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Cultura investiga los trabajos para urbanizar el yacimiento arqueológico de Asdrúbal en Cartagena

El Ministerio enviará a una comisión de expertos a la zona tras un informe que denuncia “un cúmulo de casos de expoliación” en el cerro del Molinete

Vicente G. Olaya
Parque Arqueológico del Molinete en Cartagena, el pasado diciembre.
Parque Arqueológico del Molinete en Cartagena, el pasado diciembre.Pedro Martínez Rodríguez (EL PAÍS)

El yacimiento del Molinete, el cerro donde surgió la actual Cartagena, y sobre el que el general Asdrúbal erigió su palacio en el siglo III a. C., está ya bajo la lupa del Ministerio de Cultura y Deporte. El departamento que dirige José Manuel Rodríguez Uribes confirma que se ha incoado un expediente de investigación sobre las actuaciones arqueológicas que se han realizado en los últimos años en este yacimiento situado en pleno centro de la ciudad y donde el Ayuntamiento ha previsto la construcción de 120 pisos. Fuentes ministeriales avanzan que se va a exigir la documentación al Consistorio y que se enviará una comisión de expertos para evaluar todo el proceso. De hecho, las viviendas previstas se quieren levantar en dos parcelas a los pies del otero, bajo las cuales los propios expertos municipales han detectado la existencia de una calzada romana, dos edificios relacionados con las salazones y una cisterna púnico-romana. Todo se mantendría in situ, según los deseos de las autoridades locales, pero solo sería visible accediendo a los sótanos y a los aparcamientos de los nuevos edificios.

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El procedimiento ministerial se abre tras la denuncia del director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Iván Negueruela, que sostiene que en el monte se mantienen aún restos del palacio de Asdrúbal, que lo excavó en sus laderas, pero que gran parte de ellos han sido destruidos o tapados por el hormigón, algo que los expertos municipales niegan tajantemente.

El informe de Negueruela que ha desatado la investigación se titula Expoliación sin parangón del Molinete de Cartagena, sede del palacio de Asdrúbal y Aníbal. Se trata de un documento de 107 páginas, que incluye numerosas fotografías y planos, donde se afirma: “Estamos ante un cúmulo de casos de expoliación (destrucción de numerosas partes del Patrimonio español)”, que, “además, dadas las evidencias que se han recogido en este escrito, todo indica que podría haber sido intencionado”. Y añade una presunta causa: “La destrucción de los restos históricos era fundamental para los intereses económicos de la operación: la venta de parcelas públicas (de propiedad municipal) en los aledaños del cerro para la construcción de varios bloques de viviendas. Lo cual viene persiguiendo el Ayuntamiento desde, al menos, marzo de 2001”.

Reconstrucción idealizada del palacio de Asdrúbal en Cartagena que aparece en el libro de Iván Negueruela.
Reconstrucción idealizada del palacio de Asdrúbal en Cartagena que aparece en el libro de Iván Negueruela.

Un portavoz ministerial señaló ayer que lo primero que se hará es reclamar “toda la documentación existente” al Consistorio para estudiarla. A continuación, “y en cuanto la covid lo permita”, se enviará una comisión de expertos para evaluar posibles daños, incluidas las parcelas donde se quieren construir los pisos. Finalmente, se llegará a “una conclusión”. El Ministerio pone como ejemplo de su actuación lo ocurrido recientemente con el yacimiento castreño de Chao Samartín (Granda de Salimes, Asturias), donde se ha obligado al Principado de Asturias a modificar un proyecto de rehabilitación por los daños que causaría a los restos arqueológicos del siglo II.

El Molinete es un cerro piramidal de unos 26.000 metros cuadrados completamente rodeado de edificaciones, principalmente de los siglos XIX y XX. En la parte más alta se ubica un parque urbano, con arbolado joven, zonas de recreo infantil y amplias calles de mortero. En la cima, los restos de un templo romano y otro púnico. En uno de los laterales del otero es visitable un parque arqueológico con importantes elementos constructivos del foro romano de la ciudad. En las otras dos vertientes, toneladas de escombros y basuras. A los pies de una de ellas están previstas las viviendas.

Desde 2003, el cerro ha sido ampliamente excavado por el equipo del catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia José Miguel Noguera. El afamado experto nunca ha negado que el palacio de Asdrúbal se ubicase en el altozano, pero rechaza con vehemencia tanto la destrucción de sus posibles restos como que permanezcan aún al no haberlos hallado nunca. Para el catedrático lo que pervive en la parte superior del montículo son “los restos del santuario de Astarté” y paños de diversas murallas hasta de época de Carlos V. Sostiene que “lo que dice Negueruela es pura imaginación. Muy poco científico, la verdad”.

Panorámica del cerro del Molinete (Cartagena), incluida en el libro de Iván Negueruela.

Iván Negueruela, en cambio, se lee en el informe que ha enviado al ministerio, cree que el palacio “se ha ocultado con toneladas de gravas de colores, de tierra de jardín y con decenas de árboles de gran porte y plantas tapizantes que impiden que nadie pueda ver la superficie arqueológica del cerro”. El director del museo nacional asevera también que se introdujeron potentes excavadoras para derribar los muros del área palaciega. Noguera, al contrario, afirma que esas paredes correspondían a las infraviviendas del barrio chino que ocupó el otero hasta los años setenta del siglo pasado.

La comisión ministerial de expertos decidirá ahora quién tiene razón en un asunto que divide por completo a los grupos políticos municipales de Cartagena. El gobierno local ―una coalición de concejales expulsados del PSOE, PP y Ciudadanos― cree que todo se ha realizado ajustándose estrictamente a la legalidad y habla de “operaciones políticas”, mientras que la oposición, fundamentalmente el grupo independiente Movimiento Ciudadano, que ganó las últimas elecciones, tiene más que dudas.

Ver la calzada con una cesta de la compra en la mano

La Qart Hadasht de los cartagineses surge sobre el cerro del Molinete en el 227 a. C., Allí –en esto sí se ponen de acuerdo los arqueólogos- el general Asdrúbal levantó su palacio, desde el que podía contemplar de un lado el mar Mediterráneo y del otro, una gran laguna que rodeaba el montículo, que tras ser desecada en el siglo XVI permitió el desarrollo urbanístico de esta ciudad de casi 220.000 habitantes.

Las calles de la población –más de un centenar de parcelas abandonadas- guardan los numerosos restos de las diferentes civilizaciones y culturas que han pasado por ella. Un futuro museo –próximo al Molinete- dará cuenta de los muchos y espectaculares objetos históricos que se han encontrado. Pero no todo es fácilmente visitable, ya que los restos arqueológicos han quedado atrapados entre los edificios y las calles.

Para ver parte de la calzada o las antiguas instalaciones portuarias hay que entrar en un conocido y céntrico colmado. A través de un gran acristalamiento en el suelo se pueden vislumbrar los vestigios. Pero para acceder al interior del establecimiento, hay que tomar una cesta de plástico -aunque no se vaya a comprar nada- para que los propietarios lleven la cuenta del número de clientes en local y no sobrepasar el aforo que imponen las medidas sanitarias por la covid-19.



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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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