“Los niños me preguntan cómo llegar a la isla de los ratones”

Elisabetta Dami (Milán, 1958) es la mujer detrás de los libros de Gerónimo Stilton, un ratón un poco distraído, periodista y escritor. Stilton, director del periódico de mayor tirada de la Isla de los Ratones, es un roedor tímido, al igual que su creadora. Dami no suele conceder entrevistas, pero ha accedido a hablar con la prensa en el Foro Impulsa que se celebra en Girona organizado por la Fundación Príncipe de Girona, al que ha acudido entusiasmada por el hilo conductor de esta edición, el concepto de colaboración.

“Gerónimo y yo somos colaboradores”, dice la autora, que firma los libros con el nombre de su personaje y no con el suyo propio. Lo hace porque los niños de hasta ocho años creen que Gerónimo existe de verdad, y no quiere decepcionarles. Sus seguidores son legión: ha vendido más de cuatro millones de libros en España, el segundo mercado en importancia después de Italia. Dami, cercana y amable, lleva siempre en su cartera una carta que un día le envió un niño –en realidad, iba dirigida a Gerónimo-. El niño, que se había sentido enfermo, le daba las gracias al ratón porque tras leer su libro se encontraba mejor.

Dice Dami que recibe continuamente cartas de sus lectores. “Me escriben miles de cartas. Me preguntan cómo pueden hacer para llegar a la Isla de los Ratones, si se puede llegar en coche o en avión”, explica. La autora profesa el máximo respeto por los sueños de los niños, a los que intenta inculcar ciertos valores a través de las historias de Gerónimo. “Paz, respeto, honestidad, cooperación. Son valores universales”, afirma la escritora.

Dami empezó a escribir hace unos 12 años, cuando trabajaba como voluntaria en hospitales italianos. Le acababan de decir que no podría tener hijos y se volcó en mejorar la vida de los niños enfermos. “Empecé a escribirles historias y me di cuenta de que si estaban contentos, se recuperaban antes”, dice.

La autora comenzó a escribir “para conectar con el corazón de los niños”. La fama, el éxito y el dinero fueron productos circunstanciales, mantiene. A Dami le encanta viajar y busca la inspiración en sus propias experiencias. Acaba de estar en la Isla de Pascua y tiene pensado ir pronto al Tíbet y a la Patagonia. “Seguiré escribiendo hasta que caiga muerta”, afirma.