Diez heroínas del cine de terror y fantástico que triunfan entre violencia y vísceras
Los estrenos de ‘Halloween: el final’ y ‘Cerdita’ recuperan la figura de las luchadoras que derrotan a asesinos implacables en mundos rebosantes de bestialidad
Laurie Strode se despide de los cines españoles el mismo día en que se presenta Sara. La coincidencia en su estreno de Halloween: el final, el cierre de la saga creada por John Carpenter, y de Cerdita, una película que viene a revolucionar el terror español gracias a su excepcional protagonista y al talento de su directora, Carlota Pereda, nos lleva a repasar a esas heroínas del cine de género, que logran superponerse a todo tipo de violencia y de asesinos que van a su caza, normalmente usando aún más violencia que sus perseguidores y, desde luego, siendo más listas que ellos. Aquí van diez de las más destacadas.
Laurie Strode, en la saga Halloween (1978-2022). Strode es el arquetipo con el que explicar dos modas que marcaron el cine de terror: las scream queens y las final girls. Las primeras, las reinas del grito, nacen como arquetipo con nombre en los setenta, y Jamie Lee Curtis crea con Laurie Strode en Halloween (1978) el personaje referencial para las siguientes generaciones, aunque a la misma categoría pertenecen las protagonistas de La última casa a la izquierda (1972), La matanza de Texas (1974) y, posteriormente, Viernes 13 (1980) y Pesadilla en Elm Street (1984). Las reinas del grito no son solo atractivas y, obviamente, están asustadas, sino también inteligentes y con aura romántica: una de sus antecesoras fue Ann Darrow, personaje al que da vida Fay Wray en King Kong (1933). Muchas, no todas, son también final girls, la chica que se enfrenta al asesino en serie (especialmente en el subgénero slasher, de vísceras, psycho-killer y acuchillamientos) en el duelo final. Jamie Lee Curtis ha estado, como Laurie Strode, hasta 44 años luchando contra Michael Myers, y como anuncia el título de su estreno de hoy, Halloween: el final, por fin concluye con su batalla.
La teniente Ripley, en la saga Alien (1979-1997). Figura fundamental del universo de mujeres empoderadas, sobre todo en un mundo, el de la ciencia ficción, que adolecía de falta de ellas. Más aún, por la segunda parte de la saga, Aliens (1986), Sigourney Weaver —que da vida a Ellen Ripley— fue candidata al Oscar, algo inédito para un personaje de ese género. Weaver es Ripley y Ripley es Weaver, no se entienden la una sin la otra, y ambas devinieron en referentes cinematográficos. La teniente solo es suboficial de la nave Nostromo, pero su fiereza y coraje la convertirá en la única superviviente de la tripulación ante el ataque del xenomorfo o alien. Después llegaron las continuaciones de la saga, y quedó claro: Alien sin Ripley es una serie inerte. Por ello, hasta se la clona para resucitarla, 200 años después de su muerte, en Alien: resurrección (1997), donde Weaver, plena de facultades, es capaz de meter de espaldas una canasta desde casi medio campo de una cancha de baloncesto: fue tan real que ni el director, Jean-Pierre Jeunet, había preparado la cámara para esa proeza.
Sarah Connor, en la saga Terminator (1984-2019). Ripley encontró su mejor heredera en Sara Connor, la madre del líder de la resistencia John Connor en la saga Terminator. Y aunque hasta tres actrices —en cine y televisión— han dado vida a esta mujer, que deviene de camarera en guerrera furiosa tras cruzar su vida con distintos terminators, sin el carisma de Linda Hamilton no se podría entender el magnetismo de Connor. Por eso, su vuelta a la pantalla con Terminator: destino oscuro (2019) fue un precioso acto fílmico de justicia poética.
Sidney Prescott, en Scream (1996-2022). Kevin Williamson escribió un guion muy listo, que recopila las obsesiones del cine de terror juvenil, para a continuación darle la vuelta y reírse de ellas en un filme que dirigió Wes Craven. Por de pronto, arranca con el concepto de chica solitaria acechada por un intruso que, como guiño referencial, usa una máscara para tapar su rostro, y le añade que el acoso se realiza por teléfono y maneja películas de terror como parte del juego. Metacine del bueno. Neve Campbell ha encarnado a Sidney en cinco películas, la última estrenada hace unos meses, y la actriz supo construir un personaje símbolo de fuerza y como una mujer que rehúsa ser víctima.
Julie James, en Sé lo que hicisteis el último verano (1997). Cuatro amigos matan accidentalmente a un hombre y se juramentan para que nadie sepa lo que ha pasado. Un año después, una de ellos, Julie recibe una nota en la que se lee: Sé lo que hicisteis el último verano. Desde ese momento, a cada uno le ocurre alguna cosa. Solo Julie (Jennifer Love Hewitt) será capaz de encararle... ¿y derrotarle (hubo una continuación)? El guion de Kevin Williamson estaba escrito antes del éxito de Scream, pero ningún estudio quiso financiarlo hasta ese taquillazo. Como en muchos de estos personajes, Love Hewitt eleva su personaje por encima de ciertas deficiencias en el libreto, y por eso se hizo merecedora de protagonizar Aún sé lo que hicisteis el último verano (1998). A la actriz no le gusta el slaher y no ha vuelto a filmar cine de este género, aunque sí una serie con personajes sobrenaturales: Entre fantasmas.
Alice, en la saga Resident Evil (2002-2016). En el videojuego del que surge la serie de películas Resident Evil no existía Alice (aunque sí otros poderosos personajes femeninos), un clon de Alicia Markus, creada por el doctor Alexander Isaacs para liberar en la Tierra un apocalipsis del que nazca un mundo nuevo, diseñado por la corporación Umbrella. Pero Alice se rebela a un destino prefijado. Milla Jovovich la ha encarnado en las seis películas y sin ella no habría magia en Resident Evil. Deudora de Ripley y de Connor, su nacimiento como clon y sus mejoras genéticas a lo largo de los años la hacen casi indestructible. En el cierre de la última entrega, Resident Evil: el capítulo final (2016), se acaba con un enigmático “la lucha no ha terminado”.
Beatrix Kiddo (La novia) en Kill Bill (2003-2004). Beatriz Kiddo, la mamba negra, la novia, otro de esos personajes legendarios nacidos de la imaginación de Quentin Tarantino que, obviamente, se beneficia de Uma Thurman, la actriz que le da vida en estado de gracia: la novia es una cocreación que ambos diseñaron durante el rodaje de Pulp Fiction. Con su chándal amarillo y su espada, Kiddo es la vengadora por antonomasia. Tras abandonar el grupo de asesinas Deadly Viper —descubre que está embarazada y quiere para su bebé una vida mejor—, Bill, su líder, ordena asesinarla por celos. No lo logra. Cuando Kiddo despierte del coma que ha sufrido por el homicidio fallido, nada ni nadie podrá detenerla.
Clara, en [REC]3: génesis (2012). El director Paco Plaza llevó [REC]3: génesis hasta su ansiada imagen icónica: la de Clara, su protagonista, despedazando infectados con una motosierra mientras la sangre salpica su vestido de novia. Ellos le han reventado su boda, ella eliminará a cuantos pueda. Si la protagonista de las dos primeras [REC], la presentadora Ángela Vidal (Manuela Velasco) era un personaje que funcionaba como guía del espectador; Clara (Leticia Dolera) posee un rol mucho más activo.
Imperator Furiosa, en Mad Max: Fury Road (2015). A Charlize Theron el cine de acción (en el que ha navegado por malos guiones) le debía un personaje como Imperator Furiosa, luchadora inasequible al desaliento, capitán del ejército de Immortan Joe, hasta que se rebela y decide liberar a las concubinas (las llamadas novias), del dictador, acción que a Joe no le hace ni gracia. Sí, en la película de George Miller también sale Mad Max, pero no deja de ser un secundario, un compañero de intereses de Furiosa, que a pesar de que le falte el brazo izquierdo. La fascinación surgida alrededor del personaje ha llevado a Miller a rodar una precuela (en estos meses está en ello) titulada, sencillamente, Furiosa, con una protagonista más joven: Anya Taylor-Joy.
Sara, en Cerdita (2022). Otro estreno de terror para este viernes, y es también un slasher, aunque con unos ingredientes extras espectaculares: se desarrolla en un pueblo de Extremadura, con lo que juega a tópicos españoles y a la ingesta de carne de cerdo, y se adentra en la gordofobia actual. Más aún, su directora y guionista, Carlota Pereda, reflexiona sobre el acoso a adolescentes obesas, sobre la eterna atracción del mal, sobre la necesidad humana de sentirse escuchado. Para Pereda, “Cerdita es una oda a lo diferente, con una protagonista que no es delgada ni especialmente buena. Sara es, sencillamente, humana”. Y desde luego, supone un terremoto en el cine español de terror por, entre otras cosas, una excepcional actriz: Laura Galán, que encarna a Sara.
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