Allá donde se junta la abstracción con la figuración
La Fundación Focus expone en Sevilla obras de Antonio López, Carmen Laffón y Luis Gordillo
La figuración de Antonio López frente a la de Carmen Laffón. La abstracción de Juan Suárez ante la de Elena Asins. La última exposición de la Fundación Focus en el Hospital de Los Venerables de Sevilla se sumerge en ambos movimientos para sintetizar el arte de hoy. Lo hace de la mano de 13 artistas y 31 obras. "La muestra es un encuentro, no diría entre figuración y abstracción, si no entre figuraciones y abstracciones, en plural, porque son muy distintas", explica el profesor Juan Bosco Díaz-Urmeneta, crítico de arte de EL PAÍS y quien ha seleccionado las obras de la exposición. Con Un panorama de arte actual en la Colección Focus, compuesta de pinturas y obras gráficas, la organización inicia un proyecto expositivo para, de forma periódica, mostrar al público sus más de dos centenares de obras reunidas a lo largo de más de tres décadas a través de adquisiciones, donaciones y su certamen de pintura.
Ese cara a cara entre la figuración del pintor tomellosero y la artista sevillana toma forma en la nueva sala de arte contemporáneo de este espacio. Una obra frente a la otra. Membrillero, de López; frente a Mujer sentada de espaldas, de Laffón. "Vemos a un López ya bastante evolucionado y una Laffón que apenas tiene 29 años. Son cuadros totalmente distintos. El de Laffón está muy cargado de pintura, con muchas capas, con una gama muy oscura, con mucha firmeza... En el de López, resaltan sus formas suaves y su delicado sentido del color. Además, la obra pide la colaboración del espectador para que interprete esos trazos de pintura como figuras", señala Bosco Díaz-Urmeneta. Junto a Mujer sentada de espaldas, la sevillana también expone los bocetos a pastel de un cartel de Semana Santa. "A partir del 73, Carmen empieza a concebir la luz de otra forma. En este, la luz es según la tradición, una luz tonal, es decir, va añadiendo blancos y estableciendo distintos tipos de volúmenes. La exposición nos muestra a dos Carmen en dos niveles diferentes", añade el experto. En esta última obra también se aprecia su progresivo deslizamiento de la figuración a la abstracción.
La muestra también recoge los trabajos de Benjamín Palencia y Ramón Gaya, quienes influyeron desde posturas estéticas diferentes en la llegada del arte moderno a la realidad española. De Palencia se expone Niña con sombrero, en el que se aprecia perfectamente su modo de concebir el color y la dimensión que adquiere su figura; y de Gaya pueden verse cuatro litografías que revelan la interpretación moderna de la escuela española del Siglo de Oro a través de imágenes en las que están muy presentes Velázquez y el Museo del Prado. "Gaya fue el misionero del Prado, dicho literalmente, en la época de la República se pasó horas y horas copiando sus cuadros", apunta Bosco Díaz-Urmeneta.
En cuanto a la segunda pata de la muestra, la abstracción, la exposición reúne tres obras de Gustavo Torner: dos aguafuertes (Cesó todo y Dejando mi cuidado entre azucenas olvidado) y un feldespato y acrílico (Exploración de límites: persona XVII). Asimismo, cuenta con la serie de aguafuertes de Gerardo Rueda titulada Perfiles, siluetas, límites III, IV y II. "Es una propuesta analítica en la que el artista madrileño investigó con el círculo sobre el plano con esos colores puros: verdes, azules, marrones y mostazas para delimitar formas geométricas", explica la organización.
A estas se suman obras como Canon 22, un collage de Elena Asins que obtuvo el Premio Internacional de Pintura Focus en el 2000. "Asins se rebela contra las figuras, considera que es traicionar al pensamiento. A ella le interesa la estructura. La composición es simétrica, empieza de una forma, da la vuelta y termina de la misma forma que empezó", describe el crítico de arte, quien apunta que esta obra es muy distinta de la de Juan Suárez, NSEO V. "Tiene mucho que ver con la arquitectura, es una abstracción mucho más amable. También ahonda en la preocupación por la estructura, pero sin renunciar a la emoción que suscita el color, al ritmo de la pincelada, dentro de un tono ascético", agrega. Este apartado se completa con La trama celeste, de Mar García Ranedo.
Otro grupo de obras de la muestra sigue la estela del arte pop. Desde los trabajos de comienzos de los 90 de Eduardo Arroyo como son Cleopatra y La criada de Teniers a la experimentación algo laberíntica de Luis Gordillo en los aguafuertes Frontal IV, I y II, de 1991. También pueden verse tres obras de Guillermo Pérez-Villalta (Mercurio y Argos, La fragua de Vulcano y La túnica de José). Por último, el óleo Picador en la plaza del colombiano Fernando Botero, pintor no fácil de clasificar pero con presencia en el devenir del arte contemporáneo, cierra una muestra que podrá visitarse hasta otoño de 2018.
Babelia
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