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‘Marina unplugged’, la película española sobre el auge y el discurso de una líder de extrema derecha

El filme, dirigido por Alfonso Amador, abrirá la Mostra de Valencia, donde Vox es socio preferente del PP en el Ayuntamiento y sostiene que el festival debería “desaparecer” por ser “un chiringuito”

La protagonista de 'Marina, unplugged', interpretada por Claudia Faci, al final de la película.
La protagonista de 'Marina, unplugged', interpretada por Claudia Faci, al final de la película.
Ferran Bono

Marina es la candidata a la presidencia del Gobierno español por un partido de extrema derecha. Su discurso es un compendio del pensamiento de la derecha radical española y europea, con referencias a Ramiro de Maeztu —“Ser es defenderse”, le espeta a un periodista—, al francés Alain de Benoist, uno de los ideólogos de Marine Le Pen, o al influyente jurista alemán Carl Schmitt, militante nazi. Es soberbia, dura, inteligente y elegante. Ya se ha convertido en una política célebre y ahora intenta llegar a la gente de manera más íntima y suave, a través de un monólogo teatral que sintetiza su ideario. Ella es la protagonista absoluta de la película Marina, unplugged (Marina, desenchufada, básica).

Con este filme, dirigido por Alfonso Amador, se inaugurará el próximo jueves 19 la 38ª edición de la Mostra de Valencia-Cinema del Mediterrani, que se celebra hasta el 29 de octubre. El festival ha apostado por una producción valenciana modesta en el plano económico, aunque ambiciosa en el intelectual y artístico, que plantea una temática de actualidad como si fuera un documental o un falso documental durante la grabación en blanco y negro de un ensayo de la obra teatral. El certamen, que premiará al cineasta italiano Paolo Sorrentino (dará una clase magistral el sábado 21), director de películas como Il divo (sobre la vida de político Giulio Andreotti) o La gran belleza, está organizado por el Ayuntamiento de Valencia, gobernado en minoría por PP con el apoyo del partido ultra Vox como “socio preferente”. Ambas formaciones conforman el gobierno de coalición de la Generalitat.

“Queríamos mostrar el pensamiento de la protagonista de la manera más literal posible, sin hacer juicios de valor, presentar el personaje a partir de lo que ella dice sobre el mundo y que el espectador construya su propia opinión”, explica Amador, director de la película y de premiados largometrajes como Camagroga (2020), un documental sobre la vida de una familia en la huerta valenciana acosada por la ciudad, o 50 días de mayo: ensayo para una revolución (2012), sobre el movimiento ciudadano del 15-M, que muestra sus luces y las sombras, además del corto 9′8m/s² (1998), seleccionado en el festival de Cannes.

La película está basada en la obra teatral del mismo título de 2019, escrita por el propio Amador y el dramaturgo y actor Jorge Picó. “Cuando la escribimos, Vox aún no había llegado a las instituciones. Estaba en la fase de denunciar que se les ponía líneas rojas, el cordón sanitario, que no les dejaban hablar. El germen fue: ‘Pues vamos a permitirles hablar, que se expliquen con toda su densidad ideológica y política’. Para ello hicimos un estudio del pensamiento de la extrema derecha, con una mezcla del neofascismo, que tiene muchos matices, de los fundamentalistas católicos, alguno europeísta, del franquismo, también del neoliberalismo”, apunta el director.

Encarnada por la bailarina, coreógrafa, actriz y autora Claudia Faci, Marina elabora un discurso “intenso y complejo”, en el que incluso intercala citas de pensadores de otros espectros ideológicos, como Marx y Unamuno, pero en el que “abundan las falacias”, apostilla el cineasta. Se insertan razonamientos que pueden partir de una premisa asertiva, humanista, comúnmente aceptada, sobre los derechos humanos o los inmigrantes, por ejemplo, y acabar en la negación de todo lo anterior. Hay que “coger la realidad por la solapa”, afirma Marina.

El cineasta Alfonso Amador, la pasada semana en la Nau de la Universitat de València.
El cineasta Alfonso Amador, la pasada semana en la Nau de la Universitat de València. Mònica Torres

La referencia más directa a la actualidad política española se produce en un breve receso del ensayo para ofrecer un canutazo a varios periodistas: cuando preguntan por un insulto vertido por un político de su partido hacia la ministra de Igualdad que “ha incendiado las redes” o por el pasado franquista de unos de sus correligionarios, Marina se muestra rápida, altiva y condescendiente, al responder que las redes siempre se están incendiando y que “todos tenemos un pasado”. “El mañana nos pertenece”, asevera en otro momento de la película mientras suena Tomorrow Belongs To Me, célebre canción que entonaba un nazi en el musical Cabaret y su versión cinematográfica.

La película no ha tratado de ocultar el origen teatral del texto, sino potenciarlo. “Por un lado, es una propuesta muy brechtiana; por otro, nos han inspirado las películas del direct cinema, como Primary, donde Robert Drew seguía a Kennedy en una campaña electoral en los años sesenta. El blanco y negro buscaba crear un efecto de distanciamiento”, señala el cineasta.

Durante el ensayo del monólogo, la política está acompañada por un director teatral (interpretado por Jorge Picó) que moldea constantemente su actuación para resultar más convincente y persuadir al público mediante pequeños matices, inflexiones de voz o movimientos escénicos, lo que permite también abrir una reflexión sobre el papel del arte y la cultura, así como de los creadores.

La película ha sido producida por Silence y ha contado con una ayuda del Institut Valencià de Cultura de la Generalitat, en el que trabajaba hasta hace unos meses como director adjunto de audiovisuales y responsable de Conservación del Archivo Fílmico José Luis Moreno, actual concejal de Cultura, del PP.

Tensión con Vox en Valencia

El estreno de la película en Valencia se produce en un momento de tensión en el Ayuntamiento entre el PP y Vox. La formación de extrema derecha quiere entrar en el gobierno minoritario de los populares, a quienes les prestaron sus votos para la investidura. Su portavoz municipal, Juan Manuel Badenas, ha sido especialmente crítico con la Mostra: “Consideramos que esta institución debería desaparecer en la medida en que es, como se suele decir en el argot habitual, un chiringuito que sirve simplemente para la colocación de determinadas personas”. La formación de extrema derecha también ha votado en contra de diversas iniciativas relacionadas con el festival, como el protocolo de prevención de agresiones sexuales, que salió adelante gracias a la alianza del gobierno popular con PSPV-PSOE y Compromís.

La Mostra, especializada en el cine realizado en los países de la cuenca mediterránea y con una rigurosa sección oficial, cumple este año su 38ª edición. Estuvo seis años sin celebrarse, tras decretar su cancelación en su edición de 2012 la entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por los efectos de las crisis financiera y económica. El gobierno de izquierdas en el consistorio, formado por Compromís, PSPV-PSOE y Podem, recuperó el certamen en 2018.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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