Amaral, Errejón, Wyoming... confesiones de famosos en un 600
El periodista Jorge Todolí publica un libro con las mejores anécdotas de sus charlas sobre ruedas
Entre cuero, paredes de chapa ovalada, antiguas transmisiones eléctricas, 600 centímetros cúbicos de cilindrada y 23 “caballitos”, el periodista Jorge Todolí obliga a famosos y personalidades del ámbito de la cultura o político a hablar de su vida. Lo hacen en un entorno único: dentro “del coche del pueblo”, a poco más de 20 kilómetros por hora por el Paseo de la Castellana de Madrid con pitidos y gritos y rodeados por las prisas que suelen reinar en esta vía principal de la ciudad que vive repleta de trajes de chaqueta y coches de ejecutivos de última generación. Tímidamente, el Fiat 600 se abre paso para convertirse en el envoltorio que tinta las charlas de cercanía. “Yo las llamo entrevistas humanas en un coche”, apunta Todolí. No conoce a ningún personaje previamente, pero enseguida el tono de la charla es como el de dos amigos de toda la vida. “Y eso, lo hace el coche”, señala. Ahora, tras tres años al frente de este proyecto, publica un libro recapitulando los mejores momentos dentro de “este montón de chatarra”. Así nace Confesiones en un 600.
Cuando Todolí se encontraba en Alemania, como tantos españoles que con la crisis económica salieron a ampliar horizontes en busca de trabajo, vio en la televisión un capítulo del programa Comedians in cars getting coffee en el que el cómico Jerry Seinfeld entrevistaba a Letterman en un coche clásico y, enseguida, quedó prendado del formato. No volvió a pensar en ello hasta que en 2015, a su vuelta de tierras germanas, un buen amigo le enseño su última, pero no nueva, adquisición: un Fiat 600 de 1966 en color beige que mantenía todas las piezas originales. Casi de manera natural, recordó aquel programa que había visto años antes y se decidió a adaptarlo. Instaló una cámara go pro en el cristal frontal del coche e hizo a su padre subirse al asiento del copiloto para probar si el sistema funcionaba. Comenzó a contactar a los primeros invitados para proponerles la loca idea de subirse al coche a hablar de su vida con un tipo que no conocían de nada. El primer “incauto” fue Juan Luis Cano, cofundador de Gomaespuma.
Equipado con pelucas, bigotes de pega, una nariz de payaso y hasta un extintor de juguete, el periodista deja que el invitado se sienta libre de probarse y jugar con lo que quiera. "El día que vino Luis Moya, el copiloto de Carlos Sainz, se me cayó el extintor y le salió del alma decirme 'menos mal que no tenemos un incendio en el coche". Antes de que Joaquín Reyes se dejara bigote, estuvo probándose los de pega de Todolí. La nariz de payaso ha pasado por Pepe Viyuela, Fofito e incluso Eva Amaral; mientras que Leo Harlem escogió las pelucas y José Luis Cuerda un abanico que, según él, daba "aire leñoso" porque la entrevista fue en pleno mes de julio y, obviamente, el coche no cuenta con aire acondicionado.
Este vehículo, en el que normalmente se metían hasta ocho personas para viajar, sigue siendo indestructible con el paso del tiempo. "A veces se calienta o el cicuito de electricidad no corre bien y de repente se te para en mitad de la Castellana. Pero siempre vuelve a funcionar", explica Todolí. Con una tirada nacional de menos de 900.000 unidades, son pocos los que siguen en activo. Sin embargo, aunque sabe la "joyita" que tiene entre manos, cuando sale del coche al terminar la entrevista tiene "la espalda destrozada".
Uno de sus momentos preferidos fue cuando El Langui gastó una broma a Miguel Ángel Revilla por teléfono haciéndose pasar por un miembro de la DGT que le pedía explicaciones porque había aparecido sin cinturon en Autoentrevistas, como se llama este programa online de Todolí. O cuando la periodista de La Sexta Cristina Pardo le contó que, mientras seguía la campaña del Partido Popular, fueron a una fábrica de embutidos. Mariano Rajoy había cogido una bandeja chorizos y su asesor de imagen se le acercó a decirle que no era el mejor momento para hacerlo. Coincidía con el momento en que todos los casos de corrupción dentro del partido comenzaban a salir a la luz.
El más emotivo para Todolí fue cuando Ara Malikian bajó la ventanilla, sacó el codo por la misma y se puso a tocar el violín en directo. Además, el libanés estuvo hablándole de cómo pasó la guerra en su país. Cada vez que bombardeaban su zona, se metían todos en un sótano y cada uno tocaba un instrumento, algunos cantaban, otros arrancaban a bailar... "Era su manera de evadirse de la guerra, muy valiente". Como estas, el libro, que se puede conseguir online, cuenta con más 50 anécdotas con personajes tan dispares como Íñigo Errejón, Wyoming, Miguel Ríos o el juez Elpidio Silva, conocido por el Caso Blesa. "He seguido el curso natural de las cosas. He escuchado curiosidad de mis invitados que nadie sabe y merecían ser plasmadas", cuenta el autor.
Las pequeñas dimensiones del 600 hace que la cercanía sea natural. Las entrevistas suelen durar entre media hora y 40 minutos y siempre acaban con un momento musical a cargo de jóvenes promesas como Morgan, Iseo, Bambikina o El Dúo La Loba. "Esto es el formato antitele. Es la naturalidad, la espontaneidad, no hay artificios. Tanto, que a veces se me borra el material o se escucha mal", comenta entre risas el periodista, que además bromea con que le gustan tanto los retos que acabará haciendo entrevistas en un ascensor.
Babelia
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