El festival PEN rinde homenaje al Roth más político

En 1972 un joven y exitoso novelista norteamericano emprendió su primer viaje a Checoslovaquia siguiendo las huellas de Kafka. Durante los cinco siguientes volvería para reunirse con escritores, profesores, periodistas y traductores represaliados por el régimen comunista. Las autoridades le “invitaron” a abandonar el país en 1977, y pocos días después detuvieron a su amigo el también novelista Ivan Klíma para interrogarle. ¿Qué se le había perdido al señor Philip Roth en Praga? ¿A qué se debían todas esas visitas? Klíma les preguntó si no habían leído sus libros. “¡Viene a por las chicas!”, les dijo, tal y como recordaba el martes por la noche el propio Roth durante la gala del Festival PEN en el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, ante cerca de 300 personas que irrumpieron en carcajadas.

Apenas un mes después de que la ciudad de Newark se volcara en la celebración de su 80 cumpleaños –y casi medio año desde que anunció que no publicaría más– el autor de Pastoral Americana recibió el premio PEN /Allen en reconocimiento a su carrera y a su “valiente apoyo a la libertad creativa en el mundo”. Así, éste galardón rinde tributo al compromiso que Roth mantuvo en los años setenta y ochenta, con los escritores que estaban tras la cortina de acero, erigiéndose en defensor de la libertad de expresión, en constante colaboración con PEN. En 1974 creó, bajo el sello de Penguin Books, la colección Escritores de la otra Europa para difundir en EE UU el trabajo de autores de Europa del Este como Bohumil Hrabal, Milan Kundera o Bruno Schulz, y estuvo al frente de la misma hasta 1989. Vestido de negro, pero haciendo caso omiso de la etiqueta de smoking que marcaba la gala, Roth puso al auditorio en pie tras su breve intervención, en la que recordó sus viajes a Europa del Este. A continuación, en un vídeo Ivan Klíma y su esposa hablaron del “apoyo espiritual” que sintieron que Roth les ofrecía.

La traductora y escritora turca Ayse Berktay fue la otra homenajeada de la noche, con el premio el premio PEN / Brabara Goldsmith. Detenida en 2011 por las autoridades turcas que la acusaron de pertenecer a una “organización ilegal”, el incidente parece estar relacionado con su trabajo en la oficina de prensa y el comité femenino del partido pro-kurdo BDP. Berktay sigue en prisión mientras su juicio se celebra. Es una de 130 escritores en prisión o sometidos a juicio en Turquía, muchos de ellos bajo la legislación antiterrorista. El representante de PEN en Turquía recibió en su nombre el galardón.

El cóctel y la cena reunieron a destacados miembros de la comunidad literaria como Zadie Smith, Colm Toibin, Martin Amis, Salman Rushdie, Jeffrey Eugenides, Francine Prose o Siri Hustvedt, y se logró recaudar más de un millón de dólares para esta organización, que desde 1921 defiende la alianza de derechos humanos y literatura, como apuntó la co-organizadora de esta velada Joanna Coles, mientras animaba al público a tuitear. PEN cuenta con 144 capítulos alrededor del mundo y más de 3000 miembros, y este festival PEN World Voices, que cada primavera organiza en Nueva York, celebra en 2013 su edición número 27.

En esta ocasión han sido programadas desde el 29 de abril y hasta el 5 de mayo más de 150 actividades, que incluyen conferencias, debates, clases y lecturas, en las que las letras y la política suben a más de 20 escenarios por toda la ciudad, de la mano de poetas como Mary Karr o Edward Kirsch, escritores como AM Homes, Claudio Magris, Earl Lovelace, Jamaica Kincaid, Francisco Goldman, FranLlebowitz y editores de revistas como Lewis Lapham y Robert Silvers. Traducción, política y edición son algunos de los ejes en torno a los que gira este festival que logrará crear una visión panorámica y diversa del estado de las letras, con invitados procedentes de los cinco continentes. El PEN se cerrará con la conferencia Arthur Miller Libertad de Expresión , que este año correrá a cargo de la juez Sonia Sotomayor.