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La máquina de hacer dinero de Juan Gabriel

El Divo de Juárez batió todos los récords conocidos en el negocio de la música latina. Facturó al menos 160 millones de dólares en conciertos en la última década y dejó grabado abundante material inédito

Pablo Ximénez de Sandoval
Juan Gabriel, en los Grammy Latinos de 2009.
Juan Gabriel, en los Grammy Latinos de 2009. REUTERS
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El pasado domingo 28 de agosto, el presidente de Universal Music para América Latina, Jesús López, estaba en un avión de Miami a Los Ángeles cuando se le acercó un colaborador y le dijo: “Ha muerto Juan Gabriel”. Su respuesta fue: “¿Lo han matado otra vez? Dios mío, cómo son los periodistas”. El interlocutor insistió, “parece que va en serio”. Entonces López se conectó al wifi, algo que se tiene prohibido a sí mismo en los aviones. “Empecé a llorar. Son muchos años de amistad”, cuenta por teléfono desde su despacho en Capitol Records en Los Ángeles.

López es el editor de la música de Juan Gabriel y uno de los hombres más poderosos en la industria de la música latina. “Para mí ha sido el referente de la música latina de los últimos 45 años en todos los niveles. Como compositor, con más de 1.800 canciones, con más de 200 números uno en la radio cantados por él o por otros. Los artistas que han cantado sus canciones pueden ser miles”. Además, desde que se lleva la contabilidad de las ventas de tickets (1999), ha hecho “más de 75 auditorios nacionales”, es decir, recintos de 10.000 butacas llenos.

El presidente de Universal Music en América Latina dice que el dinero generado por la actividad incesante de Juan Gabriel es difícil de calcular, pero da por buena la cifra de 160 millones de dólares en venta de entradas en los últimos 12 años. En la clasificación Billboard de los artistas que más dinero ganaron en 2015, Juan Gabriel aparece en el puesto 18, con unos ingresos de 11.6 millones de dólares (empatado con Ed Sheeran y un poco por detrás de Madonna). “Es impresionante”, dice López. “En cualquier nivel que quieras calibrar su importancia es estratosférica, es como si se nos hubiera muerto Elton John o el día que murió John Lennon”.

Para Universal Music, una de las tres compañías que dominan el mundo de la música (junto con Sony y Warner), Juan Gabriel representa él solo nada menos que el 1% de todos los discos que venden en América Latina. La cifra es una barbaridad para un solo artista. En la época del streaming y la música gratis, Juan Gabriel factura 8 millones de dólares al año en ventas de discos. En conciertos, desde que se mide la venta de tickets llenaba un promedio del 87% de sus actuaciones, según datos de López. “Eso es una animalada. Es prácticamente todos los conciertos llenos”.

Además, a los 66 años, “se ha ido en el mejor momento de su carrera”, opina el editor de la música de Juan Gabriel. Como productor, ha dejado grabado el nuevo disco de Isabel Pantoja. La semana antes de morir, Universal había publicado un disco con sus éxitos antiguos regrabados con orquesta, llamado Vestido de Etiqueta. “Lo más vendido en Latinoamérica son sus dos discos de duetos, en los que canta con Bisbal, Juanes, Fonsi, Marc Anthony”.

Jesús López era también uno de sus amigos más íntimos durante 30 años. Lo conoció en México en los años 80 cuando Juan Gabriel, por problemas con su compañía de discos de entonces, llevaba siete años sin grabar. Juntos hicieron el espectáculo en el Palacio de Bellas Artes, del que salieron un disco y un DVD legendarios. Según López, el concierto generó tres millones de dólares solo en México en 1990. Mantuvieron la amistad y Juan Gabriel volvió a firmar con López, ya en Universal, en 2007.

López advierte de que queda mucho por escuchar de Juan Gabriel. “Hay mucho material. Por ejemplo, estábamos trabajando en el volumen tres de los duetos y muchos están ya grabados. Algunos están con su voz pero falta la del otro artista”. Además, el cantante estaba trabajando en “un proyecto muy bonito”, dice López, que era componer canciones a cada gran ciudad de México. “Saldrán muchas cosas aún en el futuro. En su casa de Cancún tenía el estudio pegado a la cama y grababa muchísimo. Tiene un archivo inédito considerable para ser editado en los próximos años”.

“Hablábamos mucho de la salud, pero no de la muerte”, recuerda López en un plano personal. “En los últimos años teníamos la conversación típica de que había que cuidarse, que había que llevar una vida más relajada, que si no puede ser, que nos pasamos el día viajando…”. Juan Gabriel “era muy consciente de que había que cuidarse. Hacía dietas, era vegetariano, pero comía muchos dulces”. El día de su muerte, la policía de Santa Mónica decidió que había muerto de “causas naturales” al ser informada de su historial médico.

Cuando se le pregunta por el mayor legado que ha dejado Juan Gabriel, el ejecutivo de Universal Music, español, contesta en un plano personal. “El legado más grande que me ha dejado Juan Gabriel es que yo comprendo México y quiero a México gracias a él”.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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