Un juicio distinto para mi padre
Vicente Arlandis pasó 13 años en la cárcel por matar a una anciana. Su hijo cuenta ahora en un montaje teatral su versión de los hechos
Vicente Arlandis fue detenido en Ibi (Alicante) en 1994 y condenado a 26 años de cárcel acusado de asesinar a una anciana a la que conocía para robarle los ahorros. El Tribunal Supremo confirmó la condena en 1997. Arlandis cumplió 13 años en el centro penitenciario de Daroca (Zaragoza) tras beneficiarse de la reducción de penas por el trabajo y la buena conducta, algo habitual en la época.
Su hijo, también Vicente Arlandis, ha escrito ahora una pieza teatral y una novela aún inédita, ambas tituladas Sumario 3/94, para contar con las herramientas de la creación, su versión de lo que les sucedió a él y a su familia a partir de aquel verano en que acabó el COU. El festival teatral TNT de Terrassa (Barcelona) tiene previsto estrenar el montaje el 29 de septiembre. Dolores Recuerda, esposa de un Vicente y madre del otro, será uno de los intérpretes.
La familia nunca creyó que ese trabajador de una fábrica juguetera, de extracción social humilde, que en el momento de los hechos tenía 50 años y a quien nunca habían visto levantar la mano, hubiese cometido un crimen que conmocionó a Ibi y tuvo repercusión en toda España por su violencia. La víctima, María Lidia Bornay, octogenaria y enferma de alzhéimer, fue apuñalada 60 veces en su casa al negarse a revelar dónde guardaba el dinero, según los hechos probados de la sentencia.
La condena se cimentó de forma casi exclusiva en la declaración de un testigo espontáneo, un hombre que tenía relación con la Guardia Civil de la zona y que aseguró haber escuchado a Arlandis y a otros dos hombres comentar en un bar detalles del asesinato pocos días después de su comisión. Su hijo ha reunido documentación que muestra que ese testigo fue condenado en 1993 a cuatro años por robo y que recibió un indulto en 1998.
El Supremo confirmó la pena de Arlandis, pero revocó la condena a un supuesto cómplice al apreciar fallos en la investigación, en concreto, en la forma en que se recogieron las pruebas.
Tanto ese como otros elementos del caso desvelaron en su momento al escritor, pero afirma que hoy no se mueve por ellos. “Mi padre diría que quiere demostrar su inocencia. Y yo le pregunto: ‘¿A quién, al mundo?’ Ojalá fuera posible, pero el tren de probar su inocencia judicial ya pasó. Para mí lo importante era hablar de ello, ponerle cuerpo y voz. Hacer justicia poética desde mi trabajo y con mis herramientas”, recalca.
Formado en Valencia y en Bruselas, Vicente Arlandis hijo es performer y artista escénico y ha trabajado con coreógrafos como Jan Fabre y Lisbeth Gruweth. “Siempre me ha interesado el lenguaje, no solo el verbal, sino el del cuerpo, cómo contamos las cosas”, incide.
La pieza teatral aborda las dificultades que tuvieron sus padres para desentrañar el lenguaje que usaban jueces, policías y forenses. “Mi padre siempre ha tenido graves problemas de expresión. Quien dispone de la potencia del lenguaje, tiene muchas más probabilidades de salir airoso de una situación así”.
Dolores Recuerda se subirá al escenario en Terrassa, Bilbao y Valencia, las ciudades donde de momento están programados pases de Sumario 3/94. “Me daba mucha vergüenza, pero por aparecer delante de tanta gente, no por el tema. Después de todo lo que hemos pasado, a eso estamos acostumbrados”, apunta. Su papel es leer la sentencia de la Audiencia de Alicante que condenó a su marido.
“Mi madre apenas sabe leer, y cuando la oyes te das cuenta de que apenas es capaz de entender un documento tan importante para ella, que ha marcado su vida”, añade el autor.
La novela, que va a publicar la editorial La Uña Rota, es una obra de literatura no creativa construida sobre documentos del sumario que el escritor ha seleccionado y ordenado según su criterio y que se ofrecen al lector como si este fuera un juez.
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