María Félix, dos propuestas para disfrutar de un icono irrepetible del cine mexicano
Su carácter indomable la encumbró como una gran diva. Filminlatino propone estos filmes para recordar a La Doña
En la Época de Oro del cine mexicano la irrupción de María Félix fue en 1943 con la que sería su primera película, El peñón de las ánimas, de Miguel Zacarías. La cinta marcaría el inicio de una de las historias más fascinantes en la industria del cine nacional. Era el nacimiento de una estrella que siempre luchó por inventarse a sí misma dentro y fuera de la pantalla grande.
María Félix nació y murió el mismo día, un 8 de abril. Ese capricho que el destino le concedió solo acrecentó su leyenda, que cruzó fronteras. Su nombre estuvo en boca de los cinéfilos de España, Francia, Italia y Argentina, países donde no solo cautivó con su belleza, retratada en más de 40 películas, sino por su gran personalidad.
Su carácter indomable, su altivez y su mirada retadora la encumbraron como una gran diva del cine mexicano. Desafió las normas y evitó siempre ser encasillada en un cine que bordaba una y otra vez los estereotipos de la época. María Félix fue una mujer de avanzada que siempre tenía un comentario filoso cuando se le cuestionaba sobre la política, su postura contra del machismo, el mundo del espectáculo, la moda, su rivalidad con Dolores del Río, sus joyas, sus hombres. La María Bonita de Agustín Lara siempre fue noticia mundial.
La vida de Félix se explica a través de sus películas, con personajes hechos a medida que incluyen melodramas campesinos, temas revolucionarios, dramas urbanos y adaptaciones de novelas. De hecho, en 1943, Fernando de Fuentes la llamó para hacer Doña Bárbara, basada en la novela de Rómulo Gallegos, en la que encarnó a una mujer soberbia, temperamental y devora hombres. Fue por esa película que se ganó el mote de La Doña.
Por las películas Enamorada, Río escondido y Doña Diabla, María Félix obtuvo el Ariel como mejor actriz. Años después, la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMACC) reconoció su carrera con un Ariel de Oro por su trayectoria.
La diosa arrodillada, Maclovia, La cucaracha, Tizoc, Camelia, La Valentina, La estrella vacía, Mesalina, La monja alférez, La mujer sin alma, French Cancan, La pasión desnuda, fueron otras de sus obras celebradas. En ellas trabajó con los grandes directores de la época como Emilio El Indio Fernández, Ismael Rodríguez, Roberto Gavaldón, Julio Bracho, Emilio Gómez Muriel, al igual que con directores extranjeros como Luis Buñuel, Jean Renoir, Luis César Amadori y Carmine Gallone, por mencionar algunos.
Para recodar a La Doña en el 102 aniversario de su nacimiento y a 14 años de su muerte, en FilminLatino, plataforma de cine del mundo, tenemos dos películas para disfrutar la presencia arrolladora de María Felíx.
Los ambiciosos, de Luis Buñuel (Francia-México, 1959)
Un drama carcelario, con tintes políticos, es lo que ofrece esta película protagonizada por María Félix, Gerard Phillipe y Víctor Junco. La historia se ubica en la prisión de un país imaginario de América Latina, en donde se narra cómo a la muerte del gobernador, su secretario Ramón Vázquez, asume el control, mientras espera que llegue la nueva autoridad. Vázquez es un hombre de ideales, por lo que se enfoca en mejorar las condiciones de vida de los prisioneros, en tanto inicia una relación con la viuda del antiguo mandatario, encarnada por La Doña.
Flor de mayo, de Roberto Gavaldón (México, 1959)
Basada en el libro homónimo del escritor valenciano, Vicente Blasco Ibáñez, considerado uno de los mejores textos sobre los hombres del mar. La cinta recrea cómo al llegar a Topolobampo, en la costa del Pacífico mexicano, el estadounidense Jim encuentra a su viejo amigo, el marino Pepe, ahora dueño de su propia casa y de un barco camaronero. Pepe está casado con Magdalena, con quien tiene un hijo. Una de las líneas dramáticas del filme se explica en una relación que sostuvieron en el pasado el personaje encarnado por María Félix y el extranjero. Jim le propondrá a Pepe y a su socio Nacho, localizar bancos de camarones con un indicador de profundidad que ha conseguido. Este es un melodrama con una fotografía excepcional de Gabriel Figueroa.
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