El Tribunal de Cuentas cuestiona la compra del Prado de una obra de 18 millones
El museo adquirió en enero de 2016 a la Casa de Alba una tabla del renacentista Fra Angelico
Se llama La Virgen de la Granada. Es obra de Guido di Pietro, Fra Angelico (1395-1455). Y es una joya de la pintura florentina de la primera mitad del siglo XV. Un año después de que el Prado comprase a la casa de Alba esta tabla renacentista por 18 millones de euros, el Tribunal de Cuentas ha destacado en un informe la falta de estudios previos para “garantizar la razonabilidad del precio solicitado por el vendedor y aceptado por el museo”.
“No se realizaron estudios previos”, censura el principal fiscalizador del sector público en un documento inédito al que ha accedido EL PAÍS.
El análisis del Tribunal de Cuentas examina la legalidad de los contratos firmados por el museo en 2015 y 2016. Fue aprobado por el pleno del órgano fiscalizador el pasado 21 de diciembre e incluye las alegaciones presentadas por el Prado. La tabla de Fra Angelico es una pieza en perfecto estado de conservación que mide 83 por 59 centímetros y muestra al Niño Jesús jugando con una granada.
El patronato del Museo del Prado justificó su compra por el “extraordinario estado de conservación” y por tratarse de “la mejor obra del artista florentino en manos privadas”. El precio: 18 millones pagaderos en cuatro años y sin intereses. Su presidente, José Pedro Pérez-Llorca, calificó la transacción como “muy ventajosa”. Dijo en su momento que la obra fue tasada en un seguro en 40 millones cuando se expuso en el Meadows Museum de Dallas en 2015, su segunda salida del palacio de Liria de la Casa de Alba.
Fue en 1817, cuando el XIV duque de Alba de Tormes, Carlos Miguel Fitz-James-Stuart, se hace en Florencia con una de las obras más importantes de Fra Angelico, creador especializado en piezas de pequeño formato. La Virgen de la Granada engrosa desde entonces el patrimonio de los Alba. Una familia que atesoró durante dos siglos los únicos fra angelicos conocidos en España.
Una segunda pieza
El Ministerio de Cultura aprobó en enero de 2016 un crédito extraordinario de 10 millones para la transacción, que se completó con sendos desembolsos de cuatro millones de la Fundación Amigos del Museo del Prado, de carácter privado, y de la propia pinacoteca. La operación incluyó la donación a la galería por parte de la casa de Alba de una segunda tabla, atribuida también a Fra Angelico.
La pinacoteca ha declinado pronunciarse sobre el informe: “Hasta que el documento del Tribunal de Cuentas no se haga oficial, no vamos a valorarlo”.
Los conservadores y expertos del museo son los primeros en realizar las valoraciones e informes de las obras. Las transacciones, supervisadas por la abogacía del Estado, pasan por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico del Gobierno.
El Prado anunció que exhibiría los cuadros del fraile florentino en su Galería Central, junto a La Anunciación, una de las obras más valoradas en la colección permanente de la pinacoteca.
La Fundación Thyssen y el Reina Sofía
El Tribunal de Cuentas también ha puesto bajo su foco al Museo Reina Sofía y a la Fundación Thyssen-Bornemisza, una entidad creada en 1988 donde figura el Ministerio de Cultura y que gestiona una colección de arte que el Estado adquirió en 1993.
El organismo fiscalizador cuestiona que la Fundación Thyssen-Bornemisza registrara entre 2015 y 2016 “pagos de facturas expedidas por precios superiores a los contratados en cinco supuestos concretos en donde hay indicios de posibles responsabilidades contables, como la no retención del IRPF pese a que resulta preceptiva", según un informe al que ha tenido acceso este periódico.
El fiscalizador aprecia también en la Fundación Thyssen-Bornemisza “deficiencias en el contenido de los pliegos". Y critica que la información remitida al Tribunal de Cuentas por esta institución cultural no estuviera completa “en tiempo y forma”.
Respecto al Reina Sofía, el fiscalizador reprocha que esta galería “no realizara tasaciones previas para fijar los importes solicitados a los vendedores”. Y resalta la “justificación insuficiente de la cuantificación del precio de licitación”.
En un documento que rastrea la legalidad de los contratos entre 2015 y 2016, el Tribunal de Cuentas también indica otras presuntas deficiencias en las contrataciones de El Prado. Señala que la pinacoteca nacional aceptó "ofertas que no justificaban la solvencia técnica y económica". Y subraya además la "aceptación de posibles bajas temerarias sin verificar la viabilidad de la oferta".
El fiscalizador también detecta en el Museo del Prado "insuficiencias" en la cuantificación de los precios de licitación de los bienes y servicios adquiridos. Y censura que no la galería no acreditara que las adjudicatarias del museo estuvieran al tanto de sus pagos a la Seguridad Social.
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