Ladrillos rosas, ladrillos azules
Lego lanza una nueva línea de figurines de mujeres científicas tras ser criticado por sexismo
Una paleontóloga, una química y una astrónoma. Todas ellas, con sus laboratorios y equipo de investigación, no levantan más de cinco centímetros del suelo. Son las tres novísimas científicas de Lego, un set de muñecos —diseñados por la científica sueca Ellen Kooijman— con el que la compañía quiere cambiar la imagen de empresa sexista que se ha ganado en este 2014. La compañía danesa, que se había destacado desde su fundación en 1934 por tratar al niño como niñ@, lleva un año negro con ataques a sus películas, sus juguetes y especialmente a su línea exclusiva para chicas.
Todo empezó con una carta enviada a la compañía por una niña de siete años el pasado mes de febrero. Charlotte Benjamin se quejaba de que “hay muchos chicos Lego y apenas chicas Lego”, argumentando además que estas muñecas “solo se dedican a estar en casa, ir a la playa y que no tienen trabajos, pero los chicos viven aventuras, trabajan, salvan a gente... incluso nadan con tiburones”. La carta se retuiteó miles de veces y saltó a medios como The Guardian. Incluso inició una petición en la web Change.org que llegó a contar con más de 40.000 firmas para cambiar esta situación. Y cabe comentar que esta nueva línea de juguetes no es una idea original de Lego, sino que nace de la científica Kooijman que envió a la web de la juguetera Lego Ideas su proyecto.
Este año una niña de siete años protestó por carta a Lego
Este curso, Lego ha cumplido 40 años en España y convocó para celebrarlo por primera vez una rueda de prensa. Entre el vaivén promocional hubo ocasión para tocar este espinoso tema. César Ridruejo, director general de Lego Iberia, se parapetó tras un estudio de mercado: “Es verdad que antes Lego era más unisex. Estábamos perdiendo una cuota de mercado. Se hicieron muchos estudios antes de sacar Lego Friends”. Estudios que consistieron en seguir en el día a día a las niñas de familias americanas y europeas. Las conclusiones respecto a sus gustos, según Ridruejo: “La amistad, las mascotas y, sobre todo, los detalles, por encima de la construcción”.
Y sin embargo, en su mismo campo, una compañía sueca les quitó la razón. Mojang, autores del tercer videojuego más vendido de la historia, Minecraft (más de 54 millones de copias), devolvieron en el mundo virtual la esencia de esta línea de juguetes. La construcción pura y dura. El usuario tiene como único objetivo construir, demostrar su creatividad. Y eso ha explotado en que jugadores de ambos sexos intentan erigir sus capillas sixtinas para asombro de los internautas. A pesar de que las mujeres pioneras en jugar al Minecraft hayan sufrido el acoso de los usuarios varones, las visitas a la web Minecraft.net, que acumula 7 millones cada mes, revelan un dato esencial: el 58% son mujeres, según cálculos de Google.
Basta una visita virtual a la tienda de Lego Friends, la línea exclusiva de chicas, para ver que esta pasión por el ingenio que Minecraft tomó de Lego ha dejado paso a otros mensajes. Esta web desvela los siguientes eslóganes: “Es un caluroso día y eres la camarera de la cafetería. ¡Asegúrate de tomar buena nota de las órdenes para ganar puntos!”, “¡Conviértete en la mejor estilista en el famoso salón de belleza Mariposa!”, “¡Cambia la imagen de las amigas de Lego Friends para que se parezcan entre sí!”. Aunque la compañía recuerda que también existe en Friends una chica científica con su laboratorio. Pero admite que hay muchas menos profesiones y que el enfoque no está en la construcción. Su director general en España justifica esta estrategia con el éxito: “Creo que hemos dado bastante en el clavo. La línea Lego Friends está creciendo de manera importante”.
La preocupación por este mensaje en las áreas más aparentemente ligeras de la vida, las del ocio, está viviendo un gran auge. En los videojuegos, la primera industria cultural del mundo en facturación, críticas culturales como la canadiense Anita Sarkeesian (Ontario, 1984) desgranan desde YouTube para audiencias millonarias los estereotipos machistas en el medio; y también los de Lego, a la que ha dedicado dos programas. Marvel y DC se han puesto las pilas para crear mujeres alejadas de ese sueño húmedo de adolescentes varones que han plagado las viñetas de superhéroes: y así ha nacido el Thor mujer o la rediseñada Bat-Girl. Y webs como Reel Girl —fundada por la articulista de CNN o Fox News Margot Magowan y con un eslogan pegadizo: “Imaginando la igualdad en el mundo fantástico”— se dedican a rastrear en el género de moda en la cultura, el fantástico, todos los tópicos machistas que plagan cualquier obra, como, por ejemplo, la película de Lego, un éxito que recaudó casi 350 millones de euros con un presupuesto de menos de 45.
La división española reconoce que los juguetes de la compañía danesa eran antes más unisex
Pero lo curioso es que todo este debate no hubiera salpicado al titán danés hace tres décadas. Salto en el tiempo a 1981. Rachel Giordano, una modelo infantil de anuncios norteamericana, posaba con vaqueros y camiseta en un anuncio con el titular: Lo que es eshermoso (What it is is beautiful). En él se leía este eslogan: “Los kit universales de construcción Lego ayudarán a tus niños a descubrir algo muy, muy especial: a sí mismos”. La web Womenyoushouldknow entrevistó a Giordano, ahora una médica de 37 años, y la exmodelo lo tiene claro: “Los niños no han cambiado, pero los adultos que los buscan como clientes sí lo han hecho... ¿Qué tenemos que perder, amén de los estereotipos?”. Luego, al preguntarle a Ridruejo, director general de Lego España, por el tópico rosa-azul usado para diferenciar la línea Friends, responde: “No es exactamente rosa, es morado”.
Babelia
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