Amor eterno al cine latinoamericano
El Festival de Cine de San Sebastián lucha desde hace años por que el cine en español sea el puntal del certamen. Esta edición lo demuestra
Hace pocos días, la declaración de amor vino de la ciudad italiana más amorosa. “El futuro del cine no está en China, sino en América Latina, una tierra donde están sucediendo muchas cosas, un pedazo del mundo que debe tener cada vez más presencia en el festival”, aseguró el director artístico de la Mostra de Venecia, celebrada recientemente. Hoy parece que todos quieren lanzar a los cuatro vientos su amor por el cine latinoamericano, un continente desde el que llegan propuestas valientes, diferentes y arriesgadas, algo por lo que el Festival de Cine de San Sebastián, que mañana inaugura su 61ª edición, viene luchando desde hace años algo más silencioso pero no por ello menos contundente. Un total de 30 filmes, entre producciones y coproducciones, se podrán ver a lo largo de los diez días del Zinemaldía, repartidos entre la sección específica dedicada al cine latinoamericano, Horizones latinos, la propia sección oficial, Zabaltegi o Nuevos Directores. Sin olvidar, el apartado de Cine en Construcción, una iniciativa nacida en 2002 entre el Festival de San Sebastián y el de Toulouse, con el objetivo de apoyar la producción de cine latinoamericano mediante ayudas para la finalización de las películas en fase de postproducción. Este año Cine en Construcción presenta seis filmes (dos de Argentina, uno de Chile, uno de Colombia y dos coproducciones de Chile y Francia y otra de Argentina, Uruguay, Francia y Alemania). El ganador de la edición del año pasado, Gloria, del chileno Sebastián Lelio, llega a la ciudad donostiarra con los máximos honores. Gloria, una historia sobre una mujer que busca un nuevo lugar en el mundo a los 60 años, se proyectará en la selecta sección de Perlas, tras obtener su actriz protagonista, Paulina García, el premio a la mejor interpretación femenina en el último Festival de Cine de Berlín.
Queremos ser la puerta de entrada a Europa del cine latinoamericano.
José Luis Rebordinos
De siempre lo ha defendido su director José Luis Rebordinos, tercera edición como responsable del certamen pero 15 años en el comité de dirección. Que el cine latinoamericano, el cine en español, sea un puntal distintivo del festival que dirige. "Queremos ser la puerta de entrada a Europa del cine latinoamericano", asegura. Pero más allá de esto, que no solo sea un lugar de exhibición, sino de negocio y de creación de industria con los países latinoamericanos. Buena muestra de ello es la lucha titánica por consolidar el foro de coproducción entre Europa y América Latina que comenzó el año pasado y que en esta edición pasará de los dos a los tres días de duración. "Estamos tirando la casa por la ventana, invirtiendo más en industria, que aunque es algo que se ve menos de cara a la galería, es muy importante para consolidar el festival en el panorama internacional", dijo Rebordinos, durante la presentación en Madrid del festival el pasado mes de julio.
En esta 61ª edición son tres los filmes con participación latinoamericana que estarán presentes en la sección oficial. El plato fuerte de la inauguración correrá mañana a cargo de Futbolín, el filme animado de Juan José Campanella, que se proyecta fuera de concurso y que es una producción hispano-argentina. Pelo malo, un filme venezolano de Mariana Rondón, que está producido, dirigido e interpretado, en su mayor parte, por mujeres, y que estuvo en una convocatoria de Cine en Construcción luchará por la Concha de Oro, al lado del mexicano Club Sandwich, de Fernando Eimbcke.
En Horizontes Latinos habrá para todos los gustos y géneros. La sección, con un total de once largometrajes a concurso (hay un premio dotado con 35.000 euros destinado al director y distribuidor en España), se inaugura con un gran título. La jaula de oro, coproducción española-mexicana, narra la huida clandestina de tres adolescentes guatemaltecos a Estados Unidos a través de la frontera mexicana. Su director es Diego Quemada-Díez, un burgalés afincado en México desde hace años y que fue operador en el filme 21 gramos, de Alejandro González Iñárritu. La jaula de oro obtuvo en la sección Una cierta mirada, en el pasado festival de Cannes, el premio de interpretación. Otros largometrajes que se proyectarán en Horizontes Latinos son El médico alemán, el filme de la cineasta y escritora argentina Lucía Puenzo, basado en su propia novela titulada Wakolda (editorial Duomo). El médico alemán se adentra en la vida de una familia argentina que vivió con un criminal nazi sin conocer su verdadera identidad. Pensé que iba a haber fiesta, una coproducción hispano-argentina, dirigida por Victoria Galardi es una emotiva historia, interpretada por dos grandes actrices, Elena Anaya y Valeria Bertuccelli, en torno a los límites de la amistad y el amor. También en esta sección hay un hueco para el documental como el de Who is Dayani Cristal?, dirigido por el británico Marc Silver e interpretado por el mexicano Gael García Bernal, que se centra en la búsqueda de la identidad de un cuerpo que aparece en el desierto de Sonoma con una única referencia: el nombre de Dayani Cristal.
En la sección Nuevos Directores destaca el filme mexicano Paraíso, de la directora Mariana Chenillo o Por las plumas, una comedia negra que viene de Costa Rica y que dirige Neto Villalobos. También se proyectará la cinta hispano-chilena El árbol magnético, de Isabel Ayguavives o Las horas muertas, de Aarón Fernández, una coproducción de México, Francia y España.
Todo esto y mucho más es algo más que una declaración de amor. Pretende convertirse en una unión sólida y duradera.
Babelia
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