Antonio Ungar: “Soy como Ronaldo Nazário, con la rodilla rota tres veces, pero levantándose siempre”
El escritor colombiano responde al carrusel de preguntas de este diario
Antonio Ungar (Bogotá, 1974) ha dejado de ser el “jovencísimo” escritor de la lista de nuevos autores latinoamericanos que esbozó Roberto Bolaño poco antes de su fallecimiento, en 2003. Con el Premio Herralde de 2010 a cuestas y más de media docena de libros publicados, un Ungar totalmente hecho y derecho en el oficio ha regresado este año a la novela con Mírame (Anagrama), una obra que ya ha desembarcado en las librerías y que reflexiona sobre la relación de Europa con los migrantes y la xenofobia.
¿Cuál es el último libro que le hizo reír a carcajadas?
Uno de Marx. Del capitalista. Camas, de Groucho. Libertad, despelote y amoralidad como sólo él puede ofrecer.
¿Quién sería su lector perfecto?
Uno que tuviera tiempo y no tuviera Netflix (ya quedan muy pocos).
¿Qué libros tiene normalmente en su mesa de dormir?
Muchos empezados y ninguno acabado. No tengo tiempo y sí tengo Netflix. Y tres hijos, así es que a la hora de dormir, duermo. En este momento leo a trozos el libro de ensayos Contra todo, de Mark Greif, una historia de la comedia gringa que se llama The Comedians, de Kliph Nesteroff, y la novela La muerte del padre, de Karl Ove Knausgard.
¿Qué libro le cambió la vida?
Muchos. La vida me la salvó leer, descubrir que otros escribían y que algunos de los mundos que exploraban se parecían al mío.
¿Qué música escucha para escribir?
Depende del libro y del momento. Últimamente mucha música electrónica. Me gusta que es abstracta, no tiene letra y por lo tanto no hace referencia a nada que pueda distraerme. Ni siquiera tiene instrumentos, lo que hace imposible imaginar a los intérpretes.
¿Qué deportista, personaje literario o cinematográfico se asemeja a usted?
El único deporte que hago es ir del escritorio a la nevera, pero me parece que comparto algunas características de futbolistas díscolos. Eric Cantona haciendo declaraciones absurdas, cantando, escribiendo, pegándole a un hincha del Manchester United en pleno partido. Faustino Asprilla, capaz de ser muy bueno cuando le daba la gana. Y Ronaldo Nazário, con la rodilla rota tres veces, pero levantándose siempre.
¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?
Con mis amigos cercanos. Soy muy tímido e inepto en el arte de iniciar conversaciones con desconocidos. Uma Thurman y Cameron Díaz serían bienvenidas en el sofá.
¿Qué libro regalaría a un niño para introducirlo en la lectura?
Comics de Lucky Luck y de Astérix. Todas las novelas de Verne y de Salgari.
¿Qué significa ser escritor?
No mucho. Es un oficio, como cualquier otro. Un buen escritor necesita tanto talento, trabajo y destreza técnica como un buen carpintero.
¿Cuál es su lugar favorito en el mundo?
Dos. La selva del Orinoco y mi escritorio.
¿Qué libro le hubiese gustado haber escrito?
Los que he dejado a la mitad, que son muchos. No me gustaría tener que redactar libros de otros.
¿Cuándo fue la última vez que lloró?
Viendo el documental Freeway: crack in the system, acerca de la entrada de la cocaína crack en los barrios negros en los años ochenta y su relación con el escándalo Irán-Contras.
¿Cuál es el mejor consejo que le dio alguno de sus padres?
No le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan. De mi madre.
¿Qué lo deja sin dormir?
Casi todo. Padezco de insomnio crónico.
¿Con quién le gustaría quedar atrapado en un ascensor?
Con Cameron Díaz o con Uma Thurman si no se habían sentado en el sofá de la otra pregunta. Patti Smith sería bienvenida también.
¿Cuál es el mejor regalo que ha recibido?
Mis hijos.
¿A qué edad se dio cuenta de que quería ser escritor?
Siempre me gustó contar historias. Habladas primero, a los nueve o diez años, para mis primos cuando acampábamos. Escritas después, pequeñas escaletas, a los 14 años.
¿Cómo fue su primera borrachera?
Terrible. Fue a los 15 años y con aguardiente anisado, la bebida más fea y una de las más potentes del mundo. Fue la misma noche en que mataron a Luis Carlos Galán, un candidato presidencial colombiano. Se declaró toque de queda en Bogotá y hasta el día siguiente me tuve que instalar en el baño de un amigo.
¿Ha tenido algún sueño recurrente?
Hay una isla a la que regreso muchas veces, parecida a la de la novela La invención de Morel.
¿Qué quería ser cuando era pequeño?
Músico o deportista. Sigo queriéndolo.
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Messi. Cristiano Ronaldo es el mejor atleta del fútbol actual. Salta más alto, corre más rápido, hace más abdominales. Ganaría en salto alto, pruebas de velocidad y de halterofilia. Messi es el mejor futbolista de la historia, seguido por otros que superan a Cristiano Ronaldo.
¿Qué le diría al presidente Juan Manuel Santos?
Que hiciera todo lo posible por implementar el proceso de paz que sacó adelante. El texto del acuerdo es impresionante y, si se cumpliera, Colombia daría un salto social fundamental. Tiene la oposición de todos los corruptos, los terratenientes y las la derechas, pero no es imposible. Que les diera a los exguerrilleros y a los campesinos lo que les prometió a cambio de la paz. Que protegiera a los líderes sociales que están siendo asesinados desde que se firmó el acuerdo (cientos, a un ritmo de uno cada dos días).
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