Los herederos de Sinead O’Connor denuncian que Donald Trump use ‘Nothing Compares 2 U’ en sus mítines: “Se sentiría asqueada e insultada”
Tanto la familia de la cantante como su discográfica se unen a una larga lista de artistas, de Prince a Adele, Rihanna o los Beatles, que han acusado al expresidente de utilizar su música sin su consentimiento
En el año 1990, Nothing Compares 2 U se convirtió en una de las grandes canciones del año. Un éxito planetario interpretado por la entonces jovencísima cantante irlandesa Sinead O’Connor, de apenas 23 años, que fue el tema principal de su segundo álbum, I Do Not Want What I Haven’t Got, y que ganó multitud de premios. La balada —y el videoclip, con un constante primer plano del rostro de la artista— es un icono noventero que sigue sonando en todo el mundo y que, pese a estar grabada originalmente por Prince, siempre trae al recuerdo a O’Connor, fallecida en julio de 2023 con apenas 56 años. Ahora, sus herederos quieren mantener el espíritu de la canción y han alzado la voz porque el expresidente Donald Trump, que ya enfila como candidato republicano este 2024, la está usando el tema en sus mítines. Y han procedido a denunciarle públicamente y a pedirle que pare, uniéndose a un nutrido grupo formado por los Rolling Stones, Adele, Rihanna o Prince, entre otros.
En dos actos de campaña recientes de Trump, tanto en Carolina del Norte como en Maryland, ha sonado la canción de O’Connor. Y por tanto sus herederos como la discográfica Chrysalis Records, han exigido al equipo republicano que deje de poner el tema de manera inmediata. “Es bien sabido que, a lo largo de su vida, Sinéad O’Connor vivió según un feroz código moral definido por la honestidad, la amabilidad, la justicia y la decencia hacia el resto de seres humanos”, se lee en el comunicado distribuido por ambas partes, que han salido a hablar en su nombre.
“De ahí que nos indignara saber que Donald Trump ha estado utilizando su icónica interpretación de Nothing Compares 2 U en sus mítines políticos”, continúa la nota, coescrita por los herederos legales de la intérprete y por la disquera. “No es ninguna exageración afirmar que Sinéad se habría sentido asqueada, herida e insultada por el hecho de ver su trabajo tergiversado de esta manera por alguien a quien ella misma se refirió como un ‘demonio bíblico’. Como guardianes de su legado, exigimos que Donald Trump y sus asociados dejen de utilizar su música inmediatamente”. Por el momento parece que no hay acciones legales, a no ser que Trump continúe poniendo la canción.
O’Connor fue, además de una voz excepcional y autora de 10 álbumes, una figura muy implicada en la política, especialmente en los noventa y los dos mil. Maltratada por su madre en su infancia, siempre fue muy crítica contra el abuso infantil y la pederastia. Dio la vuelta al mundo el momento en el que, durante una emisión del programa estadounidense Saturday Night Live, en octubre de 1992, rompía en directo una fotografía del papa Juan Pablo II, denunciando con ello los anuncios en el seno de la Iglesia católica. Pocas semanas después afirmaba que “Dios es la verdad”. A Benedicto XVI también le exigió en 2009 que hablara de forma clara de los abusos: “La Iglesia no ha tenido ningún problema en expresar sus opiniones cuando queríamos anticonceptivos o el divorcio. No hay problema en criticar El Código Da Vinci. Ni a Naomi Campbell por usar una cruz enjoyada cruz. Sin embargo, cuando se trata de los males realizados por los pedófilos vestidos de sacerdotes, la Iglesia mantiene su silencio. Es grotesco, increíble y extraño. Ellos no quieren decir nada, pero son el mal”.
En 2018, O’Connor se convirtió al islam y se cambió el nombre. Se desconoce la identidad exacta de los encargados de sus derechos como cantante y autora. La intérprete, que falleció el año pasado por causas naturales, tenía cuatro hijos de cuatro relaciones distintas: Jake Reynolds, de 36 años; Roisin, de 26; Shane O’Connor, que fue hallado muerto en enero de 2022, una semana después de anunciarse su desaparición, con apenas 17 años; y el pequeño, Yeshua Bonadio, que este año alcanza la mayoría de edad.
Los herederos de la artista irlandesa no son los únicos en alzar la voz contra el hecho de que Trump use su música en mítines. Este mismo enero Johnny Marr, de The Smiths, se quejó en redes sociales después de que Please, Please, Please, Let Me Get What I Want sonara en un mitin de Dakota del Sur: “Jamás, en un millón de años, habría pensado que esto pudiera pasar. Consideren dejar de hacer esa mierda ahora mismo”. Pero la cosa viene de lejos. En 2018, Pharrell llegó a amenazar con demandar al entonces candidato por el uso de su conocido tema Happy durante un mitín en Illinois en octubre de ese año. Un acto que, además, tuvo lugar horas después de un tiroteo en una sinagoga en Pittsburgh (Pensilvania). “Pharrell no le ha otorgado y no le otorgará permiso para tocar o difundir públicamente su música”, afirmaba la carta de los abogados del artista. “El día del asesinato en masa de 11 seres humanos de manos de un nacionalista loco, usted tocó la canción Happy ante una multitud en un evento político en Indiana”, continuaba el escrito. “No hubo nada ‘feliz’ respecto a la tragedia infringida a nuestro país el sábado y no se concedió ningún permiso para el uso de esta canción para este propósito”. Meses antes, en agosto, Steven Tyler, líder de Aerosmith, también le exigieron que dejara de usar Livin’ On The Edge: “El señor Trump está creando la falsa impresión de que nuestro cliente ha dado su consentimiento para el uso de su música, e incluso que respalda su presidencia”.
Los Rolling Stones se quejaron del uso de You Can’t Always Get What You Want, que sonó en la convención nacional republicana de 2016: “Los Rolling Stones no apoyan a Donald Trump. La canción se ha usado sin el permiso de la banda”, escribieron en Twitter. Los herederos de Tom Petty también exigieron que dejara de usar I Won’t Back Down en sus actos de 2020; los de Prince, en 2019, Purple Rain; y los de George Harrison Here Comes The Sun. Rihanna, Guns N’ Roses, Adele, Linkin Park, Village People, Neil Young, Queen, Ozzy Osbourne, Nickelback y Panic! at the Disco, entre otros, también se han opuesto a que Trump use su música.
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