Park Chan-wook: “Admiro a Buñuel, a las mujeres de su cine más enigmático, y en este ‘thriller’ se nota”
El cineasta coreano vuelca en ‘Decision to Leave’ su interés por las ‘femme fatale’ en un poliaco que homenajea a los personajes femeninos del director español y de Alfred Hitchcock
Con los años, el coreano Park Chan-wook (Seúl, 59 años) mantiene su contundencia pero ha ganado en elegancia. Una variación que ya inició en La doncella (2016) y que ahora ahonda en Decision to Leave, un noir rebosante de ambición estética, narración hipnótica y personajes atractivos, especialmente los dos protagonistas, que se atienen a los cánones del Hollywood clásico: un detective al que el amor le llevará a encadenar decisiones equivocadas y una femme fatale extranjera. Como no podía ser menos, en Decision to Leave nada es lo que parece. La película se llevó en el pasado festival de Cannes, donde se realizó esta entrevista, el premio a la mejor dirección, y está en la carrera a los Oscar como representante de Corea del Sur, aunque su nombre suena como posible finalista también en guion y dirección.
El creador del díptico Vengeance (2002 y 2005), el director que lustró la belleza fílmica de un martillo machacacráneos en Old Boy (2003), ha sabido transitar entre joyitas rodadas en su país natal —ahí están Soy un cyborg, Thirst o el documental Bitter, Sweet, Seoul― con trabajos en inglés —Stoker y la serie La chica del tambor―. Aunque en sus mejores historias siempre bullen el crimen y el sexo. Park arrancó su último guion pensando más en rodar una historia de amor, género que ya corría por las arterias de La doncella. “Lo del noir llegó después, aunque no hay tanta violencia y sexo como en otros filmes míos, o al menos con la cantidad que dicen muchos que muestro en pantalla. Yo no lo tengo claro; en fin, yo quería contar un amor fou”.
Sentado ante el periodista, con un té en la mano y la traductora al lado (el cineasta entiende inglés, aunque no se siente cómodo hablándolo), de Park solo se ven los ojos y su famoso flequillo: una inmensa máscara le cubre la cara por miedo a la covid. Esos ojos chispean cuando la primera pregunta no va sobre los referentes más cacareados de Decision to Leave, Alfred Hitchcock y el cine clásico del estudio Warner, la casa de los filmes policiacos durante lustros, sino sobre las mujeres de algunos clásicos de Luis Buñuel: “Agradezco esa pregunta. Admiro profundamente a Buñuel, y a las mujeres de su cine más enigmático, y en este thriller se nota. Lamento no haber visto todas sus películas”.
El director ahonda en los paralelismos. “Las protagonistas de Buñuel suelen marcan el ritmo narrativo de su cine, como en Ese oscuro objeto del deseo. A mí la película que más me gusta es El discreto encanto de la burguesía. Después te diría que Belle de jour y El ángel exterminador”. Queda clara la pasión del coreano por la filmografía más juguetona con lo críptico del cineasta español. “Por supuesto, ahora veo a Buñuel y a Alfred Hitchcock en la pantalla, pero esos no fueron mis impulsos iniciales”, reflexiona. “Antes de pasar a otra pregunta, quiero añadir dos detalles. Yo quería ser crítico de arte y decidí hacer cine tras ver Vértigo y disfrutar de las películas de Kim Ki-young, que ha sido mi maestro, el cineasta que más me ha influido. ¿Sabes cómo le llamaban? El Buñuel coreano. ¿Y sabes cuáles fueron sus mejores personajes? Las femme fatale. El círculo se cierra”.
Al cineasta le inspiró el verso de una balada. “Inicié el viaje pensando en una frase de una canción y en la emoción en la que te sumergía la melodía”, desgrana. “Lo curioso es que yo conocía la versión con voz masculina y la original, descubrí después, la interpretaba una cantante. Y su tono fue el que me encauzó a sentir el pulso de esta historia de amor. En la preproducción disfruté de otro hallazgo: las localizaciones aportaban aún más detalles al estado anímico, al tono que desprende Decision to Leave”. Park explica que las tonalidades de sus últimos trabajos las ha ido creando a lo largo de las diferentes etapas de producción de una película. “Puedes llamarlo veteranía, o claridad en la determinación. Aunque con los años he ido concentrándome más y más en la historia durante el rodaje. El estilo visual ya viene lanzado desde el story board. Si las grandes decisiones nacen en la escritura del guion, los detalles los concreto en el story board”.
Para el cineasta, la idea de que la protagonista fuese una china en mitad de Corea del Sur venía ligada “con el concepto de femme fatale, con esa sensación que emanan de sentirse extranjeras en un mundo de hombres que todas ellas dejan en sus películas”. Y abunda: “Son personajes solitarios, supervivientes. Muchas veces esa falta de conexiones emocionales surgen de vivir en un país que no es el suyo”. ¿Por qué una mujer así en su cine? “Porque al ánimo que me provocaba aquella canción, y al concepto de historia de amor, también se sumaba el interés por rodar un filme policiaco. Fue instantáneo. Igual que las dos etapas en que se divide la película: me junté con mi coguionista, la escritora Chung Seo-kyung, que me animó a rodar otra vez en Corea, y al momento entendimos que la segunda parte ponía patas arriba la primera. Triunfaba la complejidad”.
Ahora ha vuelto a Los Ángeles, a trabajar para la televisión, en concreto en una producción, The Sympathizer, de A24 para HBO, con Robert Downey junior. A Park siempre le ha gustado esa labor “tanto para gente joven como para compañeros de generación”. En Cannes reconocía que no tenía claro si le merecía “la pena volver a dirigir yo solo una serie entera” y se lamentaba del frenético ritmo creativo actual de los cineastas coreanos. “Antes nos pasábamos los guiones, hoy no tenemos ni tiempo; además vivimos en distintos países. Me gustaba esa relación que teníamos entre artistas de muy diferentes intereses”.
Babelia
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