Epicentro de la cultura en español

La silla vacía de Carlos Fuentes, muerto el 15 de mayo de este año, fue el símbolo mayor de la inauguración de la 26ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) que este año se dedica a Chile y que fue precedida por el formidable escándalo del premio FIL al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, acusado inconfeso de plagiar numerosos artículos periodísticos. Todos los intervinientes, desde el presidente de la feria, Raúl Padilla, hasta la ministra de Cultura mexicana, Consuelo Sáizar, soslayaron el nombre de Bryce y el hecho mismo del premio, que durante todas las ediciones anteriores fue el eje de actos tan solemnes como el de esta apertura de la feria que se prolongará hasta el domingo 2 de diciembre.

Carlos Fuentes y Chile fueron los grandes argumentos de la ceremonia de inauguración; Padilla se emocionó vivamente al leer su semblanza de Fuentes, que fue alma de la literatura de México, y cuyo tiempo, el siglo XX, contó magistralmente en su novela Los años con Laura Díaz. Además, Padilla anunció los siete homenajes que en esta feria van a rendir honor a su obra, desde la presentación de la novela póstuma del autor, Federico en su balcón (Alfaguara), a la discusión sobre su actividad puramente literaria, pasando por su activísima presencia en el debate sobre el pasado y el futuro iberoamericano. Escuchando las intervenciones estaba el expresidente chileno Ricardo Lagos, con quien Fuentes tuvo un largo diálogo sobre el porvenir que fue la sustancia de un libro, también póstumo, que se presentará esta semana.

La falta del escritor de obras como La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz, Aura, Terra nostra y La Silla del Águila dominó, pues, la apertura de la feria del libro más importante de la lengua española, “el territorio de La Mancha”, como decía Fuentes, o el territorio de la eñe, como dijo la ahora saliente ministra mexicana de Cultura. La ausencia de Carlos Fuentes, el gran autor de las letras mexicanas, es abrumadora, y lo es no sólo porque su literatura domina un mundo, consideró Saizar, sino porque es imposible concebir el presente y el pasado inmediato, e incluso el futuro, de la creación literaria en nuestra lengua sin su concurso, uno de los que pusieron en marcha el boom latinoamericano en los años sesenta.

Oyendo todas estas referencias a su marido estaba Silvia Fuentes de Lemus, invitada especial, que en la mesa presidencial del acto concitó el apoyo y el cariño de todos los presentes. Chile, representado por un centenar de escritores, editores y libreros, cedió gustoso el protagonismo que le corresponde en la feria para que el autor mexicano brillara hasta los extremos de la emoción de la que se hicieron eco todos los que evocaron su figura.

En ninguna intervención apareció la palabra premio, ni el apellido Bryce, ni otra cosa que no fueran Fuentes y Chile. Chile, por cierto, que fue la patria infantil (una de ellas, fue cosmopolita desde chico) de Carlos Fuentes.

Uno de esos escritores chilenos que se materializaron ya este sábado en Guadalajara fue Jorge Edwards, que también formó parte del boom. Edwards presentará el primero de los tres volúmenes que compondrán su libro de memorias: Los círculos morados. Se trata de un repaso a la juventud del premio Cervantes de 1999 y una referencia a las manchas que le quedaban en los labios después de beber el vino barato de las tabernas. Más allá del país andino, la feria incluirá por primera vez un programa de Brasil con la presencia de 17 autores, que tratarán de dar luz a esa “incógnita en términos literarios” oscurecida por la brecha del idioma.

Otro de los acontecimientos de esta FIL será la presentación de un libro sobre el “oficio más hermoso del mundo”, Gabo Periodista, una selección de artículos de Gabriel García Márquez, elegidos y comentados por varios escritores. Precisamente, el pasado viernes, la ministra Saizar difundió, a través de su cuenta de Twitter, varias fotos de ella y del director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, Jaime Abello, entregando un ejemplar del libro al premio Nobel colombiano, retirado de la vida pública y cuyo estado de estado de salud es objeto de continuas especulaciones.

Y también estará el público. A las 12 del mediodía (las siete de la tarde en España) cuando se dio por inaugurada, con exacta puntualidad la feria, las puertas se abrieron para los miles de jaliscienses que invadieron en unos minutos el recinto con la misma ilusión con la cual los niños entran en el salón de casa la mañana de Reyes. Muy buena entrada para un evento que arranca con la ambición de superar las desmesuradas cifras de la edición del año pasado: más de 650.000 visitantes, casi 2.000 editoriales representadas, más de 500 presentaciones de libros y cuatro millones de páginas vistas en su web durante los nueve días de festejos.