Ana Belén: “Me gustaría hacer personajes como los que ofrecen a los hombres”
La Goya de Honor 2017 habla en la Academia de su carrera, de la campaña contra Fernando Trueba y de su larga ausencia del cine
Muy poca gente conoce a María del Pilar Cuesta Acosta (Madrid, 1951). Muchos más a su álter ego profesional: Ana Belén, actriz, cantante y directora. Las dos recibirán el próximo 4 de febrero el Goya de Honor, y esta mañana Ana Belén ha desgranado en rueda de prensa su posible discurso, sus motivaciones actuales, su preocupación por el mundo que le rodea, y sus ganas de volver al cine: desde Cosas que hacen que la vida valga la pena a encarnar a la mujer de Antonio Resines en La reina de España "han pasado 13 años".
Antes de que Ana Belén respondiera a las preguntas, Yvonne Blake, presidenta de la Academia, repasó el largo listado de directores con el que ha trabajado la actriz, y la definió como "una de los nuestros". Y entonces Ana Belén empezó a recordar. Por ejemplo, el momento en que le anunciaron este galardón. "Recibí la llamada de la Academia, me pasaron el mensaje y me intrigó. ¿Qué querrían? Devolví la llamada, e Yvonne me contó que habían decidido darme el Goya de Honor. Pensé que era un error, o que otro no había podido... Vamos, lo que pienso habitualmente. Blake me explicó lo contrario, me dijo que había sido por unanimidad y oí de fondo el aplauso de la junta directiva. Me subió la emoción y me acordé de quienes me han ayudado, sobre todo de los que ya no están aquí".
De su discurso, la intérprete y cantante dio algunas pistas. "El discurso será corto, hay que ser consciente de los tiempos. Otra cosa será si controlo la emoción. Seguro que recordaré a quienes me ayudaron, sobre todo, insisto, a quienes no están aquí. Esos actores, tantos actores... Me siento un engarce entre varias generaciones de intérpretes. Y eso será uno de los temas principales de mi discurso". Repreguntada sobre un nombre clave, Ana Belén soltó rápida: "Sobre todo, Miguel Narros". A su gran mentor lo conoció en su primera película, en 1965: "Narros se ocupaba del vestuario de Zampo y yo. Y me trató como una adulta. Al acabar la película me descubrió que tenía una escuela de teatro, y me invitó a ella. Se convirtió en mi profesor de vida, porque yo era una adolescente que no sabía nada". ¿Se podrían parecer su discurso al de Meryl Streep en los Globos de Oro? "No estoy en su misma situación. Ella participaba en unos premios que concede la prensa, y por eso habló de la libertad de expresión. Y los estadounidenses se encuentran frente a una incógnita que por días vemos que no va a ser tal incógnita. En otras ocasiones en EE UU han sido más tibios, como con la guerra de Irak. Ahora Streep ha hablado de forma elegante y rotunda. En los Goyas hemos vivido situaciones parecidas. Y a algunos les gustará y a otros no. Tampoco hay que rasgarse las vestiduras si un discurso no gusta a todos". Y remató: "Como ciudadana, no solo de este país sino del continente en el que vivimos, no puedes abstraerte de las cosas que nos rodean, y nos enfadan".
"Nunca trabajas para que te nominen a un premio"
A Ana Belén nunca le interesaron los galardones: "Nunca trabajas para que te nominen a un premio, sino por una pasión, por una necesidad de conocimiento, por entender las cosas que te rodea, porque es lo que siempre deseaste desde niña. Y sigo con esa pasión y ese tesón. Cada una de las veces que me han nominado pensé: 'Esto es Hollywood'. Ha sido más de lo que esperaba. En el patio de butacas de cada gala nunca pensé que fuera a oír mi nombre". Como actriz ha sido finalista a los Goya cuatro veces, gracias a sus trabajos en Miss Caribe (1988), El vuelo de la paloma (1989), La pasión turca (1994) y Cosas que hacen que la vida valga la pena (2004). Además, fue candidata a dirección novel con Cómo ser mujer y no morir en el intento. "En esta profesión se trabaja mucho en la improvisación. Y pasan cosas que no esperas. Recuerdo un 24 de diciembre que me llamó Jaime de Armiñán, que estaba rodando en Madrid. Su equipo se había quedado aislado en Pedraza por una nevada, pero él había logrado salir antes. Y me llamaba porque tenía problemas con la protagonista. Me pidió venir a mi casa, a contarme la película porque ni siquiera tenía el guion: los ejemplares estaban en Pedraza. Y vino y el día 26 estaba rodando El amor del capitán Brando. Así es esta profesión. Coincides en un festival, o en acto, o un rodaje, y conoces a alguien que te sorprende. Este viaje ha merecido y merece la pena".
"A mí me mueve la pasión, una necesidad de conocimiento, entender las cosas que te rodea... Es lo que siempre deseaste desde niña"
Sobre el cine español, destacó, con la mirada de una veterana que lleva medio siglo en él, "que hoy sabe contar cosas muy distintas con miradas muy diferentes". "Bien del pasado, para hacer memoria, bien del presente, con los problemas que nos acucian". Recalcó la calidad de los nuevos guionistas, la preparación de las nuevas generaciones y cómo encaran las estrecheces actuales. "No hay financiación, y aun así, la gente busca sacar adelante lo que realmente quiere hacer. Y monta crowdfundings, rueda con móviles... Hay una gran inteligencia tras esas historias, para crearlas con muy poco dinero".
Cantante y actriz, pero no mezclado
La madrileña confirmó que siempre ha separado mucho sus labores como cantante y actriz, por lo que solo se le ha visto en pantalla entonar en sus inicios y en La corte del faraón. Y de no haber colaborado con Pedro Almodóvar, contó: "Tuvimos dos proyectos, y no llegamos a acuerdos. En el último yo tenía una gira como cantante en Sudamérica. Pedro me pidió que me quedara a ensayar con el resto del equipo, y yo no podía porque me iba en 3 días a una gira firmada, la del disco Mucho más que dos. No pudo ser. Aún queda tiempo". Acerca de la campaña de descrédito a Fernando Trueba, reflexionó largamente: "Esto nos devuelve al parlamento de Meryl Streep. La gente debería poder decir lo que quiere decir. Trueba ya contó que había hablado en clave irónica y que sus palabras habían sido sacadas de contexto. Es jodido". Ana Belén paró un momento y recordó: "Hace años nos ocurrió algo así a Víctor [Manuel] y a mí, cuando un anónimo nos acusó falsamente de haber pisado la bandera española en México. Fue en 1973, en plena dictadura, y tuvimos que ir a declarar a la Dirección General de Policía, en la Puerta del Sol. Esto de Trueba suena a eso, a la misma intolerancia. Hoy son difíciles de controlar -por la difusión de las redes- las mentiras, las repeticiones de algo sacado de contexto... Como si no hubieran pasado 43 años, que se dice pronto".
Ana Belén es la quinta mujer en recibir el Goya de Honor, que en cambio han logrado 26 hombres. Ella espera que se entienda que sigue en activo. "Me apetecería hacer películas con personajes que pueda desarrollar, que no sean un personaje jarrón. Nunca he hecho uno de esos, porque jamás he querido. Me gustaría hacer un personaje de los que le ofrecen a los hombres, con aristas. Sigo pensando que esta profesión vale la pena y sigo por ello trabajando, Me gustaría hacer más cine, por supuesto. Es un medio en que siempre me he sentido muy a gusto. Me encanta llegar a un rodaje y ver cómo un equipo hace piña. Y me atrae a pesar de los madrugones, de los cortes y de la poca continuación que tienes para desarrollar un personaje, al contrario que en el teatro. Tengo muchas energías para más cine, y si llevaba 13 años sin rodar es porque no me han llamado". Más lejos aún ve volver a dirigir un filme: "Si hay tantos tan preparados con tantos problemas para sacar adelante sus proyectos, ¿cómo yo, que no estoy tan preparada, pretendo ahora decir de forma frívola voy a dirigir una película? Y sí siento que hay historias aún no contadas que yo podría mostrar y dirigir. No las puedo desvelar [risas]. Aunque lo que me gusta de esta profesión es seguir aprendiendo... Lo mismo me lanzo, pero hoy no está en mis planes".
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