El nuevo teniente Blueberry cabalga por sendas más femeninas
El célebre personaje de cómic vuelve con nuevas aventuras, dibujadas por Christophe Blain y con guion de este y de Joann Sfar
El teniente Mike Steve Donovan, alias Blueberry, está de vuelta en Fort Navajo y cabalga otra vez por territorio apache. El indisciplinado e intrépido oficial de caballería creado en 1963 por el guionista Jean Michel-Charlier y el dibujante Jean Giraud en las páginas de la revista Pilote y convertido luego a lo largo de medio centenar de álbumes en uno de los personajes más famosos del cómic en el género del wéstern, ha regresado en una nueva aventura con guion de Joann Sfar y Christophe Blain y dibujo de este último.
Rencor apache (Norma) es el estupendo primer álbum de la nueva serie, que vuelve a los paisajes y ambientes de las primeras entregas de la historia original y con un dibujo que las evoca claramente, pero asimismo introduce novedades del signo de los tiempos: una presencia femenina mucho más abundante y empoderada (rifle incluido), y temas como la violencia de género y el maltrato familiar. Pero Blueberry sigue siendo el mismo, los apaches y Fort Navajo también, y sale, igualito, el viejo mulero, buscador de oro y borrachín Jimmy McClure.
Blueberry, en el que Charlier y Giraud volcaron felizmente numerosas influencias cinematográficas, de John Ford al espagueti wéstern, sin olvidar que para los rasgos del teniente protagonista se inspiraron en los de Jean-Paul Belmondo, estrella entonces en boga, ha vivido una existencia peligrosa en el salvaje Oeste en los 30 álbumes del canon creados por sus autores originales, a los que hay que sumar otros 20, con la participación de diversos autores, que incluyen las precuelas sobre la juventud de teniente y la colección independiente Marshall Blueberry. La serie ha tenido momentos esplendorosos, verdaderas cimas del cómic, como los miniciclos de Chihuahua Pearl y de La mina del alemán perdido, en el que un Giraud ya convertido en Moebius volcó su interés por México y la psicodelia (y que dio pie en 2004 a la única película hasta ahora del personaje, interpretado por Vincent Cassel).
En Rencor apache, la estupidez y crueldad de unos adolescentes que matan a unas indias pone en peligro la paz con su tribu, que lanza una batida al estilo jefe chiricahua Ulzana en la película de Robert Aldrich para encontrar a los culpables. Blueberry, que tiene un affaire con la insatisfecha esposa del comandante del fuerte (una novedad: lo habitual en los wésterns de caballería es con la hija), tratará de solucionar la crisis.
Sorprende que el encargado de dar vida al nuevo Blueberry en la árida frontera de Arizona y Nuevo México sea un antiguo marinero (hizo el servicio militar en la Armada) y dibujante de aventuras marinas. “Es cierto”, ríe, en una entrevista con este diario, Christophe Blain (Gennevilliers, Francia, 50 años), autor de El reductor de velocidad, que transcurre en un acorazado, o la serie Isaac el pirata, Gran Premio de Angulema en 2002. “Pero en el fondo, desde niño, siempre he querido ser un cowboy, un fuera de la ley, un sheriff, un tipo con un caballo, un sombrero, botas de montar, un winchester y un colt”.
El coguionista y dibujante explica que conoció a Blueberry a los 11 años. “Mi padre lo leía cuando era adolescente y me regaló mi primer álbum en 1982”. Para Blain, el wéstern sigue muy presente en el cómic franco-belga y en ese terreno Lucky Luke y Blueberry “son las referencias absolutas”. A lo largo de los álbumes, nos hemos podido ir enterando de muchas cosas de la vida del teniente y hasta le hemos visto un desnudo frontal (en la página 38 de Apaches, Norma, 2010). “En La juventud de Blueberry, Charlier explica bastantes cosas del personaje, como que su apodo viene de lo primero que vio, arándanos (blueberries en inglés), al tener que inventarse un nombre falso para salir de un apuro”.
De la serie, prefiere La mina del alemán perdido y su continuación, El fantasma de las balas de oro. “Me gustan mucho también los álbumes del ciclo que arranca con Nariz rota hasta La última carta (La larga marcha y La tribu fantasma)”. Blain señala que su principal desafío para hacer Blueberry ha sido dibujar más realista. “Exige una gran concentración, pero me he habituado, el próximo tomo será mejor, hago progresos”.
¿Prefiere a los apaches o a los sioux, que protagonizaron otro de los ciclos famosos de Blueberry, el de El caballo de hierro? Desde luego, los apaches son más esenciales… “Los prefiero, porque viven en lugares rocosos y desérticos, en el límite de lo fantástico. Me encanta dibujar cañones. Los paisajes del sudoeste de Estados Unidos me fascinan. Me siento bien ahí. He realizado muchos viajes a esos sitios”. En cuanto a haber optado por un dibujo más cercano al de los orígenes de la serie en lugar del más claro y virtuosista de los álbumes posteriores, señala: “Es una opción personal. No es que quisiera copiar a Giraud, quería un trazo que lo evocara. Un dibujo cercano al de los años sesenta. Aunque yo, como lector, prefiero un dibujo de Blueberry más al estilo Moebius”.
¿Qué margen de innovación ha tenido para Rencor apache y qué posibilidad hay de novedad? “Puede que nuestra historia sea más dura en ciertos aspectos, hablamos de violaciones, de asesinatos de mujeres, por ejemplo. En su origen, Blueberry estaba dirigido a adolescentes de los años sesenta. Pero en realidad no innovamos, simplemente estamos en una sociedad que cambia. Charlier escribía aventuras diferentes. Tras su muerte en 1989, Giraud escribió historias más duras en los últimos blueberrys”.
¿Cree Blain que hay un lugar en el mundo de hoy para Blueberry? ¿Cómo puede aproximarse el viejo teniente a las nuevas generaciones? ¿Y al público femenino? En Rencor apache hay varias mujeres muy fuertes… “No sé, puede que la presencia de esos personajes femeninos ayude, en efecto”. Sobre sus influencias personales para hacer Blueberry, explica: “Películas como La venganza de Ulzana, de la que he tomado algunos de los personajes, El fuerte de la matanza, La legión invencible, Fort Apache, Hostiles…”. El que el coronel Tyreen de Fort Navajo le explique a Blueberry que de joven persiguió al rebelde apache Toriano, remite a Hoguera de odios. ¿Y cuál es el secreto para dibujar una buena escena de acción de wéstern? “No debe extenderse en demasiadas páginas, ni ser demasiado verbosa, ni demasiado silenciosa”.
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