El ron (ya) es cosa de mujeres

La situación la comparan los de Brugal con un cónclave papal al que, tras generaciones de dominio masculino, se hubiera invitado a participar a una mujer. Y además esa mujer resultó elegida... La dominicana Jassil L. Villanueva es la primera maestra ronera en una casa que cumple 125 años y que lleva cinco generaciones siguiendo el olfato masculino. Además, con 26 años es la más joven del mundo desde 2011 y viene dispuesta a marcar tendencia en la empresa en la que ha crecido. No es ella la única. La tradición ronera también ha sido rota por otra marca legendaria, la guatemalteca Zacapa, con la pionera Lorena Vasquez... Y el mundo de la coctelería cada vez se nombra más en femenino. ¿Qué está sucediendo?

¿Por qué este pequeño desembarco de mujeres a un mundo tan masculino como el del ron? Villanueva opina, eludiendo un tanto la cuestión de género, que la primera cualidad que se debe tener es un buen sentido del olfato. “Ahora se me ha desarrollado mucho más”, aclara. Pero a la vez una mujer aporta “los detalles y la perfección”, además de “habilidades comunicadoras”.

“No tenía pensado meterme en el mundo de los maestros, me interesaba la parte de logística y operaciones. De pequeña iba con mi padre, que trabaja en producción, a aprender a conocer el proceso. Soy muy tímida, ha sido un arduo trabajo sacar esa personalidad a flote; lo que me gustaba era estar entre bastidores, eso era a lo que me pensaba dedicar. Durante la universidad hice prácticas en el área de logística”. Efectivamente, Jassil L. Villanueva, perteneciente a una familia de larga tradición en la producción de ron, ha tenido que superar su timidez para dar la cara mediática.

Es responsable del desarrollo de nuevos productos. Trabaja en el departamento de líquidos y se encarga de la formulación o laboratorios, también del proceso de crianza y envejecimiento de la bebida. Asimismo, realiza labores de gestión y formación (catas, entrenamientos...) y, a la hora de promoción internacional, también arrima el hombro. Precisamente ha llegado de su mano a España un estreno de la marca: Brugal Suspiro, que promete 50% de calorías menos, cuenta con una carta de cocteles según el estado de ánimo y se presenta como “una bebida femenina”. “Su enfoque en la mujer o no es llenar simplemente un hueco de mercado”, advierte Villanueva. “Cada uno de nuestros rones tiene un segmento, y ahora tratamos de buscar un público que quiera disfrutar de una copa sin perder la dieta”. El lanzamiento de Suspiro es una bienvenida a su “nacimiento como maestra ronera”, además de “buscar algo con un sello de innovación”, dice Villanueva, en cuya empresa, señala, “hay 170 mujeres, un 16%”. Y reivindica el poder de una nariz sensible, aunque no tenga los 40 o 50 años de experiencia de los roneros veteranos: “Las mujeres dan un toque extra al mundo de las bebidas espiritosas. En las industrias se están dando cuenta de que las mujeres tienen mucho que aportar y excelente potencial, solo necesitan la oportunidad”.

“Teniendo en cuenta que el ron es un sector casi exclusivamente masculino, desde la producción hasta su orientación al consumo, es positivo que haya mujeres jóvenes al frente, da una imagen de modernidad y quita el estigma de bebida solo para hombres”, opina la enóloga y socióloga Cristina Alcalá. “Es un punto de inflexión interesante que haya ahora maestras roneras, porque abrirán un camino sin retorno para otras muchas mujeres, como ha pasado en el mundo del vino”.