“La fuga de El Chapo Guzmán es absolutamente literaria”
El escritor mexicano Élmer Mendoza vuelve con una nueva entrega de narcoliteratura y la saga de su detective ‘Zurdo’ Mendieta
El escritor Élmer Mendoza (Culiacán, 1949) revisa todos los días la prensa policial en México, pero dice que encuentra más y mejores detalles para moldear a sus personajes de novela negra en las páginas de la prensa rosa. El más beneficiado de ellos es quizá Égdar El Zurdo Mendieta, el misterioso detective sinaloense que vive en primera fila la guerra contra el narcotráfico en México. Mendieta apareció por primera vez en 2008 en la premiada Balas de Plata y ahora regresa en Besar al detective (Literatura Random House, 2015) para resolver un caso que lo llevará a Estados Unidos y hasta los líderes de los cárteles de la droga.
“Lo mandé de vacaciones pero se aburría mucho y dijo ‘ándale Élmer ponte a escribir’ y yo le decía ‘no Zurdo, ya estoy harto de ti, ya no quiero escribir más novelas policiacas’”, comenta y ríe en entrevista durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Pero El Zurdo ganó y Mendoza volvió ante la hoja en blanco, pero con cientos de ideas para mostrar a un complejo investigador que vive atormentado. “En Besar al detective lo que hay es un refuerzo en lo que sería su perfil psicológico, ponerlo en circunstancias extremas y algo que lo afecte personalmente para que tenga reacciones, tome decisiones y las viva”.
El parte de guerra ya no es diario y creo que el Gobierno ha iniciado la negociación con las bandas más fuertes Élmer Mendoza, escritor
Aunque el mundo del narcotráfico ha cambiado en los últimos años, la jerga del norte de México y el lenguaje del crimen siguen presentes en las líneas del padre de la narcoliteratura. Mendoza reconoce que parecen distantes esos días de guerra contra el narcotráfico sin tregua --que ha acumulado en los últimos ocho años unas 70.000 muertes-- pero explica que las autoridades mexicanas no están ni cerca de acabar con el crimen organizado. “El parte de guerra ya no es diario y creo que el Gobierno ha iniciado, me atrevería a decirlo, la negociación con las bandas más fuertes. No sé si lo hayan conseguido, pero han atemperado el enfrentamiento directo”, apunta.
De Sinaloa, su estado natal y cuna del cártel más poderoso de México, Mendoza todavía recuerda los cadáveres y los enfrentamientos a tiros, pero también tiene presente la resistencia de la gente que durante años evitó entregar el espacio público a los narcotraficantes. Una situación muy distinta a la que vive, por ejemplo, el Estado de Tamaulipas (norte de México) donde las redes del crimen organizado han provocado la huída de cientos de ciudadanos y han creado una vida llena de zozobra para el resto. La narcoliteratura, reconoce, ha contribuido a hablar del tema y a enfrentarlo.
Fascinado por la historia de la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, ocurrida a través de un túnel en julio pasado, el autor de El amante de Janis Joplin vaticina una tendencia en la literatura del narco: “Ahora en todas las novelas va a aparecer la palabra túnel”. Mendoza se niega rotundamente a escribir sobre el capo o que el Zurdo Mendieta le conozca en su saga aunque reconoce su pericia para exhibir al sistema de cárceles de México y a toda la estructura que permitió su escape. “Su fuga es absolutamente literaria. Apostaría que alguien la está escribiendo ya. (El Chapo) es un antihéroe, un tipo muy astuto que sabe manejar muy bien las corrientes a su favor. Si fuera náufrago no moriría porque sabría manejar las corrientes para llegar a tierra. Tiene dinero, sabe cuál es el poder del dinero y lo usa sin temor”.
Babelia
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