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“Harvey Weinstein tiene lo que se merece”

John Bailey, presidente de la Academia de Hollywood, y Dawn Hudson, consejera delegada de la institución, reflexionan sobre el futuro de los Oscar y se pronuncian sobre el productor acusado de acoso sexual

Gregorio Belinchón
John Bailey, presidente de la Academia de Hollywood, y Dawn Hudson, consejera delegada de la institución, ayer en Madrid.
John Bailey, presidente de la Academia de Hollywood, y Dawn Hudson, consejera delegada de la institución, ayer en Madrid.Kike Para
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El escándalo Weinstein ha pillado a los dos gerifaltes de la Academia de Hollywood, John Bailey, presidente elegido a inicios de agosto, y Dawn Hudson, consejera delegada de la institución, en Madrid. Ayer por la noche asistieron al Cóctel Hollywood-Madrid, un encuentro de cineastas para "celebrar el intercambio entre la industria cinematográfica española y la de EE UU" coorganizado junto a la Academia de cine española. Al acto asistieron grandes nombres del cine español, los dirigentes de ambas instituciones y el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo. Horas antes, atendieron a El PAÍS para hablar sobre los Oscar, el futuro de la industria y cómo no, el escándalo Weinstein, despedido de su propia compañía tras el reguero de acusaciones de abusos sexuales que ha recibido este fin de semana. Para Hudson: "Es un problema que efectivamente existe en el showbusiness y es inaceptable". Para el presidente Bailey: "Conozco bien lo difícil que es Harvey Weinstein. Tenemos que desenmascarar comportamientos similares que salpican la manera de ser estadounidense. Weinstein tiene lo que se merece". Hudson insiste: "Como mujer, no puedo tolerar ni un segundo algo así. Como consejera delegada de la Academia, creo que estamos luchando por la inclusión de todo tipo de voces y personas en nuestra institución, y por tanto su respeto. Así que ese comportamiento se opone a nuestra política". Dentro de ese esfuerzo destaca el compromiso de la Academia por duplicar para 2020 los miembros de etnias no caucásicas y el número de mujeres académicas.

Hudson y Bailey elaboran sus respuestas enlazando frases entre ellos. Suele arrancar Hudson (Hot Springs, 1957), consejera delegada desde 2011 y antes presidenta de la Asociación del Cine Independiente, organizadores de los premios Spirit, y del Festival de Cine de Los Ángeles. Bailey (Moberly, 1942) va más pausado. Director de fotografía de películas como Atrapado en el tiempo, Mishima, Reencuentro, Gente corriente o Mejor... imposible, lleva lustros en la Academia en diferentes cargos comités (el de la película extranjera y el de fotografía). "Ahora mismo estamos embarcados en una misión: conectar a los cineastas de todo el mundo, apoyarles a que sientan que somos una comunidad artística global. Por eso estamos aquí, queremos que las otras academias se sientan cercanas a nosotros". Han celebrado un encuentro parecido en Londres y planean seguir en otros países. "Queremos crear algo más que relaciones virtuales o a distancia", asegura Hudson. Curiosamente, es la primera vez que un presidente de la Academia de Hollywood pisa oficialmente España. "Es más fácil hoy crear relaciones entre personas y no solo entre instituciones. En mi comité de fotografía hemos invitado este año a José Luis Alcaine, con el que me he relacionado por correo electrónico. Creo que estas amistades refuerzan nuestra transformación". Y Hudson remata: "Queremos que haya acciones y no solo intenciones".

Un museo para todo el mundo

Una de las máximas aspiraciones de la Academia de Hollywood es finalizar su museo del cine, que está en plena construcción, diseñado por Renzo Piano, y para el que hay un presupuesto de 300 millones de dólares (229 millones de euros). Abrirá en 2019. "Lo que queremos es que sirva para compartir la experiencia fílmica", apunta Hudson, una de las impulsoras del proyecto. "Aunque esté en Los Ángeles, esperamos que sea muy internacional". A Bailey, arquitectónicamente, le atrajo "cómo la burbuja de Piano estará unida al histórico edificio May, de 1939, un precioso ejemplo de art déco, por un puente". Además de exposiciones sobre la historia de cine, la pareja incide en un aspecto educativo: "Servirá para crear diálogos sobre distintos movimientos cinematográficos. La Junta de los Gobernadores y los distintos comités están muy comprometidos con los comisarios encargados de las muestras. Queremos contar no solo cómo se hacen técnicamente las películas, sino también el viaje emocional que conlleva".

Los Oscar crecen con nuevos miembros y nuevas miradas. Como señala Bailey, "este año tendremos películas de 92 países presentadas a la categoría a mejor película de habla extranjera, siete más que el año pasado". Incluso en esta edición proyectarán las nueve preseleccionadas en esa categoría en San Francisco, Nueva York y Londres, en tres días. "Cualquier miembro de la Academia que esté en esas ciudades y asista a las proyecciones podrá votar en esa selección", cuenta el presidente.

Hay reglas de los Oscar que no se van a alterar. Al menos a corto plazo, toda película que quiera competir por las estatuillas tendrá que seguir proyectándose al menos durante una semana en una sala comercial en el condado de Los Ángeles. Las plataformas digitales no pueden saltarse la mediación analógica. "No es tan complicado estrenar así", ríe Hudson. "Seguimos creyendo que el cine es una experiencia comunitaria, aunque es cierto que esas empresas están produciendo películas maravillosas". "Para mí", comenta Bailey, "la esencia del cine está en su visionado colectivo, en compartir las emociones". Y lo compara con la ópera, en verla en directo u oírla en una cadena musical. "Amazon acepta nuestra política, Netflix va y viene, pero que todos entienden nuestro compromiso".

Ambos recuerdan entre carcajadas el desastre de los sobres del año pasado, que proporcionó un oscar efímero a La La Land. "¿De verdad pasó algo?", bromean. Más en serio reflexionan sobre la caída de audiencia televisiva que tuvo por tercer año consecutivo la retransmisión de los Oscar: "Somos el programa en directo de entretenimiento más visto mundialmente. Más que la SuperBowl y creo que la final del Mundial de Fútbol. Y estamos muy orgullosos. Hay que hacer cambios y en eso estamos con los productores del show, para poder enganchar mejor a los jóvenes".

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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