Muere el periodista P.J. O’Rourke, voz mordaz de la derecha estadounidense
Autor de más de una veintena de libros, fue reconocido por sus textos satíricos sobre la política americana
El periodista satírico estadounidense P.J. O’Rourke ha muerto este martes a los 74 años víctima de un cáncer de pulmón. El ingenio mordaz, corrosivo, caracterizó su extensa obra, labrada en revistas icónicas de la contracultura, como Rolling Stone o National Lampoon, y en más de una veintena de libros, como los superventas Parlamento de putas (1991) y Dadle una oportunidad a la guerra (1992). Atizaba con saña al sistema político estadounidense, especialmente cuando la izquierda estaba en el poder, pero cosechó seguidores de un amplio abanico ideológico.
“P.J. fue una de las principales voces de su generación”, declaró Morgan Entrekin, presidente de Grove Atlantic, la editorial de O’Rourke. “Sus reportajes perspicaces, su agudeza verbal y su don para escribir una prosa que hacía reír a carcajadas no tenían parangón”, añadió Entrekin, quien anunció el fallecimiento del periodista en un comunicado.
Para muestra del ingenio de O’Rourke, la respuesta que dio en 2010 cuando The New York Times le pidió que definiera “republicano” y “demócrata”. “Los demócratas son el partido que dice que el gobierno te hará más inteligente, más alto, más rico y eliminará la hierba mala de tu césped. Los republicanos son el partido que dice que el gobierno no funciona. Luego son elegidos, y lo prueban”, sostuvo. En Parlamento de putas también escribió: “Aunque este es un libro conservador (...) no se basa en ninguna teoría política muy elaborada. Solo tengo una creencia firme sobre el sistema político estadounidense y es esta: Dios es republicano y Santa Claus es demócrata”.
El autor defendió con uñas y dientes -y grandes dosis de humor- el ideario de la derecha hasta que apareció Donald Trump en el mapa, lo que le llevó a votar a Hillary Clinton en 2016. “[Ella] es lo segundo peor que le puede pasar a este país, pero está muy por detrás en el segundo lugar”, dijo en una de sus apariciones como tertuliano en el programa de la radio pública NPR Wait, Wait... Don’t Tell Me. “Me explico: ella está equivocada en absolutamente todo, pero está equivocada dentro de los parámetros normales”, apuntó el periodista.
“[O’Rourke] hizo su debut como invitado especial en nuestro primer programa después del [los atentados terroristas del] 11 de septiembre, cuando necesitábamos a alguien que viniera y fuera gracioso sobre cosas terribles, lo cual, por supuesto, era la especialidad de P.J.”, señaló el equipo del programa en un comunicado de despedida. Peter Sagal, el presentador del espacio, tuiteó: “La mayoría de las personas conocidas tratan de ser más amables en público que en la vida privada. P.J. era el único hombre que conocía que era todo lo contrario”.
Patrick Jake O’Rourke nació en Toledo (Ohio), en una familia tan normal que era “casi una anomalía estadística”, bromeó una vez. Hijo de un vendedor de coches y una ama de casa, fue un activista hippie en su época de estudiante, pero rápidamente abandonó esas ideas para encontrar su lugar en el conservadurismo liberal. En los ochenta empezó a colaborar en varias publicaciones, entre ellas la Rolling Stone, donde se convirtió en jefe de la sección internacional, cargo que desempeñó hasta 2005, y que le permitió cubrir conflictos armados en varios rincones del mundo. También desempeñó el cargo de jefe en la revista satírica National Lampoon, donde conoció al escritor Douglas Kenney, con quien luego coescribió Animal House y Caddyshack.
Además de ser un hombre de revistas y radio, participó una temporada en el reputado programa 60 Minutes y fue invitado en varias ocasiones a comentar la contingencia en Real Time With Bill Maher y The Daily Show, entre otros. A principios de los noventa, se mudó a New Hampshire. Según su biografía en la editorial Grove Atlantic, O’Rourke vivió allí para “alejarse lo más posible de las cosas sobre las que escribe”.
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