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GERARDO PIÑA-ROSALES | PRESIDENTE DE LA ANLE

“Si resurgen movimientos hispanófobos, el español en EE UU correrá peligro”

El director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española considera el ‘spanglish’ un fenómeno social antes que lingüístico

Eva Saiz
Gerardo Piña-Rosales, director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.
Gerardo Piña-Rosales, director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.

Cuando en 1973 un grupo de pioneros, españoles del exilio, ecuatorianos, portorriqueños..., decidieron fundar la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), muchas de sus instituciones hermanas tomaron la iniciativa con escepticismo, considerando el proyecto algo anómalo e innecesario. Pero el tesón de sus miembros logró que, ocho años más tarde, la ANLE entrara a formar parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española. A diferencia de la Academia Española, la norteamericana no tiene un lema que la obligue a fijar y dar esplendor al idioma español, pero en estos años se ha encargado de afianzar la ortodoxia de una lengua que en EE UU hablan más 50 millones de personas, convirtiendo a este país en el segundo con más hispanohablantes del mundo, por detrás de México. La pujanza del español en este país es tan importante que en la próxima edición del Diccionario de la Lengua Española ya se incluyen estadounidismos, términos españoles acuñados en EE UU. El director de la ANLE, Gerardo Piña-Rosales, analiza en una entrevista para EL PAÍS la situación del idioma en EE UU, las características que lo hacen diferente y los retos a los que se enfrenta para consolidarse.

Pregunta. ¿Cuál es el estado del español en Estados Unidos?

Respuesta. Creo que está muy bien. Una clase media cada vez más pujante y educada en el español provoca que el nivel del idioma mejore. Los números también hacen que sea optimista. Somos más de 50 millones de hispanohablantes y eso nos conviene, pero a la ANLE lo que nos interesa no es tanto la cantidad, sino la calidad del español que se habla.

El español de EE UU será un español con estadounidismos, con palabras y expresiones que han nacido aquí"

P. ¿Cómo definiría el español que se habla aquí?

R. Lo definiría como un español internacional con influencia del inglés, no solamente en el léxico, sino también en la sintaxis. Hoy en día, hay determinadas expresiones o palabras que nos pueden parecer aberrantes, pero creo que con el tiempo ese español de EE UU se irá afianzando. Será un español con estadounidismos, con palabras y expresiones que han nacido aquí.

P. Precisamente, en la última edición del Diccionario de Lengua Española ya se van a incluir este tipo de términos....

R. Sí, se trata de palabras que han nacido en EE UU, a veces son traducciones literales de palabras inglesas pero que se han debido adaptar para la realidad cultural de este país.

Son las personas que no dominan la lengua española las que tienen que acudir al spanglish, lo cual supone una manera de automarginarse"

P. ¿Cómo afecta el spanglish a la hora de consolidar la calidad de la lengua española en EE UU?

R. La ANLE presta atención al spanglish, porque es un fenómeno interesante, pero no nos quita el sueño. No nos preocupa porque no se trata tanto de una cuestión lingüística como social. Son las personas que no dominan la lengua española las que tienen que acudir al spanglish, lo cual supone una manera de automarginarse.

P. Pero hay libros, incluso cuentas de Twitter que emplean el spanglish como un código de comunicación asentado

R. El rasgo más importante del spanglish es la alternancia y los cambios de código. Si se salta de idioma conscientemente no veo ningún problema, incluso puede ser interesante a la hora de escribir. Lo malo es cuando no se es consciente de que se está saltando de una lengua a otra. Pero incluso esos casos han sido objeto de estudio, por qué cuando una persona de origen hispano quiere expresar algo afectivo pasa al español, pero cuando habla de negocios, emplea el inglés.... Pero en ningún caso el spanglish se va a convertir en la lengua de EE UU.

En ningún caso el spanglish se va a convertir en la lengua de EE UU"

P. En las últimas semanas hemos visto cómo dos senadores, Bob Menéndez y Marco Rubio, presentaban en español su propuesta de ley de reforma migratoria y cómo éste último incluso pronunciaba en este idioma el discurso de réplica al del estado de la Unión de Barack Obama. ¿En qué medida eso es un síntoma de la pujanza del español en EE UU o se trata más de un guiño político para atraer al electorado hispano?

R. Me parece algo muy positivo, aunque hay que darse cuenta que cuando este tipo de políticos hacen estos actos en televisión lo que se busca en el fondo es la aprobación de la población hispana. Pero el hecho de que congresistas y senadores, tanto de origen hispano como de otras procedencias, estén haciendo un esfuerzo por hablar español, aunque sea para obtener votos, es una bendición para la ANLE.

P. Casi todas las grandes cadenas de televisión estadounidenses tienen un canal en español, la ANLE colabora un espacio en Mundo Fox para mejorar el habla del idioma pero ¿Qué opina de la iniciativa de la cadena ABC de crear un canal en inglés para hispanos que no hablan español?

El hecho de que congresistas y senadores, tanto de origen hispano como de otras procedencias, estén haciendo un esfuerzo por hablar español, aunque sea para obtener votos, es una bendición para la ANLE"

R. En la ANLE nos interesa promover la difusión de la lengua española y a las personas que sencillamente no entienden o no hablan el español será difícil rescatarlas. Ahora bien, lo que sí estamos observando es justo lo contrario. Jóvenes hispanos de tercera generación, que no hablan bien la lengua, que tenían prácticamente olvidado el español porque sus padres, por lo que sea, decidieron no emplearlo en casa, pero que ahora quieren recuperar el idioma y transmitírselo a sus hijos. En las Universidades se están impartiendo cursos para esos hablantes de herencia.

P. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el español para consolidarse en EE UU?

R. Creo que el riesgo principal para el idioma dependerá de la atmósfera y el ambiente político. Si resurgen movimientos hispanófobos, como en los 80, que traten de limitar, rechazar o que amenacen a quienes hablamos español, será un peligro para la lengua y tendremos que estar alerta para contrarrestarlo. Este tipo de movimientos, como el English Only, son muy poderosos, han recibido mucho dinero y ahora parece que están de manera latente, pero estoy seguro de que si el clima político cambia y gira muy a la derecha, esas tendencias se van a recrudecer.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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