Felipe González inaugura en Madrid el Jardín Gabriel García Márquez
El expresidente español asiste al homenaje que dedica Casa de América al Nobel colombiano
Cuando se bautiza una calle, una esquina, un puente o un parque es para dejar la marca perdurable de un nombre. Hoy el jardín de Casa de América, de Madrid, no en vano, lleva el nombre de Gabriel García Márquez. Juan Luis Cebrián, presidente del grupo Prisa, editor de EL PAIS, relató anécdotas del escritor y sus sueños de paz. El acto también contó con la presencia del expresidente del Gobierno Felipe González, en cuyo mandato nació el centro cultural y quien repitió varias veces: “Lo echo de menos al Gabo”. La jornada abrió la celebración del aniversario del descubrimiento de América con doce días de actividades.
Cada sala de la Casa de América está dedicada a un personaje español o latinoamericano ilustre, muchos de ellos vinculados a la literatura. Al introducir el acto, Santiago Miralles, el nuevo director de la institución, explicó que “el jardín queda consagrado al insigne literato del siglo XX porque ha condicionado las letras en español y tuvo una enorme influencia social e incluso política”. Al nuevo jardín le dan el nombre un busto del autor diseñado por Milton Bernal y una placa con sus palabras: “Recordar es fácil para el que tiene memoria, olvidar es difícil para quien tiene corazón”.
Precisamente la Casa de América era la sede de las tertulias literarias más importantes sobre la obra del Nobel. Cuando en 2001 el gobierno de José María Aznar decidió exigirles visado a los colombianos, sometiéndolos a un rígido escrutinio y papeleo en los consulados de Colombia, ocho intelectuales indignados prometieron no volver a la “madre patria”. Héctor Abad Faciolince, Fernando Vallejo (el único que cumplió su palabra), William Ospina, Álvaro Mutis, Darío Jaramillo, Fernando Botero y García Márquez firmaron una carta al presidente publicada en EL PAIS.
Cuando rompió su palabra y volvió a España en 2005, donde tenía residencia, casa y agente literaria en Barcelona, la reverente Carmen Balcells, Gabo decía: “Nunca necesité permiso para ir a casa de mi madre”. Efectivamente, fue más fuerte el perfume de los arboles del Paseo del Prado, que para entonces defendía su amiga la baronesa Thyssen, que la decisión que había tomado.
Recordando al escritor
Felipe González, viejo amigo del Nobel y políticamente muy afín a sus causas revolucionarias, recordó las veces que buscaba excusas para romper su compromiso y lo mucho que le hubiera gustado contarle que ya no hace falta el visado. En un discurso lleno de nostalgia y a vísperas del proceso de paz colombiano, dijo: “Hoy me gustaría darle las buenas noticias que le alegrarían el corazón, porque 50 años persiguiendo un objetivo y no verlo directamente me pesa por él.”
Tampoco faltaron las rosas amarillas, que tanto le gustaban a García Márquez, que decoran el jardín. Juan Luis Cebrián recordó que solía llevar esta flor bajo la solapa porque pensaba que con ella no le podía pasar nada malo. Estas también estaban presentes en la muerte de José Arcadio Buendía en Cien años de soledad, cuando están tomando las medidas del ataúd, "empieza una lluvia de flores amarillas tan espesas y tan contundentes que a la mañana siguiente habían hecho una alfombra que era una costra en las calles de la ciudad”. Recordó a un amigo muy supersticioso que tenía miedo de volar en avión y pensaba que flores amarillas le daban suerte. Un amigo entrañable y tímido, para quien lo más importante en la vida eran los amigos.
Un homenaje a la hispanidad
El acto inauguró “América Nos Une,” un programa de actividades del 1 al 12 de octubre que celebra la hispanidad. Se presentarán ocho largometrajes de cine mexicano contemporáneo, habrá conversaciones literarias de nuevas generaciones de escritores, análisis de economía y debates periodísticos. El episodio primario será el 6 de octubre y cuenta con la participación del Ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo y su homóloga colombiana, María Ángela Holguín para presentar la Fundación Consejo España-Colombia que busca intensificar las relaciones entre ambos países.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.