El ‘momento Cercas’

El escritor y periodista mexicano Rafael Pérez Gay acuñó esta tarde el término momento Cercas y el propio autor, divertido por la ocurrencia, le dio significado. El momento Cercas es un instante, el detalle capital de la novela que centra toda la atención del lector y le hace preguntarse por qué. La respuesta, dice Javier Cercas, casi siempre es la misma: “No lo sé”.

En Soldados de Salamina (2001) el momento Cercas es cuando un soldado republicano le perdona la vida al falangista que acaba de escapar de la cárcel. En Anatomía de un instante (Mondadori, 2009) es ese momento en el que el expresidente español Adolfo Suárez permanece en su asiento cuando silban los primeros tiros del fallido golpe militar en el Congreso el 23 de febrero de 1981. El propio Suárez, recuerda Cercas, contestó al menos una vez al por qué. No fue un sencillo no lo sé, impropio quizás dela importancia del momento y del personaje, pero su respuesta no arroja mucha más luz: “Porque me dio la gana”.

En la última novela, que es la que esta tarde de domingo está sobre la mesa para su presentación, La leyes de la frontera (2012), el momento Cercas, ese “punto ciego” de la trama, lo protagoniza un policía que no detiene a un chico que ha atracado un banco, aunque sabe que es culpable. “No lo detuvo, pero no sabe por qué”, explica el autor.

El Quijote es un cocido.  Javier Cercas

Cercas participó en un encuentro con los lectores en la segunda jornada de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) y no solo se llevó un “momento propio”, sino que dejó algunas frases memorables, de esas que incluso te hacen dudar de hasta qué punto está hablando en serio . Como cuando respondió que para él la mezcla de géneros es consustancial al género novela: “Cervantes inventa la novela moderna de esa manera. Es un tipo que hace una cosa muy rara. Empieza a escribir un cuento breve pero va metiendo todo lo que cabe, como un cocido. El Quijote es un cocido. Así yo puedo meter de todo en la novela”.

Le dijo el periodista mexicano que sus novelas parecen más realidad que ficción, lo que Cercas recibió como “el mayor elogio”. “La literatura no es lo que suena bonito, es lo que suena a verdad. Yo detesto la literatura ornamental. Cuando una frase que escribo me suena a bonito, lo tacho”, dijo creando casi otro momento Cercas.

Pocas horas antes del encuentro, fallecía en Madrid el exgeneral Alfonso Armada, uno de los cerebros de la intentona golpista y, por ello, uno de los personajes de Anatomía de un instante. Cercas, inmerso en una feria con una deficiente red de comunicaciones, no se había enterado de la noticia pero sonó lapidario: “El general Armada es el líder del golpe de Estado. Era un cortesano que nunca se habituó a la democracia. Un mentiroso compulsivo”.