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Una brillante generación de mujeres españolas jóvenes está grabando pop de altura

Nombres como Alba Morena, Judeline, Travis Birds o Alice Wonder conforman una escena con vasos comunicantes: buenas voces, textos que hablan de las inquietudes de los veinteañeros y respeto por los clásicos

Alba Morena, el pasado 11 de abril en el camerino de la sala El Sol (Madrid), antes de su concierto.
Alba Morena, el pasado 11 de abril en el camerino de la sala El Sol (Madrid), antes de su concierto.INMA FLORES
Carlos Marcos

Resulta paradójico comenzar un reportaje sobre cantantes veinteañeras citando a un grupo que se fundó cuando ellas no habían nacido. Pero aquí estamos, en la sala El Sol de Madrid, escuchando la cristalina voz de la catalana Alba Morena (24 años) acariciando la letra de Quédate en Madrid, de Mecano. “Qué canción más bonita ¿no?”, dice la artista cuando el tema acaba a un público al que le ha faltado suspirar durante la interpretación. “Ojalá la hubiese escrito yo. Pero no: es de José María Cano”, continúa Alba Morena. Seguramente muchos de los jóvenes que llenan la sala no hayan escuchado nunca el nombre de ninguno de los integrantes de Mecano.

Cuatro días después, Alba Morena, sentada en una terraza del centro de Madrid, donde se mudó hace un año desde su Salou natal, justifica su mirada por el retrovisor: “Estamos en un momento de mucha despersonalización, quizá por influencia de las redes sociales. Lo que más cuesta hoy es encontrar cosas que tengan profundidad. Existe muchísima música, pero buena parte de ella es superficial. Por eso miro al pasado, para encontrar letras y músicas de calado: Antonio Vega, Robe Iniesta, Violeta Parra, Silvio Rodríguez, Mecano…”.

La gaditana Judeline actuando en el festival Cala Mijas en septiembre de 2023.
La gaditana Judeline actuando en el festival Cala Mijas en septiembre de 2023. Pablo Gallardo (Redferns)

Morena pertenece a una generación de cantantes y compositoras españolas con características comunes: mujeres, juventud, voces brillantes, textos trabajados que expresan lo que sienten los jóvenes hoy y apertura musical para exponer una mezcla de géneros que no admite las líneas rojas. La lista es larga: Valeria Castro, Judeline, Travis Birds, Ede, Alice Wonder, Alba Morena, Amore, Sara Sístole… La periodista Marta España (29 años) lleva tiempo informando sobre estas artistas en publicaciones como Rockdelux y tiene un diagnóstico: “La falta de referentes en un nicho históricamente marcado por cuartetos de pop-rock masculinos ha hecho que la nueva hornada de mujeres busque modelos lejanos y particularidades estilísticas fuera del propio circuito”, cuenta por teléfono.

Judeline es una joven gaditana de 21 años con un puñado de canciones editadas (la última Mangata…) y cuyo primer disco se publica después del verano. A pesar de su poco bagaje musical, su proyecto ya ha atraído a festivales como Cala Mijas y sus conciertos se llenan. “Creo que se ha derribado una barrera: la de copiar lo que se hace de Estados Unidos y otros países. Las mujeres españolas de mi generación estamos muy inspiradas en el folclore y también en el pop y rock de los ochenta, en la música de la época de nuestros padres que luego nosotros fusionamos con sonidos actuales”, dice Judeline por videollamada mientras se seca la melena después de una ducha.

Si la mirada al pasado en busca de una narrativa potente está ahí, también existe una ruptura con el contenido de esa narrativa. En la canción Yo te quiero pero, Alba Morena habla de salud mental y del autocuidado como prioridad. Todo, confrontado al atosigante mundo consumista que vivimos desde hace décadas. “Yo te quiero, pero tengo que producir”, canta la catalana, que en este terreno sí ve una brecha con moldes anteriores. “Es un avance que hemos hecho sobre la gente de la edad de mis padres. Ellos no tenían tiempo para llorar, porque llorar era para los débiles. El mensaje era: cállate y trabaja. Dicen que nosotros somos la generación que nos hundimos ante cualquier cosa. Bueno, creo que somos la primera generación que miramos hacia la espiritualidad, que es un despertar de la conciencia para valorar la vida donde es muy importante el autocuidado mental”, explica. Y añade: “Ahora crecemos más lento. Mi madre me dice alguna vez: ‘Yo con tu edad ya estaba casada y embarazada’. Está claro que yo con 24 soy mucho más niña de lo que era mi madre para sus padres a esa edad. Nos cuesta más hacernos adultos, también porque nos cuesta más comprarnos una casa, con los sueldos que hay y con lo que cuestan. Yo me veo muchísimo más niña que mi madre. En muy poco tiempo ha cambiado todo muchísimo”.

Todas son mujeres y jóvenes, un colectivo al que desgraciadamente todavía le cuesta más esfuerzo abrirse camino. Marta España lo explica así: “Son proyectos unipersonales donde ellas procuran tomar las riendas en la mayor parte del proceso. En mi opinión, es un comportamiento muy asociado a aquello que narra Virginia Woolf en Una habitación propia: las mujeres no pueden ocupar el espacio de los hombres, así que necesitan uno propio en el que moverse como les plazca”. La madrileña Travis Birds (33 años), con tres discos ya editados, cree que esta escena es producto de “un movimiento general de la sociedad de empoderamiento femenino”. Judeline detalla: “Siento que al ser mujer tienes que dar más explicaciones. Debes demostrar el triple las cosas y estar más expuesta a las críticas. Aunque haya hoy mucha más conciencia feminista, por la educación machista que nos ha dado la sociedad se critica más a una mujer que a un hombre. Sí, está claro que al ser mujer y joven sientes que te toman menos en serio”.

Travis Birds posa en una calle del centro de Madrid, en enero de 2022.
Travis Birds posa en una calle del centro de Madrid, en enero de 2022. JUAN BARBOSA

Algunas de estas artistas provienen de entornos académicos (Alba Morena) o se han formado en familias de músicos (Alice Wonder o Judeline). Este conocimiento les alienta a producir su propia música. Morena se ha instalado en un pequeño estudio en su piso alquilado de Legazpi (centro-sur de la capital) y “está enganchada” a la elaboración de música para ella o para otras cantantes. Miman los textos hasta conseguir un universo personal. Por ahí trascienden. A Birds le impulsó a escribir “una época horrible”, con 19 años. “Estaba amargada y empecé a actuar en modo automático, sin pensar. Y eso me llevó a no valorar si podía o no tocar un instrumento, o si podía o no escribir. Empecé a hacerlo para disfrutarlo y sin pretensiones. Y fue un estallido: me encontré a mí misma”, cuenta por teléfono. Por medio de sus experiencias vitales, Birds conecta con un público que ha pasado por situaciones similares. En último trabajo, el alabado Perro deseo, el hilo conductor es el deseo: poner en un primer plano la parte animal del ser humano.

Aceptan el reto del folclore, pero siempre matizado, más ligero que en propuestas como la de Rozalén o Sílvia Pérez Cruz. La voz de Alba Morena formula giros copleros, y en Judeline surgen pespuntes de flamenco… “El folclore español es un tesoro absoluto. Me gusta coger de vez en cuando esos rasgos”, señala Travis Birds. Otra de las peculiaridades es lo poco amigas que son de las clasificaciones por géneros musicales, como señala Birds: “Me intento alejar de las etiquetas. Valoro la música en general, estoy abierta a todos los estilos y a lo mejor dentro de unos años estoy grabando algo que no tiene nada que ver con lo de ahora”.

Valeria Castro (Canarias, 24 años) firmó uno de los mejores discos del año pasado para Babelia. El álbum se llama Con cariño y con cuidado y descubre a una cantante en plenitud vocal a pesar de la juventud. En este trabajo la compositora se amarra a su tierra, La Palma, y convierte en bella poesía una tragedia como la erupción del volcán Tajogaite de 2021, que afectó a la casa de su abuela. De este episodio surgen canciones incluidas en el disco, como Raíz o Un hogar. “Crecer en una isla es ser consciente de los límites que hay alrededor y por ello fijarte más en las cosas pequeñitas”, ha contado Castro. De un lugar recoleto es también Judeline, de Los Caños de Meca (Cádiz), de apenas 300 habitantes. Allí se crio y le dedica unas canciones que huelen a mar y a tierra, siempre pasadas por sonidos actuales: Trafalgar (inspirada en el faro de la zona) o Marisucia, el nombre de la playa pegada a su casa. “Viví en Los Caños hasta los 17 años”, cuenta. “Mis padres todavía residen allí. Se compraron hace 50 años un terrenito enano e hicieron unas casas y ahora las alquilan”. Judeline asume que no fue fácil crecer en un lugar tan pequeño. Recuerda viajes en autobús interminables para llegar al colegio, localizado en pueblos más grandes. “Como mi padre es venezolano yo nunca he ceceado. Era la única en la clase que no lo hacía, y me marginaban. Pero cuando me alejé de allí [ahora vive en Madrid] empecé a valorar mi tierra. Por eso tengo canciones donde revivo las sensaciones de crecer allí”.

Alice Wonder actuando en La Riviera en enero de 2023.
Alice Wonder actuando en La Riviera en enero de 2023. Aldara Zarraoa (Redferns)

Para subrayar su filiación a su tiempo, algunas experimentan con el autotune: buenas voces que abrazan una herramienta muchas veces (y equivocadamente) relacionada con gente que no sabe cantar. Judeline apunta: “Me gusta mucho cómo se adapta el autotune. Es un recurso más. Lo utilizo como una herramienta musical y sin abusar”. La cantante de Los Caños cuenta que entre lo que más escucha los últimos meses están Nino Bravo y Julio Iglesias. “La letra y la interpretación de Me olvidé de vivir me parece una genialidad”, apunta.

Alba Morena abraza propuestas de hoy, como James Blake y Caroline Polachek, pero su concierto de la sala El Sol, en ese que versionó a Mecano, comenzó con un audio de una entrevista de 1991 a Antonio Vega, donde el compositor de El sitio de mi recreo explica con su voz honda: “Es un mundo difícil el de la música, y en España particularmente difícil. Se trata de no venirse abajo nunca por las zancadillas que te puedan poner, hacer las cosas con la mayor honestidad posible, dar rienda suelta a la imaginación y ser lo más honrado posible con uno mismo. Creer en lo que haces firmemente y seguir con ello hasta el final”. Así funcionan ellas.


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Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.
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