El Ministerio de Cultura publica su guía de buenas prácticas para rodajes durante la pandemia

El Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), el organismo encargado del cine en el Ministerio de Cultura y Deporte, ha publicado en su web su Guía de buenas prácticas de medidas especiales para la prevención de riesgos laborales del sector audiovisual, un documento base para afrontar los rodajes según vaya entrado cada territorio sanitario en fase 1, la etapa en la que se permite volver a las filmaciones. Según el Ministerio “se pretende facilitar a las empresas y profesionales del sector audiovisual una guía útil de medidas de prevención y protección, así como de recomendaciones para poder trabajar de manera segura en las producciones audiovisuales, cumpliendo con la normativa de seguridad y salud laboral vigente, así como con la regulación sanitaria establecida para el proceso de desescalada”.

No es vinculante, se advierte que estará abierto a cambios según se vaya produciendo la desescalada, y se basa en la distancia, la desinfección constante y en cambios de guion que ayuden a mantener la seguridad en el plató. Hasta ahora, la industria contaba con cuatro o cinco normativas distintas, cada una diferenciada según su procedencia y el tipo de rodaje que analizara. “El texto ha sido revisado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y se han incorporado sus aportaciones”, apunta el documento. Y sobre los actores, apunta: “Deberían demostrar su estado de salud con una prueba negativa de la covid-19 antes del inicio de su participación”.

En la Guía de buenas prácticas de 45 páginas se desarrollan una serie de mínimos pensados para no encarecer en demasía las producciones. Empezando desde el acceso a los rodajes: “Se establecerán recomendaciones para que el traslado a los espacios de trabajo se realicen con el menor riesgo posible, y los trabajadores informarán de los medios de transporte que emplearán en cada caso”. El documento apuesta principalmente por mantener la distancia social de seguridad de dos metros y en la permanente desinfección de todos los elementos y objetos de un rodaje: “En los casos en que la naturaleza del trabajo no permita respetar la distancia interpersonal ni el uso de equipos de protección adecuados al nivel de riesgo, como es el caso de los actores y actrices, se atenderá a medidas de seguridad diseñadas para cada caso particular a partir de las recomendaciones de las autoridades sanitarias”. También se señala: “En las actividades de maquillaje, peluquería y vestuario se deberá utilizar el equipo de protección adecuado al nivel de riesgo que asegure la protección tanto del trabajador como del artista, debiendo asegurar en todo caso el mantenimiento de la distancia de dos metros entre los artistas y la desinfección de los materiales después de cada uso”.

Se subraya la importancia del teletrabajo, es decir, de que a los rodajes asista solo el personal imprescindible. Pero no hay obligaciones sobre test (“En el caso de los actores y debido a que es el personal más expuesto al riesgo de contagio, sería altamente recomendable la realización de test serológicos/test PCR de forma periódica, y de conformidad con el protocolo diseñado por el personal médico que corresponda”), termómetros a las entradas del rodaje (“Se recomienda la toma de temperatura diaria con termómetro de infrarrojos al incorporarse al trabajo”), pruebas previas o declaraciones juradas de los trabajadores de que no están enfermos, como sí aparecían en otras guías previas preparadas desde la industria. Solo se recomienda porque puede chocar contra la Ley de Protección de Datos, el Estatuto de los Trabajadores y “porque alguna de esas medidas no obtienen resultados concluyentes”.

Lo que sí hace la Guía es desglosar cada proceso de producción de una película, serie de televisión o rodaje. A los intérpretes, por su obvia cercanía en alguna secuencia, sí se les advierte: “Todos los actores, especialistas y posiblemente la figuración que entren en contacto con los actores deberían probar su estado de salud con una prueba negativa de la covid-19 antes del inicio de su participación en el rodaje. La prueba se realizaría siguiendo un protocolo médico y con la periodicidad que fuera determinada por dichos especialistas. Para que las pruebas sean relevantes, es esencial que los actores después de las pruebas se adhieran voluntariamente a las reglas de cuarentena”. El documento ha sido consensuado con asociaciones del sector como la Agrupación de Asociaciones del Audiovisual (AAA), la Asociación Estatal de Cine (AEC), la Asociación de Profesionales de la Producción Audiovisual (APPA), la Mesa Territorial de Productores Audiovisuales, Productoras Asociadas de Televisión de España (PATE), Productoras Independientes Audiovisuales Federadas (PIAF), Federación de Productores Audiovisuales (PROA), Productoras Españolas de Audiovisual Internacional (PROFILM) y la Spain Film Commission.