Clara Obligado: “Escribo por pura envidia”
La escritora argentino-española se somete al carrusel de preguntas de este diario
A Clara Obligado le persigue un sueño: que llega a una casa y no la dejan entrar; cree que es un sueño sobre el exilio. Si hay una experiencia que ha marcado a Obligado (Buenos Aires, 1950), esa ha sido la migración. La autora reedita su novela Salsa (Entre Ambos), que narra la vida de varios inmigrantes en Madrid, algo que conoce muy bien desde aquel 1976 en que huyó de la dictadura argentina para residir en la capital de España. “Pienso que hoy los jóvenes son más sensibles, porque ellos mismos tienen que emigrar”, reflexiona sobre el cambio que se ha operado en la sociedad española desde 2002, año en que el libro vio la luz. “Pero todavía se oye a quien dice que los extranjeros vienen a robarles el trabajo”.
De pequeña quería ser…
Princesa. En mi generación, lamentablemente, las mujeres todavía queríamos ser princesas.
¿Con quién le gustaría quedar atrapada en un ascensor?
Con el hombre invisible, soy muy claustrofóbica.
¿Algún sitio que le inspira?
Cualquier lugar estético, en el campo, con una mesa cómoda y agua cerca.
“El fenómeno de los refugiados sin refugio abre una gran herida social”
¿Cuándo lloró por última vez?
Hoy mismo. Escuché una música y se me piantó un lagrimón, como dice el tango. Pero uno solo. Lloro muy poco.
¿Cuál ha sido el mejor regalo que ha recibido?
Una caja de lápices de colores muy grande, de esas de madera. Dibujo muy mal, pero me encanta hacerlo, y la deseaba desde pequeña.
¿Qué significa ser escritora?
Un privilegio y una condena.
¿Para qué sirven los premios?
Para ser feliz unos pocos días y arreglar algo las finanzas, cualquiera sabe que un premio no habla necesariamente de la alta calidad de un libro. Y también para tomar conciencia de que algunos escritores tienen muy buenos amigos y que las mujeres somos casi siempre las excluidas.
¿Cuál es el último libro que le hizo reír a carcajadas?
Me divierte mucho Antonio Orejudo, bajo mi punto de vista, uno de los mejores escritores españoles del momento.
¿Qué libro mataría por haber escrito?
Tantos. Desgracia, de Coetzee, alguno de Siri Hustvedt, los cuentos de Alice Munro. En realidad escribo por pura envidia.
¿Cuál ha sido su gran experiencia?
Cambiar de país, tener hijas. Dedicarme a lo que me gusta, con todo lo que ello implica.
Reedita Salsa, sobre inmigrantes en Madrid, que se publicó en 2002. ¿Qué ha cambiado en estos años para un inmigrante?
Por un lado, algunos grupos de inmigrantes se han integrado más. Por otro, el fenómeno de los refugiados sin refugio abre una herida social tremenda. Las cosas están bastante peor.
En una fiesta de disfraces, ¿de qué se disfrazaría?
En invierno, de oso polar. En verano, de dama de los abanicos.
¿Dónde no querría vivir?
En un país con una dictadura.
¿Qué la deja sin dormir?
Cenar demasiado. Duermo como un lirón.
“Los premios enseñan que algunos escritores tienen muy buenos amigos”
¿Cuál es su olor preferido?
El de las mimosas. Solo con imaginarlas, ya las huelo, son las flores de mi infancia. En Argentina se llaman aromos.
¿Qué personaje del cine o la literatura se asemeja a usted?
Me parezco un poco a Escarlata O‘Hara, por su capacidad para luchar en los momentos adversos.
¿Qué la hace suspirar?
Lo que se termina. Lo que se va.
¿Qué siente cuando ve su foto en los diarios?
Que haría bien en bajar unos kilos.
Respecto a su trabajo, ¿de qué está más orgullosa?
De mi persistencia. De seguir sintiendo emoción ante una página en blanco. De seguir creyendo en el poder de la literatura. De la gente que conocí por el camino.
¿Qué le diría a Macri si lo tuviera delante?
¿Cómo hiciste para estropearlo todo tan rápido?
¿Cuál es la noticia que siempre ha esperado leer?
Que el Gobierno da prioridad a la cultura.
¿Cómo ve el futuro de Argentina?
Negro a corto plazo. A largo plazo, les deseo lo mejor.
Babelia
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