Blueberry pasa del cómic al cine en un insólito 'western' francés
La película, con un presupuesto de 42 millones de euros, adapta dos de las aventuras del célebre personaje dibujado por Giraud
Mike Steve Donovan, alias Blueberry, gran héroe del western en las viñetas, ya gasta pólvora de verdad. El célebre personaje de cómic creado en 1963 por el guionista Jean-Michel Charlier y el dibujante Jean Giraud (Moebius) ha dado su salto al cine y el pasado día 11 se estrenó en Francia la película Blueberry, l'expérience secrète, basada en dos de los mejores álbumes de la serie de sus aventuras: La mina del alemán perdido y El fantasma de las balas de oro. Jan Kounen es el director del filme, que contó con un elevado presupuesto (42 millones de euros) y la presencia de Juliette Lewis. Vincent Cassel interpreta a Blueberry.
Para el papel del famoso personaje de cómic se habían barajado los nombres de Willem Dafoe y sobre todo el de Val Kilmer, pero finalmente Mike Blueberry tiene el rostro enjuto y mucho menos conocido del actor francés (afortunado mortal casado con Monica Bellucci) que, eso sí, lucirá las imprescindibles patillas. La película, que introduce algunos elementos fantásticos en el género del western, adapta libremente una de las aventuras más alucinantes de Blueberry (dividida en dos álbumes) y que incluye la búsqueda de una mina de oro en parajes tremendos y fantasmagóricos del desierto de Arizona (los Montes de la Superstición), una misteriosa ciudad india escondida, bandas de peligrosos apaches, un espectro, un brujo hopi, crótalos, monstruos de Gila y muchos peligros, traiciones y tiros. En esta historia, Giraud plasmó su pasión por las tribus del sur de EE UU y México y sus ritos, incluida la ingestión de alucinógenos.
De hecho, la película sobre Blueberry tiene su arranque en el interés del director por las experiencias místicas inducidas y el chamanismo, según ha explicado el propio Jan Kounen. Realizar el filme le ha servido no sólo para expresar algunos de esos temas -Blueberry ingiere peyote-, sino para colaborar con Giraud/Moebius, del que se proclama ferviente admirador. Para no ser menos, Vincent Cassel, el actor que interpreta a Blueberry, aparte de aprender a montar perfectamente a caballo, se ha leído los libros de Carlos Castaneda. Cabe imaginar que la película no es un western al uso y ello lo garantiza también la participación de Giraud como dibujante en la creación de algunas escenas oníricas y de visiones.
Que el desembarco de Blueberry en el cine tenga tintes de western psicodélico o chamánico ha alarmado a algunos de los muchísimos seguidores de la serie de cómics, aunque hay que recordar que la historia original, muy diferente de otros álbumes del personaje con argumentos clásicos del Far West, era rica en imaginería visionaria.
El 'sheriff' y el chamán
Desde el mundo anglosajón se ha seguido el proyecto con sorpresa no exenta de sorna y ya se ha bautizado la película del oeste francesa como baguetti western.
En Blueberry, l'expérience secrète Mike Blueberry es el sheriff de un tranquilo pueblo en la frontera del territorio apache cuando la aparición de un extraño tipo en busca de un viejo tesoro indio enterrado en las montañas lo revoluciona todo. Blueberry va tras el individuo ayudado por un chamán indio para impedirle profanar los lugares sagrados de los pieles rojas. En el corazón del agreste territorio, Blueberry deberá afrontar sus propios demonios interiores. Juliette Lewis es María, su novia.
La llegada de la película a las pantallas coincide con la publicación en España de un nuevo y estupendo álbum de este singular icono del Oeste americano creado en Francia en 1963. Hace el 42 de la serie, su título es OK Corral (Norma Editorial) y es un episodio de la historia que Charlier y Giraud han trenzado en torno al famoso duelo en Tombstone que enfrentó a los Clanton y a los Earp. Blueberry atraviesa -revólveres al cinto- la cuidadosísima reconstrucción de los acontecimientos que condujeron al tiroteo y en la que los autores han introducido algunos elementos de su cosecha, como convertir a John Ringo, al que la historia acredita entre la élite de los pistoleros y, eso sí, con una desconcertante afición a citar a Shakespeare -véase la Encyclopedia of Western Gungfighters (Pimlico, 1998)-, en un serial killer. El nuevo álbum presenta la novedad de mostrar por primera vez en toda la serie una escena de sexo explícito: entre el presidente de la liga de la virtud de Tombstone -precisamente- y una corista.
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