Miles de argentinos despiden a una de las leyendas del rock en español
Largas colas de seguidores en el velatorio de Cerati, desde la ministra de Cultura hasta los principales músicos del país
No se ha muerto un porteño más. Este jueves se ha ido Gustavo Cerati, una de las leyes del rock en español que ha fanatizado a generaciones de latinoamericanos desde los 80 en adelante. Así se explica que desde la noche de este jueves se formaran largas colas de miles de seguidores que querían pasar por el velorio de su ídolo musical en la sede de la Legislatura (Parlamento municipal) de Buenos Aires, a 100 metros de la Plaza de Mayo. No muy lejos de allí, en el Teatro Gran Rex, se entregaban al mismo tiempo los premios Gardel a lo mejor de la música argentina y varios de los premiados, incluido Andrés Calamaro, lo homenajearon.
El velatorio duró hasta el mediodía del viernes, cuando los restos de Cerati fueron trasladados al cementerio de La Chacarita, donde están enterrados desde Gardel hasta músicos que habían compartido la movida rock pop argentina de los 80 con el líder de Soda Stéreo, como Federico Moura y Pappo. Pese a la lluvia había minutos en los que desfilaban frente al féretro hasta una persona por segundo. En casi todo el velorio estuvieron los dos hijos de Cerati, Benito, de 21 años, y Lisa, de 18, y la madre del músico, Lilian Clark, de 83, que lo acompañó en los últimos cuatro años en que permaneció en coma en un hospital de Buenos Aires tras un accidente cerebrovascular. Entre lágrimas, Clark salió este viernes a un balcón de la Legislatura para recibir el saludo de los seguidores de su hijo. En agosto pasado, había reconocido: "Los excesos a veces tienen su precio lamentable". El papa Francisco había manifestado el año pasado su admiración por Clark y su "valentía en ese seguir esperando" y este vez le envió sus condolencias, mientras la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, decretó dos día de duelo nacional.
Desde las 16 del jueves, dos horas después de la confirmación del deceso, comenzaron a llegar fanáticos a la Legislatura para formar fila. Pasaron las horas cantando canciones de quien también tocó en la banda Fricción, con Charly García y Daniel Melero y como solista. A las 21 del jueves se abrieron las puertas del velorio y por allí desfilaron la ministra de Cultura de Argentina, la reconocida música folklórica Teresa Parodi, y algunos rockeros como García, Pedro Aznar, y los integrantes de Ilya Kuryaki and The Valderramas, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur. “Cerati fue un arquitecto del sonido”, dijo Charly, gloria viva del rock argentino. “Tuvimos muchas ideas juntos, nos pusimos a tocar y fue una voladura de cerebro. Era genial”, añadió García.
“La primera vez que vi a Soda Stereo fue en un festival en los 80, donde también tocaba mi viejo. Cruzármelos fue como ver a unos superhéroes", dijo Dante, hijo de otro mito del género argentino, el ya fallecido Luis Alberto Spinetta. "Desbordaba talento y expresividad, dejó un legado que vivirá por siempre y trascenderá generaciones”, comentó Aznar. “Una enorme despedida espontánea lo acompaña en este momento. Le están devolviendo todo eso que dio un gran artista popular", destacó Parodi.
"Fue el mejor músico con el que estuve en un escenario”, comentó en el velorio Zeta Bosio, uno de los dos compañeros de Cerati en Soda Stereo. El otro, Charly Alberti, no conseguió vuelo para regresar del extranjero, pero habló por la emisora de televisión TN: “(Cerati) eterno lo es y lo será. Y es, por lejos, el mejor músico que salió de Argentina en los últimos 50 años”.
Calamaro, otro representante de la movida de los 80, cuando el final de la dictadura militar (1976-1983) y el inicio de la democracia abrían horizontes al arte, lo recordó al recibir el Gardel al mejor álbum de un artista de rock en 2014, por Bohemio: “Esta tarde me llamaron de CNN para preguntarme por Gustavo y lloré como un chico, y creo que es la segunda o la tercera vez que me emocioné tanto. Estoy nervioso como todos los días, pero más emocionado, porque la última vez que me entregaron un premio estaba Gustavo sentado al lado mío, que fue el primero que se levantó para saludarme”. El gran ganador de la noche, el cantante pop Abel Pintos, que se llevó cuatro estatuillas, incluido el Gardel de oro al álbum del año, lo recordó “sin nostalgia y tristeza pero con amor y felicidad”. Entre las bandas premiadas figuró una que había empezado como telonera de Soda Stéreo: Babasónicos, cuyo Romantisísimo fue considerada la mejor obra de banda rockera.
Hasta el eterno rival musical de Cerati, El Indio Solari, líder del desaparecido grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, le escribió una carta de despedida en su blog. Los Redondos, como les llamaban, representaban el rock fuera del circuito comercial en los 80 y 90, frente al éxito más cercano al pop de Soda Stéreo. “Me has hecho disfrutar de tu dulce voz y de tus espléndidos juegos con las guitarras. Tu etapa solista fue sólida y aventurera y es lo que más me gusta de lo que nos has dejado", rescató Solari.
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