Historias secretas del valle escondido
Luz Gabás recrea en las montañas de Benasque los años convulsos de mediados de siglo XIX en su novela 'Como fuego en el hielo'
Las montañas cuentan historias: sobre los lugareños de la zona, de forasteros que descubren en ellas la belleza del horizonte o viajeros que han pasado por sus escarpadas laderas y han quedado atrapados entre sus rocas. Víctor Hugo, autor de Los miserables, quedó embelesado por las montes que separan Francia y España y a ellos dedicó uno de sus excelentes libros de viajes, Los Pirineos. Vivir en el valle de Benasque, conocer sus pueblos y a sus paisanos ha acercado a Luz Gabás ( Monzón, Huesca, 1968) hasta la biblioteca de Llanos del Hospital y a conocer al detalle los cuadernos de grabados del siglo XIX que en ella se conservan. Descubrió así el vestuario de los hombres y mujeres que en torno a 1843 visitaban esa zona de España y cómo estaban las montañas en ese momento de la historia. Es en ese año cuando comienza la aventura de Como fuego en el hielo (Planeta), la última novela de la exitosa autora de Palmeras en la nieve.
En un soleado día y con la nieve cubriendo el asfalto de las calles de Benasque, Gabás muestra los escenarios en los que se mueven sus personajes. Ciudadanos a los que les toca vivir una época convulsa políticamente por las luchas entre carlistas, rebeldes y contrabandistas. Todo ello envuelto en amores y desamores, situaciones dramáticas y relaciones difíciles. Dos años ha empleado esta escritora en documentar una historia en la que ha incluido aventura, historia y romanticismo.
El lector tiene la posibilidad de conocer los lugares en los que han vivido, caminado, huido y enamorado los protagonistas. A medio camino entre el pueblo de Benasque (Albort, en su denominación árabe) y el refugio Llanos del Hospital, en una de las laderas se encuentra el edificio que en el XIX comenzó a construir Attua, protagonista de la novela, una casa de baños detenida en el tiempo. Su gestor invita a los periodistas a colocarse unas raquetas en los pies, caminar cinco horas, y subir la montaña para meterse en las aguas termales rodeadas de nieve. Una hazaña que desde abajo se presenta bastante difícil y que nadie se atreve a acometer por los constantes aludes en la zona. Las montañas engañan a medida que te acercas y lo que parecía algo complicado se asemeja imposible cuando la autora señala el lugar por el que unas mujeres violentadas por la brutalidad de un hombre huyeron una noche de invierno, con las laderas llenas de nieve, escarpando la montaña hacia la frontera de Francia.
El éxito de una escritora como Luz Gabás, leída en su primera novela por 600.000 personas, arrastra un interés sorprendente. Medio centenar de periodistas se trasladan desde diferentes puntos de España, en trenes y minibuses hasta los Pirineos para pisar los fantásticos paisajes, conocer el esplendor del termalismo del siglo XIX en la zona francesa y el escaso interés mostrado por las instituciones españolas de invertir en las aguas milagrosas que emanan en el valle escondido.
Gabás, que vive en este paraje con su familia, utiliza el horario escolar de sus hijos para encerrarse a escribir, finalizado este vuelve a su papel de madre. Antes de su primer éxito literario tuvo muchas horas junto a la plancha para pensar, mirando a las montañas, sobre cómo serían los protagonistas de sus novelas. “Cuando creo un personaje me meto de lleno en él e imagino cómo es su vida, me mimetizo de alguna manera al igual que hacía en mis cursos de teatro”.
El relato es “un homenaje de la autora al romanticissmo no solo en el plano emocional sino también en el literario”. Sumerge al lector, al igual que en sus anteriores novelas, en un viaje al pasado e ilustra la llegada de los primeros viajeros extranjeros de espíritu romántico a España y los inicios de los viajes al Pirineo francés y español de las aristocracia rusa, inglesa y francesa. Gabás se inspira en lugares como las villas termales de Cauterets y Bagnères de Luchón, y de la parte española, en el Valle de Benasque y en algunos de sus emblemas como su antiguo balneario.
Como fuego en el hielo es una “novela ardiente”, según apunta Gabás, y un relato centrado en la vida y “las decisiones y los dilemas morales” a los que se enfrentan los personajes que la escritora ha imaginado, habitantes de las montañas pirenaicas. Esta filóloga que cambió las clases para dedicarse a la escritura no defraudará a sus seguidores. Sigue utilizando los contrastes: fuego y hielo, aventuras, historia, amores tortuosos, difíciles, ¿imposibles? Eso queda para los lectores de su nueva obra.
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