“Para iniciar a un niño en la cocina, prepararía verdura”
La cocinera colombiana contesta al carrusel de preguntas de este diario
Leonor Espinosa (Cartagena, Colombia; 52 años) ha regresado al pasado para encontrar en las raíces de la cultura indígena de su país las recetas que hoy lleva a sus platos. La cocinera, chef del restaurante Leo cocina y cava, en Bogotá, es uno de los estandartes de la nueva cocina colombiana.
P. ¿Qué libros están normalmente en su mesa de dormir?
R. Novelas de pasión, sociales y de política. Ahora acabo de leer Abraham entre bandidos, de Tomás González.
P. ¿Qué libro le cambió la vida?
R. Aunque algunos libros me han tocado, ninguno ha cambiado mi vida. Me influyeron Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y El juego de los abalorios, de Hermann Hesse.
P. ¿Cuál es su rutina diaria para cocinar?
R. Hacer ejercicio, meditar y tomarme el tiempo necesario para desayunar.
P. ¿Qué personaje literario se asemeja a usted?
R. El Principito.
P. ¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?
R. Con Ai Weiwei.
P. ¿Qué significa ser cocinero?
R. Un artista que a través del buen uso de los sentidos y en conexión con la tierra enriquece día a día su obra de arte.
P. ¿Qué plato prepararía con un niño para iniciarle en la cocina?
R. Un plato que lo inicie a lo desconocido. Como al mundo de los vegetales verdes.
P. ¿Cuál es su lugar favorito en el mundo?
R. El desierto de Thar.
P. Respecto a su trabajo, ¿de qué se encuentra más orgullosa?
R. De haber descubierto, a partir de mis viajes de investigación, que Colombia es un país verdaderamente rico.
P. Si pudiera adquirir cualquier pintura, ¿cuál sería?
R. Nighthawks, de Edward Hopper.
P. ¿Qué cambiaría de usted mismo?
R. La impaciencia.
P. ¿Cuándo fue la última vez que lloró?
R. De emoción, ayer.
P. ¿Cuál es el mejor consejo que le dio alguno de sus padres?
R. Estudia.
P. ¿Cuándo fue más feliz?
R. Aquí y ahora.
P. ¿Qué lo deja sin dormir?
R. Dejar para mañana lo que no pude hacer hoy.
P. ¿Con quién le gustaría quedar atrapado en un ascensor?
R. Con un experto en ascensores.
P. ¿Lo último que compró y le encantó?
R. Una repisa para colocar mi colección de sales.
P. ¿El mejor souvenir que ha llevado a casa?
R. Una escultura de Hugo Zapata.
P. ¿Qué espacio de su casa es su favorito?
R. La cocina, por supuesto.
P. ¿En su nevera siempre hay...?
R. Jugo de frutas.
P. ¿Algún sitio que le inspira?
R. Una banca frente al mar.
P. ¿El mejor regalo que ha recibido?
R. Mi hija Laura.
P. ¿Un sueño recurrente?
R. Volar.
P. ¿Qué le reprochan sus amigos?
R. La falta de tiempo para disfrutar con ellos.
P. ¿Qué le asusta?
R. La mentira, odio y envidia.
P. Si pudiera tener un súper poder...
R. El de la habilidad de no ser lastimada o invulnerabilidad.
P. En una fiesta de disfraces, ¿de qué se disfrazaría?
R. No soy amante de las fiestas de disfraces. Pero si tendría que asistir me disfrazaría de la mujer invisible.
Babelia
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