García Montero dice que echó en falta al Ayuntamiento de Madrid en el entierro de Almudena Grandes

Un mes después de la muerte de la escritora Almudena Grandes, fallecida el 27 de noviembre, su viudo, el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha dicho que echó en falta la presencia de algún representante del Ayuntamiento de Madrid en el entierro de la autora. “Hay una falta de conciencia democrática y de saber que una cosa es la institución y otra es el debate político”, ha expresado García Montero en una entrevista en la Cadena SER. Grandes tuvo a la ciudad en la que nació en 1960 como escenario constante en sus obras.

García Montero ha comparado esta situación con la que vivió cuando estaba en la Universidad de Granada, en 1976, en el homenaje a Federico García Lorca por el 40º aniversario de su asesinato al comienzo de la Guerra Civil. “Era ministro del Interior Manuel Fraga y el sobrino de García Lorca, Manolo Fernández Montesinos, subió al escenario y dijo: ‘Lo siento señores, se nos ha recortado el homenaje, nos dan solo media hora y después nos dispersarán”, ha contado García Montero. “Si me preguntas quién era el alcalde de Granada entonces o quién era el gobernador civil, no te sabría responder porque los tengo en el más absoluto olvido. De quien no se ha olvidado nadie es de Federico García Lorca”.

Pese a que en noviembre la alcaldía madrileña votó en contra de nombrar a Grandes como Hija Predilecta de la ciudad, el Ayuntamiento lo ha aprobado ahora como parte de la negociación con el Grupo Mixto, con el voto de tres diputados del partido de izquierdas Más Madrid, para sacar adelante los presupuestos de la capital. La autora también tendrá una calle en la capital, tal y como aprobaron todos los partidos a excepción de Vox. El director del Cervantes ha resaltado que “a Almudena la nombran Hija Predilecta de Madrid no unos partidos políticos, la nombra una institución como el Ayuntamiento de Madrid”. “Para mí, un escritor o una personalidad siempre será un escritor o una personalidad, y yo podré compartir sus ideas o no, pero es una institución de todos los españoles”, apunta el escritor, que también ha destacado que la experiencia al frente del Cervantes le ha enseñado a diferenciar entre una representación a nivel institucional de una de interés personal.

Montero ha recalcado que “Almudena nunca pidió nada” y que “agradeció con cariño el reconocimiento de la gente” que la leía: “Ella tenía claro que el mejor premio que puede tener un autor son sus lectores y tomar conciencia de que perteneces a su educación emocional”. El poeta ha agradecido todas las muestras de apoyo que ha recibido en el último mes, desde las instituciones a sus compañeros de oficio y la gente en general del mundo de la cultura. “Las reacciones ante la muerte de Almudena me han ayudado a recordar que hay otro tipo de sociedad y es con la que estamos comprometidos y la que debemos tener en cuenta”.

Por último, sobre los Episodios de una guerra interminable, la serie de novelas que Grandes publicaba desde 2010, con Inés y la alegría como primer título, García Montero ha contado que le quedó uno por terminar, el sexto y último. Con la llegada del coronavirus la autora aparcó el proyecto para centrarse en escribir sobre la pandemia. Así dejó una novela de ficción política, que publicará la editorial Tusquets, “cuando la vea oportuna”, en la que Grandes analizaba cuál ha sido el impacto del virus en la sociedad.