Bryce Echenique gana el premio FIL de Guadalajara 2012

El autor de Un mundo para Julius ha resultado ganador de la edición número 22 del Premio FIL de literatura, lenguas romances 2012, que entrega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), la más importante en lengua española. Bryce Echenique (Lima, 1939)  es considerado un autor fundamental de la literatura en español, pues sus libros publicados durante las décadas de los setenta y ochenta funcionaron como una bisagra entre el boom latinoamericano y el post-boom influido por el realismo sucio de Estados Unidos. Más allá de las acusaciones de plagio de hace unos años, el autor peruano se une, en virtud de este galardón a una prestigiosa lista de escritores como Juan Gelman, António Lobo Antunes, Nicanor Parra, Nélida Piñón, Juan José Arreola y Fernando Vallejo, que obtuvieron este premio anteriormente.

El Premio FIL de literatura en lenguas romance, antes llamado Juan Rulfo, está dotado con 150.000 dólares (unos 119.000 euros) y es entregado anualmente como reconocimiento a la obra completa de un autor en cualquiera de los idiomas participantes derivados del latín. Este año se entregará el 24 de noviembre en la ciudad de Guadalajara (México), durante la XXVI edición de la feria del libro.

Ha compaginado la escritura de ficción con el periodismo narrativo

Bryce Echenique es un escritor nacido en la oligarquía peruana que no ha renegado de serlo, pero tampoco ha dejado de criticarla. Es bisnieto del ex presidente peruano, José Rufino Echenique, y descendiente del último virrey del Perú. Esa vida de la adinerada oligarquía limeña ha quedado plasmada en obras como Un mundo para Julius, novela que llevó a Bryce a la fama en 1979.

Ha vivido entre España y Perú. Ha tenido casas en ambos países, pero ha ido variando su residencia según las circunstancias. “No te puedes lavar el amor por Europa con agua y jabón. Después de todo, yo fui Alfredo Bryce aquí. Allá fui el hijito de papá”, dijo en entrevista en 2005, cuando se había mudado a Barcelona, aunque desde 2010 se estableció de nuevo en Lima. En 2011 firmó un documento junto a Mario Vargas Llosa para manifestarse a favor de votar por Ollanta Humala, candidato a la presidencia del Perú que venció en las urnas a Keiko Fujimori.

El escritor peruano ha compaginado la escritura de ficción con el periodismo narrativo. A finales de los setenta, gracias a una beca de la Fundación Guggenheim, realizó un viaje a los Estados Unidos que quedó retratado en el libro A vuelo de buen cubero y otras crónicas. Dicho libro reúne una serie de relatos de no-ficción que la Biblioteca Cervantes virtual considera como “wolfianos”, en alusión al padre del nuevo periodismo estadounidense.

Es justamente su faceta de periodista la que se ha visto empañada por acusaciones de plagio. En el 2007 fue acusado de plagiar 11 artículos periodísticos de José María Pérez Álvarez. “Nunca he copiado y es imposible que hubiese cometido un error de esas características. Las acusaciones formaban parte de una campaña de odio y envidia”, aseguró en ese momento en entrevista con EL PAÍS. En esa ocasión, Bryce Echenique pidió disculpas públicas e incluso el escritor afectado aseguró sentirse casi halagado.

"Por una parte", dijo Pérez Álvarez, "me resulta increíble que Bryce Echenique haya recurrido a un escritor al que no conoce nadie para apropiarse de forma deleznable de su literatura, pero, por otra parte, todos tenemos vanidad y me siento halagado: debe gustarle mi estilo".

Sin embargo, la polémica se reavivó en el 2009, cuando fue multado por plagiar 16 artículos. Ese año fue sentenciado a pagar 177.500 nuevos soles (54.000 euros aproximadamente) por el organismo regulador de la propiedad intelectual del Perú. Bryce Echenique aseguró esa vez que los artículos se habían publicado sin su autorización, aunque eso no lo libró de la sanción económica.

Autor también de Dándole pena a la tristeza y El huerto de mi amada, ha obtenido galardones como el Premio Nacional de Narrativa Española (1998) y el Premio Planeta (2002). El Rey de España le otorgó la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica (1993) y la Encomienda de Alfonso X El Sabio (1999). Además, fue nombrado Comendador de las Artes y las Letras de Francia (2000).