Los alcaldes culturales apuestan por el binomio creación-innovación

No hace muchos años, quizás con esa envidia sana que desde Bilbao traía el efecto Guggenheim, varias ciudades se plantearon qué querían ser en el siglo XXI. Fue así como Málaga, Santander o Segovia apostaron como ejes de desarrollo por la cultura. Sus alcaldes y alcaldesas se unieron este jueves en Madrid, con Manuela Carmena como edil anfitriona, a los de Alcalá de Henares o Urueña, un pueblo de Valladolid que con 189 habitantes tiene siete museos y 12 librerías tras sus murallas románicas. Todos debatieron en el foro Los Alcaldes y la ciudad cultural, organizado por las fundaciones Santillana y Alternativas, moderado por el periodista Antonio San José. Cada uno aportó su camino. Casi todos coincidieron en que la exploración del binomio cultura e innovación, es el futuro. He aquí algunas de sus experiencias compartidas.

Santander. El caso de la ciudad norteña es el ejemplo de cómo convertir en éxito un fracaso. Gema Igual, su actual alcaldesa (PP), lo explicó. La estrategia parte de cómo el proyecto presentado por el ayuntamiento no fue elegido como Ciudad Europea de la Cultura para 2016. Se invirtió tanto esfuerzo en concebir iniciativas que no quedó otra que aprovecharlo todo para el futuro. Hoy, de aquello, ha quedado un Centro Botín, obra de Renzo Piano y una sede del Museo Reina Sofía para albergar el Archivo Lafuente, especializado en vanguardias universales del siglo XX. Pero la dinámica sigue: “Esa sinergia entre tecnología y cultura supone un extra que ayuda a competir en el mundo presente”, asegura la alcaldesa.

Málaga. Lo mismo piensa Francisco de la Torre, también del PP, representante de Málaga. La ciudad estaba abocada, sí o sí, al arte. Pablo Picasso nació allí y eso ya era un polo de atracción. Hoy es ciudad de museos. Sus centros recibieron 2,7 millones de visitas el año pasado. El artista cuenta con el suyo propio. Pero también han abierto sede la baronesa Thyssen, el Museo Ruso o el Pompidou francés. “La cultura conectada a la Smart city es el futuro”, comenta De la Torre.

Segovia. Claro Luquero (PSOE) admite que no tiene grandes teatros en Segovia. “¿Pero hay algo comparable a ver a los bailarines del Bolshoi bajo nuestro acueducto de 2000 años? Eso es abusar. Segovia tiene la joya de sus monumentos. Fue la primera ciudad en España en recibir la calificación de patrimonio de la humanidad por la Unesco. Pero la carrera sigue. Remodelando espacios como las tres cárceles, hoy centros culturales. Acontecimientos como el Hay Festival, Titirimundi o el Congreso Mundial de ITI, dedicado a las artes escénicas, convierten a la ciudad castellana en referencia universal. “La simbiosis entre patrimonio y creación contemporánea nos mueve”, agrega Luquero.

Esa sinergia entre tecnología y cultura supone un extra que ayuda a competir en el mundo presente”, asegura la alcaldesa de Santander

Alcalá de Henares. La ciudad que vio nacer a Miguel de Cervantes y que es sede de una de las universidades más antiguas de España tampoco podía escurrir el bulto. Así lo cree Javier Rodríguez Palacios, actual alcalde del PSOE. “Es nuestra seña de identidad. No sólo de los allí nacidos, también de los que han llegado en los últimos tiempos y nos han hecho crecer de 100.000 a 200.000 habitantes en pocos años”.

Urueña. En Urueña, la culpa de que este pueblo vallisoletano se haya convertido en milagro tiene un nombre: Joaquín Díaz. Lo cuenta Francisco Rodríguez San José, su alcalde. “Nosotros éramos un pueblo volcado en la agricultura y la ganadería. Pero este folclorista, etnógrafo, autor, creador, músico decidió establecerse ahí y desde entonces no dejó de llegar gente interesándose”, afirma. Hoy, esa es la cuenta: siete museos y 12 librerías –más que bares- para apenas 200 habitantes.

Madrid. La capital de España es, a la fuerza, ciudad de cultura. No sólo, pero, para Manuela Carmena, de forma crucial. La actual alcaldesa quiere establecer cotidianamente cultura mediante el hilo del ayuntamiento con la ciudadanía. “De lo extraordinario a la ordinario, es decir, la cultura como alimento día a día”. Para ello busca una continua participación transversal en todas las disciplinas artísticas con atención especial al fomento de la lectura. “Tenemos uno de los más altos como capitales en el mundo, no lo debemos hacer caer”. Por eso planea en 2018 regalar a cada niño que nazca un libro.