Fracasa la 'ley Sinde' en el Congreso tras el último intento del PSOE de conseguir apoyo
La ley pasa ahora al Senado, donde el Grupo Socialista intentará de nuevo un acuerdo para que sea aprobada
La polémica ley Sinde ha fracasado esta noche en el Congreso, donde ha sido tumbada en la Comisión de Economía por 20 votos a 18. El PSOE se ha quedado solo con la enmienda contemplada en el proyecto de Ley de Economía Sostenible (LES) que prevía el cierre de webs que favorezcan las descargas de archivos protegidos por derechos de autor como películas o música. Después de frenéticas negociaciones a última hora de la tarde con CiU y el PP, la disposición conocida como ley Sinde no ha logrado avanzar, por lo que la Ley de Economía Sostenible pasará al Senado sin esa parte. En la Cámara alta el Grupo Socialista tratará de conseguir los apoyos necesarios el próximo año para volver a incluirla.
El PP también ha querido sacar rédito a la polémica que a buen seguro desgastará al Gobierno. Los populares exigieron del Grupo Socialista el apoyo a una enmienda suya que aumentaba la intervención judicial en el proceso. El texto planteaba el requerimiento de la autorización judicial previa para pedir los datos a los proveedores de acceso a Internet (ISP) que permitieran identificar a las webs presuntamente infractoras. El PSOE defendía que era suficiente garantía judicial la que contiene la ley de que la Audiencia Nacional decida finalmente si autoriza las peticiones de cierre de webs que le proponga la Comisión de Propiedad Intelectual. Para el PP, como para muchos detractores de la ley, esta garantía no es tal porque la Audiencia no entrará en el fondo del asunto. Y se frustró el acuerdo.
La ley ha sido sometida a votación al finalizar el pleno de la Cámara, en el que se han aprobado, entre otros, la ley antitabaco y los Presupuestos Generales de 2011. La disposición ha recibido el rechazo de todos los grupos parlamentarios menos el PSOE. El fracaso de la llamada ley antidescargas se veía venir tras romperse las negociaciones entre el Grupo Socialista y CiU y el rechazo manifestado por el PNV. El Gobierno trató a última hora y a la desesperada de negociar con el PP, pero sin resultado. Al final, el Congreso tumbó la llamada ley Sinde.
Pero los detractores de la norma que pretende acabar con las webs de descargas no deben cantar aún victoria. La LES será debatida en el Senado, sin esta disposición, a partir del 18 de enero, cuando la Cámara alta celebre su primer pleno del próximo año. En el Senado, el Grupo Socialista puede negociar con el PNV para tratar de ganar su apoyo, y en caso de fracaso, buscar un acuerdo con el PP. Sin embargo, el golpe de efecto y el varapalo al Gobierno de esta noche serán difíciles de curar.
La votación se ha desarrollado mientras fuera del Congreso un grupo de personas se manifestaba, después de una convocatoria por Twitter, contra la aprobación de la ley.
Después de hasta tres retrasos en la votación, y una hora y media de debate, el Grupo Socialista había forzado una negociación con los nacionalistas catalanes para intentar salvar la disposición. La razón de esa dilación era la petición del PSOE de arrancar a toda costa un acuerdo de los catalanes para no quedarse solo en la defensa de la famosa disposición final segunda.
Los catalanes, sabedores de la debilidad del Gobierno, han tratado de estrechar el cerco para que, a cambio de su respaldo a la ley Sinde, poder conseguir que los socialistas apoyen el grueso de sus enmiendas -han presentado 200- sobre las más variadas materias (fiscalidad de vivienda, transporte, seguros, biotecnologías, fiscalidad nuclear y otras) que nada tenían que ver con Internet.
Pero ya esta tarde, el portavoz parlamentario de CiU, Josep Sánchez i Llibre, anunció la ruptura de las negociaciones e invitó al Gobierno a negociar "con sus socios naturales", tras sentirse segundo plato luego de la negativa del PNV de respaldar la iniciativa.
No se han cumplido las previsiones de que el Congreso iba a pasar de puntillas sobre la ley antidescargas. Porque si algo ha habido hoy ha sido debate. La que ha pasado desapercibido es el resto de la LES, que apenas mereció unos comentarios de los ponentes.
Oposición a la 'ley antidescargas'
La refriega sobre ley Sinde encendió la Comisión desde el principio. El PP, que había presentado varias enmiendas para asegurar una mayor intervención judicial en todo el proceso, quiso sostener un discurso equidistante. Apoyo a los derechos de propiedad intelectual, pero rechazo absoluto al proyecto del Gobierno. Para el PP, la disposición intentaba "maquillar" con un procedimiento judicial rápido el que un órgano administrativo como la Comisión de Propiedad Intelectual, dependiente del Ministerio de Cultura, pudiera cerrar páginas webs. "En la práctica, sería posible cerrar webs sin la debida garantía judicial, lo que abriría la puerta a que desde el poder político se vulnerasen derechos fundamentales como el de la libertad de expresión", según José María Lasalle.
Marta Gastón, ponente del PSOE, le refutó que solo "la justicia puede decidir el cierre de una web", y aseguró que no se puede "desproteger a un sector que da empleo a 800.000 personas y representa el 4% del PIB". Recordó que la subcomisión de Cultura acordó por mayoría dar unas garantías mínimas de protección a la propiedad intelectual, y afirmó: "Si protegemos más a los ladrillos que las ideas, estaremos condenando a nuestros jóvenes a seguir fabricando ladrillos".
El rechazo fue rotundo por parte del PNV, mucho más beligerante que lo que se esperaba en los bancos socialistas. "Nuestro grupo está profundamente en contra" de la ley Sinde, señaló Aizpiazu, quien pidió una completa reforma en profundidad de la Ley de Propiedad Intelectual.
Ya anunciada la oposición de ERC-ICV-IU, la diputada de ICV, Nuria Buenaventura, no dudó en pedir que se retire "la ley de la patada en el módem", mientras que Joan Ridao (ERC) la calificó de "chapuza de Pepe Gotera y Otilio". "Responde a la presión del lobby de la industria cinematográfica estadounidense, como ha revelado Wikileaks, al que se ha prestado el Gobierno", aseguró. También Coalición Canaria se opuso a la ley Sinde.
Y en agua de nadie, y haciendo equilibrios, Josep Sánchez-Llibre, portavoz de CiU, alimentó el suspense: "Estamos a favor de proteger la propiedad intelectual para asegurar la autonomía cultural y la dignidad profesional de los artistas". Eso dentro de la Comisión, porque nada más salir, ante el corrillo de periodistas dio por cerrada la posibilidad de un acuerdo y anunció el voto en contra.
Y vuelta a empezar. El PSOE pidió a la mesa de la Comisión hasta tres aplazamientos para intentar doblegar la resistencia de CiU mientras se celebraba el pleno. En los pasillos se podía ver a Francisco Miguel Fernández Marugán, del PSOE, intentando convencer a Sánchez-Llibre para que rectificase. No hablaban de nada que tuviera que ver con las descargas. Sino de impuestos y transportes.
Protestas
Las protestas desencadenadas por la iniciativa entre colectivos de internautas ha dificultado el apoyo de los grupos parlamentarios a la ley del Gobierno, pues nadie quiere asumir el coste electoral que eso puede suponer. Al autocierre protagonizado el domingo por las principales páginas de enlaces como Seriesyonkis o Cinetube, le siguió ayer el llamamiento desde distintos foros para bloquear las páginas del Congreso de los Diputados y de partidos como PP, PNV, PSOE y CiU. Los diputados de estos grupos parlamentarios tuvieron problemas de acceso a sus ordenadores a partir de las seis de la tarde.
Más de 5.000 internautas se han sumado en las últimas 24 horas al manifiesto Si es legal, es legal de Facua-Consumidores en Acción contra la ley Sinde, superando así las 35.000 firmas que han sido enviadas a los portavoces de la Comisión de Economía, para pedirles que no aprobasen "una norma elaborada contra los intereses de los ciudadanos".
Asimismo, más de 150 escritores, entre ellos Almudena Grandes, Rosa Montero, Juan José Millás, Ángeles Caso, Elvira Lindo, Fernando Savater y Enrique Vila Matas, han firmado el Manifiesto por el Copyright, en el que señalan que Internet debe ser un "medio libre y neutral, pero eso no quiere decir que no deban existir reglas en su administración y que pueda conservar la impunidad quien las infringe". "Con el pretexto de defender la libertad -añaden-, algunas voces están defendiendo en realidad la inmunidad para el saqueo de obras ajenas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.