie, pero sobre todo gracias a tres de sus actores, Anna Sawai, Hiroyuki Sanada y Tadanobu Asano. ”¡Estoy muy feliz, estoy muy feliz!”, gritaba sin parar de sonreír este último. “Si yo puedo hacer esto, todo el mundo puede hacerlo”, comentaba luego divertido ante la prensa.
En comedia televisiva, pocas sorpresas y algunas repeticiones: las de Jean Smart, en su segundo galardón por su papel de la déspota y venida a menos Deborah Vance en Hacks; y el de Jeremy Allen White (que no acudió a la gala), el tercero consecutivo por el del estresado cocinero Carmy Berzatto de The Bear, que la presentadora, Jennifer Coolidge, decidió llevarse por él.
La mejor miniserie (llamada oficialmente serie limitada) fue para Mi reno de peluche, así como la mejor actriz de reparto, por la historia real vivida, escrita, dirigida e interpretada por Richard Gadd. “Necesitamos historias que hablen de lo complicado”, argumentaba Gadd, ante los aplausos del director ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos. En esa categoría, Colin Farrell se alzó como mejor actor por El pingüino (“Me encanta trabajar con actores, directores, productores, con maquilladores... Me considero increíblemente afortunado, pero no en la cima de ninguna montaña”, afirmaba ante los periodistas, agradecido de tener trabajo en una profesión tan compleja); y Jodie Foster como mejor actriz por True Detective.
La mejor película de animación fue, con toda sorpresa, para la letona Flow, un mundo que salvar, y la mejor actuación de stand up fue para Ali Wong, que ya ganó el año pasado como actriz por Bronca. Con ellos, se repartieron las 27 preseas, y la temporada de premios dio su verdadero pistoletazo de salida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.