Julián Fuks: “Maradona es un personaje mucho más profundo que Pelé”
El escritor brasileño se somete al carrusel de preguntas de este diario
Julián Fuks (São Paulo, 1981) es hijo de una pareja de argentinos que llegó a Brasil huyendo de la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983. Sus padres son psicoanalistas, es decir, le “enseñaron a desconfiar de los consejos, a mirar con sospecha cada mísera frase”. Un interesante entrenamiento para alguien que iba a terminar convertido en escritor y que va mucho más allá de la obsesión por la palabra precisa de Flaubert. Fuks publicó en 2015 A resistência, una novela sobre el exilio y la identidad que le ha merecido varios de los más prestigiosos premios de la lengua portuguesa y otros reconocimientos en el extranjero.
¿De pequeño qué quería ser?
Escritor. Solo de adulto fui a descubrir que debería haber sido futbolista.
Bueno, ¿Maradona o Pelé?
Maradona. El fútbol en sí es un mero detalle; Maradona es un personaje mucho más vivo, más profundo, más complejo. Pregúnteme ahora sobre Messi y Neymar.
¿A qué selección quiere ver campeona en el Mundial de Rusia?
Difícil decirlo. Apoyar a Brasil es inevitable. Pero hay tantas victorias posibles más bonitas que la la nuestra. Quién sabe si la victoria de Uruguay, solo para ver la sonrisa de Pepe Mujica.
¿Cuál es el último libro que le hizo reír a carcajadas?
El viaje del elefante, de José Saramago. Creo que Saramago es el único autor que me ha hecho reír a carcajadas y llorar avergonzado.
¿Quién sería su lector perfecto?
Alguien que viva este tiempo, que piense este tiempo, y le importe el dolor y la belleza. Yo mismo querría ser ese lector.
¿Qué libros tiene en su mesa de dormir?
En este momento, Fuerzas especiales, de Diamela Eltit. Todos deberían tener en su cabecera, en algún momento, la presencia incómoda de Diamela Eltit.
¿Qué libro le cambió la vida?
Ulises, de James Joyce. Aunque mi vida particular es lo de menos. Ulises cambió la vida entera de la literatura.
¿Cuál es su rutina diaria para escribir?
Despierto, veo de mi hija, veo de todo el resto y entonces, finalmente, lo retraso. Dejo que las horas pasen, angustiado. Cuando ya no me sobra tiempo, escribo al fin, movido por la culpa.
¿Qué música le sirve para escribir?
En el acto de la escritura, solo el silencio. Poco antes de escribir, algunos buenos versos, hechos de pura cadencia.
¿Qué deportista, personaje literario o cinematográfico se asemeja a usted?
Soy el típico personaje de novela moderna: un hombre común inmerso en sus dramas comunes.
¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?
Con quienes me siento casi siempre, mi esposa, mis amigos cercanos. La intimidad es la mejor de las fiestas.
¿Qué significa ser un escritor?
Es lo que intento descubrir desde hace unos cuantos años, pero creo que todavía me faltan algunas décadas.
¿Qué libro regalaría a un niño para introducirlo en la literatura?
Chapeuzinho amarelo (Caperucita amarilla), de Chico Buarque, para que perdiera el miedo del lobo escondido en cada palabra.
¿Cuál es su lugar favorito en el mundo?
Mi propia casa, la hamaca de la sala, mi hija en el regazo.
¿Qué libro le hubiese gustado haber escrito?
Bartleby, el escribiente, de Herman Melville. Pero prefiero no escribirlo.
¿Cuándo fue la última vez que lloró?
El mundo anda triste. No acostumbraba llorar con noticias, ahora lloro. Todavía busco, en la soledad de las madrugadas, a los sin techo, a los sin rostro, enterrados en las fotos de los diarios.
¿Con quién le gustaría quedar atrapado en un ascensor?
Con alguien capaz de arreglarlo. ¿MacGyver?
¿Cuál es el mejor regalo que ha recibido?
Mi esposa me dio, hace muchos años, A rosa do povo (La rosa del pueblo), de Carlos Drummond de Andrade. Todo lo que he podido hacer comenzó allí.
¿Qué superpoder le gustaría tener?
Ver el pasado, propio o ajeno, como si de hecho existiera en algún lugar.
¿Dónde no querría vivir?
En ese pasado que pudiera ver, en cualquier pasado.
¿Qué le diría al presidente Michel Temer?
Esto no es un presidente, usted no es un presidente. ¿Ya se dio cuenta del papel nefasto que ocupará en nuestra historia?
Babelia
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