Los locos del ladrillo
La relación entre Lego y las asociaciones de aficionados a estos bloques es tan fuerte que incluso les encargan trabajos y llegan a ficharlos para su equipo de diseño
Las historias de amor con Lego suelen comenzar más o menos igual. Cae en tus manos una de estas construcciones, bien porque te la han regalado a ti o porque pertenece a un hijo, por ejemplo, y te acabas enganchando irremediablemente. Esto último le ocurrió a Antonio Tébar, de 51 años y profesional de las artes gráficas, quien ahora confiesa que ha llegado a pasar alguna que otra noche sin dormir atrapado por este mundo de los bloques. Junto a él, se encuentran Daniel Galván y Leire Foguez (27 años) y Javier Huerta (44 años). Todos ellos formaron hace siete años ALE!, una asociación nacida en Madrid que agrupa a 54 amantes de Lego.
Nueva colección Lego con EL PAÍS
EL PAÍS lanza su segunda colección Juguetes LEGO a partir de este domingo 1 de octubre con 15 figuras nuevas. Todoterrenos, coches de policía, tractores, camaleones, perros, bólidos, helicópteros... Todo el universo que se pueda construir con los famosos bloques, cada semana en el quiosco con EL PAÍS. Cada entrega cuesta 3,95 euros.
"La mayoría de nosotros nos conocimos en una exposición en Islazul (un centro comercial) y desde entonces empezamos a quedar, a construir juntos... Y acabamos formando la asociación". Más allá de quedarse en una simple afición, las agrupaciones de los "locos del ladrillo", como uno de ellos las define, representan uno de los baluartes de la compañía juguetera. "Incluso llegan a contratar a gente para sus equipos de diseñadores cuando les gusta mucho una trayectoria", cuenta Galván. Los responsables territoriales observan con atención el trabajo de estos aficionados, acuden a sus exposiciones y llegan a encargarles determinados trabajos. Este fin de semana, por ejemplo, varios miembros de ALE! estarán muy ocupados montando un diorama de la Guerra de las Galaxias en un escaparate de la Fnac de la calle Preciados. En 2015, una de sus obras protagonizó la portada del catálogo de Navidad de El Corte Inglés.
Este mundo tiene también todo un léxico que hay que conocer. Un Lug (Lego User Group) es una asociación de aficionados, el Fan Weekend son los dos encuentros anuales masivos que la empresa organiza para estos grupos, Lego Digital Design es el programa que estos usuarios emplean para diseñar sus propias figuras y dioramas... Y por supuesto hay subgrupos dentro del amor por los famosos bloques. Están los que se especializan en reproducir escenas de La Guerra de las Galaxias, los que construyen trenes, los amantes de las naves, los maestros de la construcción de ciudades... "Mi mujer ya me ha dicho que no quiere más naves en casa, así que he tenido que comprar un montón de cajas de plástico para empezar a guardar", señala Huerta.
Están al tanto de los últimos lanzamientos, el que tienen ahora en la boca todo el tiempo es el del nuevo Halcón Milenario, la mítica nave de Han Solo, que cuenta con 7.500 piezas y pesa seis kilos. El intercambio de piezas individuales para completar escenarios inventados por ellos también es una práctica habitual. Galván y Foguez, el trabajador de Aena y ella programadora, se acaban de mudar a una casa en Tres Cantos y las construcciones ya inundan el espacio. "Si levantas el sofá, te encontrarás un montón de Lego", bromean. ¿Cuánto puede llegar a gastarse un apasionado? "¡Eso no lo voy a contestar!", se ríen. Huerta va un poco más allá: "Solo diré que igual que hay gente que se gasta su dinero en entradas de fútbol, nosotros lo dedicamos a esto".
Babelia
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