Judeline: “Con las mujeres jóvenes hay demasiado paternalismo. A mí me ha cansado ya”
Creció en Los Caños de Meca y con 17 años se fue a vivir a Madrid con un objetivo claro: labrarse una carrera musical. Ahora, con 20, prepara su debut sin miedo a la etiqueta de gran promesa de la música, pero convencida de que tocará en Coachella.
Lara Fernández creció en Los Caños de Meca, Cádiz, pero su nombre artístico, Judeline, viene de Ey Jude, la canción preferida de su padre. “En mi casa se escuchaba mucho a los Beatles, Camarón, Chet Baker… A Los Caños nada, los descubrí supermayor”, dice con su risa de grillz dorados esta joven de 20 años que, sin haber publicado aún su primer elepé, se ha convertido en una figura recurrente en festivales (este año, entre otros, ha actuado en Lollapalooza Argentina, Primavera Sound o BBK Live). Y en un nombre en boca de los gurús de la escena musical: en 2020 Alizz la incluyó en su proyecto Desclasificados, Rosalía se ha declarado fan y hace unos meses el puertorriqueño Tainy le pidió que estuviera en los coros de Obstáculo, su tema con Myke Towers. Ella no se ha dejado llevar por las prisas que mandan hoy, está cocinando poco a poco, espera que para 2024, su álbum de debut. “Es difícil hacer las cosas con tiempo. Siento que los temas que he hecho hasta ahora no voy a querer sacarlos después, porque habrá una evolución. Y siento también que estoy acostumbrando a mis oyentes a que mi consumo no sea rápido, que cada cosa que salga tenga un sentido y una propuesta”, analiza. Mientras, continúa curtiéndose a base de directos: el 22 de septiembre actuará en el WiZink Center de Madrid, dentro de Spotify Equal Fest, un concierto dedicado a fomentar la igualdad de género en la música en el que participarán Nathy Peluso, Lola Índigo, Natalia Lacunza y Ptazeta.
Dice que su abuela se pasaba el día cantando flamenco…
La madre de mi madre, gran fan de Lola Flores. Ella me enseñó de pe a pa La zarzamora, creo que es de las primeras canciones que aprendí. Y luego cantaba muchas canciones que eran como leyendas, historias, una de una garza y una princesa…
La zarzamora es una canción de desamor, como su sencillo Canijo, ¿la pena da las letras más inspiradas?
Sí, no sé por qué será que el desamor tiene una fuerza potente.
Describe el tema como “un funk brasileño de Barbate”, ¿va a experimentar con más ritmos latinoamericanos?
Sí, mi padre es venezolano y he crecido escuchando joropos y tonadas, es algo que siempre me mola un montón y soy muy fan de las culturas. Me encanta vivirlas y escucharlas, voy a cantar con todos los géneros que pueda de la forma más respetuosa posible.
¿Tiene sentido hablar de apropiación cultural en la música?
Yo como andaluza al principio, cuando era un poco más adolescente y conocía menos el mundo, me ofendía cuando alguien de pronto utilizaba nuestro acento o hacía flamenco. Pero al final es estúpido pensar que somos dueños de nada. Ni siquiera el flamenco es nuestro, viene de la India, de la mezcla árabe, de Rumanía… Todo es una evolución, culturas que se mezclan, y creo que lo bonito está en darlo a conocer y que no se pierda, pero con respeto y sabiendo qué es lo que cantas y de dónde viene.
¿Es importante que lo local se vuelva global? Ahora está pasando con el regional mexicano gracias a los corridos tumbados, a Peso Pluma o Natanael Cano.
Sí, creo que es importante. Yo siento que no hago música folclórica, no llevo tanto la bandera andaluza, pero sí que me encantaría representar nuestra jerga, nuestro lenguaje, nuestro acento.
¿Qué suena en su lista de reproducción?
Tengo a Las Chuches, Junior H, así las últimas que he guardado, MC Kevin o Chris, Lana del Rey, Zizzy con Jay Lee y D’Angelo.
Desde niña quería ser artista, ¿quiénes eran sus referentes?
Me guiaba mucho por Disney y todo lo que veía en la tele… Hasta Menuda noche, de Juan y Medio. Cuando salía Abraham Mateo yo quería ser niña artista también y salir en la tele…
¿Les pidió a sus padres que la dejaran ir?
Todos los días, no sé por qué nunca me dejaron. Era mi sueño, pero nunca cumplí el ser una de las niñas de la escalerita de Juan y Medio. También quería ir a La voz, en verdad me alegro de no haber ido porque creo que me hubiera dado bastante lache.
¿Se presentaría al Benidorm Fest para ir a Eurovisión?
No, este año me lo decían todo el rato, pero no iría. No me veo en Eurovisión, no creo que sea el tipo de artista que pega ahí.
Tener las cosas tan claras desde tan pequeña, ¿ha sido un problema? Ha contado que en el colegio sufrió bullying.
Creo que el bullying que sufrí fue más por mi personalidad que por querer ser artista. Era una niña muy soñadora, que hablaba mucho, que destacaba. Mido 1,80, nunca he pasado desapercibida.
A los 17 se puso el mundo por montera y se fue a Madrid a estudiar. ¿Qué la marcó de independizarse tan joven?
Realmente me fui de casa por primera vez con 16 recién cumplidos, a trabajar de au pair a Ámsterdam. Estuve trabajando cinco o seis meses, volví y terminé 4º de la ESO y luego me vine a Madrid. Espabilé muchísimo en Holanda y de hecho todos los traumas, todas las inseguridades que tenía, que me venían del pueblo en el que me había criado y de todo este rollo del colegio, se me fueron porque vi un comienzo. Siento que me he creado a mí misma. He visto el tipo de mujer que me gustaba y admiraba y el tipo de vida que me llamaba y lo he convertido en mi vida.
¿Encontró muchas trabas al empezar tan joven?
He tenido un montón de suerte, pero sí que cuando empiezas te piensas que lo que conoces es lo que está bien, y a veces te ves manipulada y no te das cuenta.
¿Hay demasiado paternalismo?
Sí, con las mujeres jóvenes hay demasiado paternalismo. A mí es algo que me ha cansado ya y no creo que nadie lo tenga conmigo. O hay paternalismo o hay segundas intenciones o, por suerte, te encuentras a gente guay.
Va a actuar en Spotify Equal Fest. ¿Por qué siguen siendo necesarias estas llamadas de atención por la igualdad?
Porque es ridícula la cantidad de carteles que hay donde aparece solo una mujer. Y hay muchas artistas para contratar y buscar el equilibrio. Todo evoluciona, pero falta. Todos somos machistas porque lo es la sociedad que nos ha educado, lo importante es darte cuenta y querer cambiarlo.
¿Ayudan las colaboraciones a impulsar una carrera?
Me gustaría decir que no son necesarias, que no se necesita a nadie y que te lo haces tú todo solo, pero necesitas a más gente. Y al final es bonito. Me gusta trabajar con gente que admiro y respeto.
¿Supone mucha presión la expectación sobre su primer disco, ser el próximo fenómeno musical?
Sí, pero no voy a mentir, yo también lo pienso de mí misma, si no, no estaría haciendo lo que hago. Tengo ese nervio, pasará, no pasará… Pero siento que es bonito que poco a poco la gente me vaya viendo como una nueva luz en la industria musical de este país.
La estética ha sido desde sus inicios una parte muy importante, en videoclips y directos. ¿Cómo surgen esos estilismos? Dice que compra mucho de segunda mano.
Sí, soy adicta a Vinted… Bueno, ya no tanto, ya paré un poquito. Ahora visto mucho de lo que me regalan y estoy empezando a combinar estampados, a entender la moda.
Está en TikTok, donde surgen mucho de los temas que luego se convierten en superéxitos virales y encumbran a artistas. ¿La clave hoy en día está en triunfar ahí?
Sí, yo siento que en TikTok te pegas orgánicamente, no te pegas tú, te pegan los otros. Te eligen porque hay algo de la canción que funciona. Es una herramienta que estando ahí y que siendo una bomba de promoción tan grande hay que utilizarla. Hay que adaptarse a las nuevas formas de promoción.
¿Y cómo se encuentra una voz propia?
Yo es que nací con el móvil en la mano básicamente, me sale solo. Me veo guapa y me grabo una historia, hay un sonido que me gusta y lo utilizo… Menos mal que no es algo que tenga que forzar. A veces veo a gente de unas generaciones un poco más mayores como que se nota que lo están intentando y es extraño.
¿Dónde le gustaría presentar su primer álbum?
En el Coachella (risas). No, me encantaría presentarlo gratis en Madrid, en una plaza, donde pueda venir todo dios y se pete.
*Estilismo: Paula Delgado. Fotografía: Antártica. Maquillaje y peluquería: Adrián Rux (COOL) para L’Oréal Paris.
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