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La dictadura argentina, en primera plana desde el exilio

Un filme documental revive el trabajo y la creación del diario ‘Sin Censura’ por parte de un grupo de periodistas en Europa

Andrés Rodríguez
Portada del diario Sin Censura, en febrero de 1980.
Portada del diario Sin Censura, en febrero de 1980.

El golpe de Estado en Argentina de 1976 fue una etapa que fue registrada documentalmente en el cine y contada a través de diversas historias y diversos actores a través de los años. El hermano del productor Nicolás Martínez revisaba el baúl de los recuerdos de su padre y periodista, Oscar Martínez, El Chino. Se encontró con una edición de Sin Censura, una publicación editada desde París y Washington durante los primeros años del régimen autoritario de Jorge Videla. Este hallazgo despertó la curiosidad de Martínez y de la guionista y directora Oriana Castro. Así nace el documental S.C. Recortes de Prensa, la historia de cómo un grupo de trabajadores de la prensa, exiliados políticos y personalidades latinoamericanas, entre ellos el escritor Julio Cortázar, se proponen hacer un periódico para contrarrestar la campaña de desinformación de las dictaduras militares esparcidas por América Latina en la década de los setenta.

La producción se proyecta este lunes en Casa América en Madrid. Contará con la presencia del embajador de la República Argentina en España, Ramón Puerta, que hará la presentación del documental en el marco del 40º Aniversario del golpe de Estado de 1976. El largometraje, de acuerdo con sus creadores, busca reflexionar y profundizar en el rol de los medios de comunicación y la construcción de la realidad desde la reconstrucción de esta publicación y las vidas de quienes la llevaron a cabo.

El documental tardó en gestarse alrededor de cuatro años, desde que Martínez y Castro empezaron la investigación, pasando por la filmación y posproducción. Es la primera película que ambos codirigen. "Nosotros teníamos este enfoque novedoso sobre la prensa, aparte que nos inquietaba y era algo intenso. Fue un trabajo difícil de ilustrar, ya que es una producción sobre el papel [un periódico]. Nos enfocamos sobre las opiniones del periodismo en la época, el rol del periodismo, la inauguración de Papel Prensa S.A. [empresa argentina que produce papel de diario]..., encontrar ese material fue muy interesante", afirma Castro.

A Castro le gusta mucho Cortázar, por lo que desentrañar el lado más militante del escritor de Rayuela en el documental fue un hallazgo que no se esperaba. Martínez explica que el apoyo de figuras como la del cuentista argentino, junto al colombiano Gabriel García Márquez, el uruguayo Eduardo Galeano y el nicaragüense Ernesto Cardenal, entre otros, le daba a la publicación —y al trabajo que se venía realizando por el comité de estos periodistas en el exilio— un importante respaldo internacional.

"Sin Censura sí logró, a diferencia de otros periódicos, una madurez profesional gracias al trabajo del comité, acompañado de estas personalidades que avalaron la tarea. Los que integraban ese comité eran de las diversas ideologías, desde el exilio era reivindicar una forma de hacer periodismo", añade Martínez.

El documental hace hincapié en la encrucijada de los periodistas de la época, que, presos del miedo y la represión, realizaban su trabajo entre la censura y la autocensura. Además también revive la experiencia de aquellos profesionales de la prensa que fueron secuestrados por el régimen militar para realizar "trabajo esclavo". Con esto, los también coproductores del documental buscan crear un debate y análisis para sentar bases a la actualidad.

En el documental, Hipólito Solari Irigoyen, abogado e integrante de aquella época del comité de Sin Censura, hace una mención a la labor periodística de la época, que se dividía entre el miedo y la cobardía. "El miedo como un factor de autocensura es una sensación muy razonable y aceptable. El nombre obedecía a lo objetivo. Queríamos hacer una publicación sin ninguna censura, que era la verdad sobre los hechos que estaban sucediendo en nuestra región", agrega Solari.

El monopolio del papel, la herencia de la dictadura

“Nos parece que la situación actual de la prensa deja mucho que desear. Los medios no fueron cómplices de la dictadura, fueron socios. De la dictadura argentina salió Papel Prensa, la única empresa que produce, regula y vende este insumo esencial para la prensa escrita”, dice Castro. Para la guionista, la película trae al presente el rol del periodismo en cuestión y la libertad de expresión en Argentina. Para ella es “poco serio” comparar la situación de los trabajadores de la prensa durante la dictadura con la gestión de los últimos Gobiernos de esta época.

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Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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