Bono cultural joven: 200 euros para eventos, 100 para productos físicos y 100 para consumo digital

El Gobierno quiere que los jóvenes disfruten más de la cultura. En su casa pero, también y sobre todo, fuera. Así que los 400 euros que el Ejecutivo donará a los que lleguen a la mayoría de edad en 2022 para gastar en el sector artístico vienen con una condición: hay que repartirlos. La mitad, para descubrir cultura lejos del hogar: muestras, proyecciones de cine, conciertos, espectáculos de teatro o eventos literarios. Se podrán gastar hasta 100 euros en productos físicos, como libros, partituras musicales, videojuegos, prensa o DVD. Y los otros 100 deberán ir destinados al consumo digital: e-books, podcasts, suscripciones a plataformas audiovisuales, musicales o de videojuegos. Así se lee en el borrador del Real Decreto para establecer las normas reguladoras del proyecto que el Ministerio de Cultura y Deporte ha publicado este viernes en su página web. El documento queda sometido a audiencia pública para que cualquier persona o institución interesada envíe su aportación, hasta el 15 de febrero.

El texto confirma las exclusiones que ya se anunciaron y que provocaron protestas en los sectores afectados: “No será subvencionable la adquisición de productos de papelería; libros de texto curriculares, ya sean impresos o digitales; equipos, software, hardware y consumibles de informática y electrónica; material artístico; instrumentos musicales; espectáculos deportivos y taurinos; moda y gastronomía”. Tampoco podrá emplearse el dinero para adquirir material pornográfico. Desde su concesión, los jóvenes tendrán un año como plazo máximo para agotar el bono, que es individual e intransferible.

El borrador estima en unos 500.000 los potenciales beneficiarios este año, según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las condiciones necesarias son “cumplir 18 años durante el año natural en el que se solicite la ayuda” y “poseer la nacionalidad española o residencia legal en España”. Se prevé una excepción explícita para “aquellas personas que sean solicitantes de asilo en España, que no cumplen los requisitos de nacionalidad y residencia”.

A la vez, el proyecto de Real Decreto se dirige a las entidades que quieran adherirse. Y enumera las condiciones que deberán aceptar para figurar entre las elegidas donde los jóvenes puedan gastar su bono. Entre otras cosas, “deberán aportar cuanta información y documentación les sea requerida en el ejercicio de las mismas, publicitar en el exterior del establecimiento, así como en sus canales de difusión telemática si los hubiera, la adhesión” y conservar facturas y justificantes de toda la actividad. Además, tendrán que “garantizar la utilización de un lenguaje no sexista en toda la documentación y materiales relacionados con las actividades y productos subvencionados, evitar cualquier imagen discriminatoria de las mujeres y fomentar una imagen con valores de igualdad, diversidad, pluralidad de roles y corresponsabilidad”.

Con el comienzo de la audiencia pública, la iniciativa da un paso más hacia su entrada en funcionamiento. Fue prometida por el presidente, Pedro Sánchez, el pasado octubre, y recogida finalmente en los Presupuestos Generales del Estado para 2022, pero no será operativa hasta mayo o junio, según avisó el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.