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A la vejez, NFT: el pintor Cristóbal Toral se pasa al arte digital a los 82 años

Las maletas son su obsesión y su icono: representan la naturaleza viajera del ser humano, ya sea en forma de turismo o de migración, como los que huyen de la guerra de Ucrania o de la miseria africana. El artista inaugura exposición en Málaga

El artista Cristóbal Toral, con su obra NFT, en su casa en Madrid el jueves 30 de junio.
El artista Cristóbal Toral, con su obra NFT, en su casa en Madrid el jueves 30 de junio.Samuel Sánchez
Sergio C. Fanjul

A sus 82 años, el pintor antequerano Cristóbal Toral mantiene una gran vitalidad y, lo que es más, una tremenda curiosidad por el mundo contemporáneo y los desarrollos tecnológicos. Por eso ha lanzado una serie de tres piezas NFT (Non Fungible Tokens en sus siglas en inglés) —obras de arte digitales cuyo carácter original está certificado— tituladas Maletas en el espacio, donde se ve eso, maletas flotando entres las nubes y las profundidades cósmicas, ahora con un estilo más parecido al cómic, algo más alejado de su realismo habitual, algo más propio del mundo digital. “Es impresionante el arte, las capacidades expresivas que tiene”, se asombra Toral. La edad, piensa, no es óbice para esa curiosidad y cree que el proceso artístico es inverso al vital: “Me siento más joven en el terreno creativo que hace 30 años”, dice en su casa de Madrid.

Maletas, maletas, maletas. La larga carrera de Toral está llena de maletas, que son la obsesión absoluta del artista. Tanto ha pintado maletas, tanto ha hablado de ellas, que da pudor preguntar otra vez sobre el asunto maletil. Pero como su fijación es tan fuerte, se pone otra vez a hablar de ello con locuacidad y alegría: parece ser su tema favorito. “Las maletas son el símbolo de nuestro tiempo, en el que se está viajando como nunca”, comenta el pintor, “pero también el símbolo de la humanidad, que siempre ha sido nómada en busca de mejores condiciones de vida”.

Toral dice tener tres referencias: los grandes maestros clásicos (Velázquez, Goya o Rembrandt), los maestros modernos (Rothko, Bacon o Picasso) y la realidad: “Ese interés en la realidad es lo que me lleva a estar en contacto con lo que pasa en el mundo, como los avances tecnológicos”, explica. Los NFT que ha realizado están certificados por la tecnología blockchain de TrusTOS, desarrollada por Telefónica Tech. La iniciativa es promovida por el consorcio Alastria, una asociación sin ánimo de lucro, orientada a la promoción de la citada tecnología de cadena de bloques, de la que Telefónica es miembro fundador.

Detalle de una de las piezas NFT de Cristóbal Toral, de la serie 'Maletas en el espacio', que hace referencia a los exiliados de la guerra de Ucrania.
Detalle de una de las piezas NFT de Cristóbal Toral, de la serie 'Maletas en el espacio', que hace referencia a los exiliados de la guerra de Ucrania.

Todo muy moderno. “Me considero un artista moderno, contemporáneo, pero, eso sí, pintando bien”, añade con sorna. Además de la tecnológica, también le interesan otras realidades, sobre todos las vinculadas con el viaje, ya sea el viaje turístico, los viajes al espacio exterior (“yo iba para astronauta, pero me quedé en pintor”, apunta, divertido) o los viajes migratorios, que ofrecen otra gravedad y otro dramatismo a sus obras. Esa obsesión con el viaje es la que refleja su obsesión con las maletas.

Para Toral, el turismo tiene una faceta negativa, que es la masificación, la pérdida de carácter de las ciudades, la vulgarización y el atropello, pero también una muy positiva: “Su papel fundamental en la economía. Si no fuera por el turismo… estaríamos muy mal”. Pero también tiene el corazón puesto en aquellos que se exilian de la guerra de Ucrania o los que migran en busca de una vida mejor y encuentran su destino en el fondo del Mediterráneo o dándose de bruces contra la valla de Melilla, donde recientemente han encontrado la muerte más de una veintena de migrantes.

Cristóbal Toral ante la instalación que hace referencia a los exiliados de la guerra de Ucrania, parte de la exposición 'Una aventura creadora', en Málaga.
Cristóbal Toral ante la instalación que hace referencia a los exiliados de la guerra de Ucrania, parte de la exposición 'Una aventura creadora', en Málaga.Raúl Pérez

En una de las piezas NFT hace referencia a la tragedia ucrania, y lo recolectado en una venta (fueron subastadas por Ansorena, con un precio de salida de 2.000 euros) será donado a la fundación del cocinero asturiano José Andrés, World Central Kitchen, que se dedica, entre otras cosas, a alimentar a los damnificados por el conflicto en aquel país. En su actual exposición en Málaga, Una aventura creadora, que se puede ver en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC, hasta el 13 de septiembre), ofrece sendas instalaciones, una de ellas consistente en un cuadrilátero formado con 120 maletas pintadas con el amarillo y el azul de la bandera de Ucrania, otra referente a la valla melillense, titulada La tierra prometida: una alambrada terminada en concertinas, en las que quedan atrapadas las maletas y la sangre del autor. “Me afecta mucho que se frene de esa manera a unas personas que solo quieren ganarse la vida, trabajar, poder comer”, subraya el artista. En una de sus obras rellena el despacho oval de la Casa Blanca de maletas, durante la presidencia de Donald Trump, que fue en su mandato gran promotor de los muros que frenan las migraciones.

No es el único espacio sagrado que Toral ha llenado de maletas: también el aire contenido en Las meninas de Velázquez (como lo hubiera descrito Salvador Dalí) o La familia del Carlos IV, de Goya. En 2014, además de maletas, metía en un contenedor de basura un retrato del rey Juan Carlos I (junto con algunas maletas, claro), adelantándose, de alguna manera, al gran deterioro de su imagen pública. “No creo en el arte como un elemento decorativo: creo que los artistas debemos hablar de las cosas que pasan, aunque nos critiquen por ello”, señala Toral, “eso sí, el mensaje debe alcanzar la categoría de arte, sino todo se desvanece”.

El artista Cristóbal Toral, con su obra NFT, en su casa en Madrid.
El artista Cristóbal Toral, con su obra NFT, en su casa en Madrid. Samuel Sánchez

Botero tiene sus personas gordas, Úrculo sus sombreros, Lichtenstein sus cómics, Jasper Johns sus banderas, Toral sus maletas… ¿Es importante que un pintor tenga un objeto icónico? “Una de las cosas más relevantes de un artista es la personalidad”, asegura. En su opinión, Picasso fue un autor cuya personalidad sobrevivía a sus etapas y cambios de estilo. “Daba lo mismo que partiese de un degas que de una máscara africana”. Una personalidad que también le reconoce a David Hockney, otro artista veterano que ha explorado las nuevas tecnologías. “Ahora pinta en un iPad, pero sigue siendo Hockney, cuando hay genialidad está se reproduce en cualquier estilo y con cualquier técnica, aunque sea digital”.

Toral tiene un terreno en la provincia de Toledo, y en ese terreno una nave, y en esa nave guarda miles de maletas. Muchas las compró en el Rastro de Madrid, aunque transportarlas era un engorro. Otras se las pasaban los amigos, avisados de su avidez. La forma más eficaz de aprovisionarse fue otra. “Mi amigo Antonio Vázquez era presidente de Iberia, así que me contó que se hacían subastas con las maletas extraviadas que nunca eran reclamadas. Así podía conseguir 1.500 de golpe”, cuenta. En los citados lotes también se incluían carritos de bebé, a los que no podía renunciar. “Así que también tengo 2.000 carricoches, tengo que hacer una instalación con ellos”.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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