Entre la indefensión y los juzgados
El mundo del toro intenta organizarse y maneja la posibilidad de emprender acciones legales
Empresarios, toreros, ganaderos, transportistas y el resto de estamentos taurinos intentan asumir la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Sin una postura común todavía, cada uno por su lado intenta que la votación de Cataluña no tenga efecto.
Sebastián Castella, matador de toros y primera figura del toreo francesa, asegura que "no tomaría ninguna medida". "No creo que pueda, no está en mi mano. Lo único que podría hacer es entristecerme y apoyar a la afición catalana. Seguir toreando con más ganas", ha añadido.
José María Manzanares, figura del toreo, lo considera un grave error: "Han quitado la capacidad de elegir que tiene cualquier ser humano en libertad. Es un grave error". Serafín Marín, presente en el Parlamento catalán esta mañana durante la votación y último torero catalán en activo, ha salido de la cámara con lágrimas en los ojos. "Si pudiera, haría algo. Deberíamos unirnos", se lamenta.
"Arma arrojadiza contra España"
Enrique Ponce, más de veinte años como figura del toreo, se muestra indignado: "Creo que quien tenía la fuerza para que esto no ocurriera es el partido socialista de Cataluña. Hay una gran incongruencia dentro del partido: si en Andalucía lo declaran bien cultural, el catalán lo prohíbe, y en medio está el Gobierno y su presidente, que es socialista, y que se lava las manos. Esto es un reflejo de cómo está España".
El matador Manuel Jesús "El Cid" cortó dos orejas el pasado domingo en la Monumental. Se expresaba con rabia: "Siento que aquí el toro es lo de menos. Sencillamente en este caso la Fiesta ha sido utilizada por los nacionalistas catalanes como arma arrojadiza contra España. Es una forma de decir que ellos no son españoles, que no quieren nada que les suene a español".
Miguel Ángel Perera, uno de los jóvenes valores del escalafón, no comprende cómo se ha llegado a esta decisión: "Es lamentable que se le haga tanto caso a la gente a la que no le gusta algo, creo que hay que respetar y tener en cuenta que esto es una profesión, no un capricho. A mí hay muchas cosas que no me gustan y en las que no participo, pero las respeto".
"Acudiremos a todos los estamentos necesarios"
Victoriano Valencia, matador de toros retirado y afincado en Cataluña hasta hace dos años, tomó la alternativa en Barcelona con Antonio Bienvenida de padrino y Antonio Ordóñez de testigo. El conocido taurino no da crédito a la decisión: "Acudiremos a todos los estamentos necesarios. Salvo en Lérida en toda Cataluña ha habido plazas de toros".
Curro Vázquez, figura del torero retirado y que en la actualidad es apoderado de Cayetano Rivera y Morante de la Puebla, intenta asumir "un golpe muy triste". El torero de Linares cree que "quitar libertad es más grave de lo que parece". "Estamos unidos y tenemos que tomar acciones. Miras a tu alrededor y ves que no tiene sentido. Con la cantidad de falta de trabajo que hay, como para quitar más puestos...", añade.
Antonio García Jiménez, empresario de la plaza de toros de Barcelona, piensa seguir organizando corridas en 2011, último año antes de la prohibición. Se siente agredido directamente: "A mí me están quitando una plaza de primera categoría. Me gustaría decir que nos vamos a organizar y a movernos, pero no tenemos arreglo. En los toros cada uno va a su aire".
Salvador Boix, compositor catalán y apoderado de José Tomás, siente que Cataluña olvida su identidad porque "con esta medida no va a estar mejor en ningún sentido. Las consecuencias son imprevisibles, no sólo en la calle, sino también económicas". Para Boix, "no se pierde la tauromaquia, sino parte de la cultura catalana".
Ignacio Lloret, abogado y empresario de Valencia y Alicante, es partidario de ir directamente a los juzgados. "El toreo es arte y cultura. Estamos ante un atentado contra el patrimonio artístico y cultura del Estado español por lo tanto se debe perseguir con un recurso en el Constitucional. E incluso por la vía penal porque es un delito". A su juicio, se ha cercenado su "derecho a la cultura". "En el caso de los toreros su derecho a la creación artística", esgrime.
Fernando Galindo, secretario general de la Unión Nacional de picadores y banderilleros, apunta: "Juegan con el pan de nuestros hijos, en el momento más fuerte de la temporada, cuando no nos podemos defender porque cada tarde nos espera el toro". Este banderillero pertenece a la tercera generación de hombres de plata y está orgulloso de serlo y de la educación recibida: "Creo que muchos políticos tendrían que aprender de la ética del toreo. Nos sentimos moneda de cambio".
Babelia
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