OT 2017: Cinco motivos de un triunfo
Amaia, Alfred, Miriam, Aitana y Ana se disputan esta noche la victoria en el programa con el que La 1 se ha apuntado un tanto
En 2001 nació Operación triunfo. La gala inicial de aquella primera edición del programa no tuvo un seguimiento brillante, con 2.734.000 espectadores, buenas cifras para hoy pero regulares en aquella época en una televisión con menos canales y menos competencia. Sin embargo, el formato se convirtió en todo un fenómeno de masas y 12.873.000 espectadores vieron cómo Rosa López se convertía en ganadora. 16 años después, y espoleado por la buena acogida del reencuentro de aquellos triunfitos por el 15 aniversario del programa, TVE recuperó Operación triunfo. Lo hacía seis años después de que su última edición en Telecinco pasara sin pena ni gloria por la parrilla. La duda era lógica: ¿sería capaz esta nueva generación de triunfitos de conquistar al público? Sorprendentemente para muchos, la respuesta ha sido afirmativa.
El seguimiento de OT 2017 ha ido en aumento casi constante a lo largo de las semanas y desde su dato más bajo, 1.946.000 espectadores (15,6%) en la gala 2, ha ido sumando interés hasta que el lunes pasado, la entrega en la que se seleccionaron los representantes para Eurovisión reunió a 3.086.000 espectadores (23,6%), dato que hoy en día es todo un éxito. El programa ha impulsado la audiencia de La 1, que en enero logró un 11,5% de cuota de pantalla, su mejor dato mensual en cinco años (y para el que también han ayudado éxitos como la recta final de MasterChef Junior o el regreso de Cuéntame cómo pasó).
Pero más allá de cifras, el éxito real de OT ha sido la sensación de que ha aportado un soplo de aire fresco a una cadena necesitada de captar la atención del público joven y de actualizar su imagen. Antes de que esta noche (La 1, 22.35) uno de los finalistas, Amaia, Alfred, Miriam, Aitana y Ana, se proclame ganador de OT 2017 en una gala que podrás seguir al minuto en EL PAÍS, repasamos algunos de los motivos del triunfo inesperado de Operación triunfo:
- El secreto está en el casting
Los concursantes de OT 2017 son especialmente jóvenes, con una edad media que no llega a los 22 años, y no es casualidad. Por un lado, los participantes en este programa vienen a aprender, a asistir a clases diarias en la Academia. Por otro lado, el formato tenía muy claro que lo que buscaba era atraer al público más joven, y para ello necesitaban referentes en los que se pudieran ver reflejados. Además, eran chicos con formación musical previa e incluso muchos saben tocar instrumentos. Pero, ante todo, son gente con ganas de trabajar, de aprender, de ayudar a los otros, gente natural que han reaccionado ante la frustración y el estrés como cualquiera lo haría, que se sorprendían con los descubrimientos, que luchaban por mejorar. Y concursantes en los que uno de sus mayores valores ha sido la inocencia y naturalidad.
- Conexión millennial y visibilidad de la diversidad
Un beso entre dos hombres en prime time. O entre una mujer y su novio transexual. Camisetas de apoyo a los refugiados, pulseras arcoiris y trajes feministas. En OT este año se ha hablado del sida, de la identidad sexual, del bullying. De la vida. Porque en este programa de televisión no solo es importante la música, sino que lo que engancha a los espectadores son los personajes y sus historias, una conexión emocional que se ha logrado por esta otra vía. El formato ha servido para dar un soplo de aire fresco a una cadena que acumulaba demasiado polvo y caspa encima. Y lo ha hecho de la forma más natural del mundo, sin grandes alharacas pero entre los aplausos de quienes han visto un programa en el que se podía ver representado casi cualquiera.
- Redes sociales y canal 24 horas
Aunque alguien no haya seguido Operación triunfo por la televisión, si tiene cuenta en alguna red social es bastante probable que conozca a los participantes y sus andanzas. Cada día, la etiqueta para comentar el programa ha sido una de las más repetidas en Twitter en España. El canal de YouTube con la emisión 24 horas facilitaba cada día la programación de clases y eventos, un horario con el que sus miles de seguidores podían organizar su vida en consonancia con la Academia. El último pase de micros antes de la final, que tuvo lugar el sábado a las 16.00, congregó a más de 70.000 personas que comentaron y compartieron en redes sus reacciones. Y así ha ocurrido cada semana, generando una onda expansiva que iba generando más y más ruido y creando la sensación de que esto es lo que deberías estar viendo para no quedarte fuera de la conversación. La estrategia en redes sociales del programa ha sido de 10. Han entendido que, si el público se ha alejado del canal, para recuperarlo hay que ir primero a donde está para tratar de convencerlo de que regrese.
- Roberto Leal
Conducir una gala en directo de tres horas cada semana no parece tarea fácil. El presentador Roberto Leal se enfrentaba a esta prueba de fuego y lo hacía casi sin red. Su única experiencia con el entretenimiento había sido el programa Hotel Romántico. Y aunque en OT empezó demasiado contenido y encorsetado, pronto se fue soltando hasta entrar en el juego del programa perfectamente y ha llegado a formar parte de coreografías de algunas canciones o batirse en duelo de baile con concursantes. Los chicos encontraban en él una persona cómplice que les ha hecho más llevaderos momentos de tensión y emoción intensa.
- Noemí Galera y los profesores
Si el alma de la Academia de OT son sus participantes, el espíritu lo son los profesores. Noemí Galera, directora de la Academia, y Manu Guix, director musical, han asumido prácticamente el papel de padres de los chicos en estos meses. Además de orientarles desde el punto de vista profesional y en sus canciones de cada semana, han tratado de ponerles los pies en el suelo cuando empezaron a ser conscientes del seguimiento con el que contaban fuera del edificio. Entre el profesorado se encontraban también Los Javis, dos de los creadores más en auge y con gran tirón entre el público joven.
Así será la final y se elegirá al ganador
Aitana, Alfred, Amaia, Ana Guerra y Miriam son los cinco concursantes que optan a ganar Operación triunfo. Pero, además de sus actuaciones, la gala final contará con la visita de estrellas de la música. Uno de ellos será Raphael, con el que los concursantes interpretarán el tema Mi gran noche. Además, Pablo Alborán cantará su nuevo sencillo, Prometo. Muy esperado es el regreso de David Bisbal al programa en el que arrancó su exitosa carrera. El almeriense visitará a los finalistas dentro de la Academia e interpretará en la final un medley de sus grandes éxitos. Los exconcursantes de esta edición regresarán para, junto a los cinco finalistas, interpretar el tema grupal Camina, compuesto por los triunfitos y Manu Guix. Además, junto al jurado habitual, compuesto por Mónica Naranjo, Manuel Martos y Joe Pérez-Orive, valorará las actuaciones de la noche también Rosa López, ganadora de la primera edición del programa.
Sin embargo, será el público el único encargado de elegir al ganador de OT votando a través de la aplicación móvil, los mensajes y las llamadas telefónicas. Habrá dos fases de votaciones. La primera, que ya está abierta, se cerrará una vez que hayan cantado los cinco finalistas. En esta primera fase, los concursantes interpretarán los siguientes temas: Aitana, 'Chandelier' de Sia; Alfred, 'Don't stop the music' de Jamie Cullum; Amaia 'Miedo' de M-Clan; Ana Guerra, 'Volver' de Carlos Gardel; y Miriam, 'Invisible' de Malú.
Un ranking ciego mostrará el resultado de esta primera votación y se desvelarán los dos concursantes con menos votos, que serán el cuarto y quinto clasificado. Para los tres restantes, los marcadores se pondrán a cero y se volverán a abrir las votaciones. Los tres finalistas volverán a cantar el tema de la gala 0 y después de un breve período de votaciones, se cerrarán las líneas y se proclamará el ganador.
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